La tolerancia termina tras varios incidentes y la muerte de una joven.
El Gobierno holandés ha decidido prohibir la venta de setas alucinógenas, tanto en su versión seca como fresca, después de que varias personas perdieran el control por haberlas ingerido. El incidente más grave lo protagonizó una adolescente francesa de 17 años, que falleció en marzo pasado tras lanzarse al vacío desde un puente durante un viaje de estudios a Ámsterdam. Las setas contienen una sustancia química denominada psilocibina, que provoca visiones. La concentración de la misma es mucho más fuerte en la versión en seco, y de ahí que la ley de estupefacientes -Ley del Opio- la considerara ya una droga dura. A pesar de que las frescas tienen efectos menores, los ministerios de Sanidad y de Justicia quieren impedir ahora su consumo "porque resulta imposible establecer un grado fiable". La prohibición cuenta con el apoyo de la mayoría del Parlamento.
Las autoridades esperan que la medida reduzca el flujo de turistas en busca de drogas blandas que llegan los fines de semana a Ámsterdam. Las setas frescas y el hachís son los productos más buscados, y Holanda, uno de los principales fabricantes mundiales de éxtasis, no quiere que estos hongos añadan un nuevo reclamo a este tipo de negocio. Para los productores, unos 500 kilos pueden traducirse hoy en medio millón de euros de beneficios en este mercado.
La venta de la versión fresca se circunscribe a las denominadas smartshops, especializadas en hierbas alucinógenas y con licencia de apertura. Su reclamo es un llamativo rótulo exterior que reproduce una gran seta colorada. La marihuana puede fumarse, en pequeñas cantidades, sólo en la red de cafés con permiso municipal para ello. En 2004, la combinación de ambas causó 55 incidentes que precisaron la actuación policial. El pasado año los agentes contabilizaron 128. En una ocasión, un turista islandés se rompió las piernas al tirarse por la ventana en pleno viaje alucinógeno. Otro, de nacionalidad danesa, estuvo a punto de provocar un atropello múltiple al irrumpir de noche a toda velocidad en un camping.
Tas anunciarse la prohibición, la asociación nacional que reúne a las smartshops ha calificado de exagerada la medida. Según sus portavoces, "las 40 tiendas del centro de Ámsterdam son las que provocan los problemas y el resto paga las consecuencias". En su opinión, la mitad de las 180 abiertas ahora en el país tendrá que echar el cierre. El ministerio de Sanidad mantiene que las setas frescas son igualmente peligrosas porque su efecto es parecido al del LSD, aunque en menor escala. El consumidor pierde el control, y además de las alucinaciones y crisis de risa o llanto, puede sufrir espejismos, ataques de ansiedad y vómitos. Una vez recuperados no suelen recordar lo sucedido.
Vía: I. Ferrer, El País, 310/10/07
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