"Novedad. Cosa nueva y no acostumbrada. Suele ser peligrosa por traer consigo mudança de uso antiguo" (SEBASTIÁN DE COVARRUBIAS) 1539-1613

"No se desea lo que no se conoce" (NASÓN, PUBLIO OVIDIO) 43 AC-17 DC

lunes, abril 30, 2012

El calentamiento global afecta a la flora de alta montaña

Un equipo científico internacional ha descubierto que el calentamiento global está provocando una migración altitudinal de las especies vegetales. Los resultados del estudio, publicado en la revista Science, muestran un ascenso medio de 2,7 metros, lo que incrementa las posibilidades de extinción de las especies de alta montaña. El estudio fue financiado en parte por el proyecto GLORIA-EUROPE («Dimensión europea de la iniciativa para la investigación y el seguimiento global de los ambientes alpinos: una contribución al sistema mundial de observación terrestre (SMOT))»), financiado con 1,15 millones de euros mediante el programa temático «Energía, Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible» (EESD) perteneciente al Quinto Programa Marco (5PM) de la Unión Europea.

Los socios de este proyecto, coordinado por el Instituto de Investigación sobre la Montaña de la Academia Austríaca de Ciencias y en el que participan investigadores de Austria, Brasil, Eslovaquia, España, Georgia, Grecia, Italia, Noruega, Reino Unido, Rumanía, Rusia, Suecia y Suiza, han observado cómo la diversidad de especies en las cimas de las zonas templadas boreales ha aumentado, mientras que ha disminuido en las cimas mediterráneas. Los miembros del consorcio se centraron en los cambios observados en la flora de 66 cimas de 17 cordilleras europeas entre 2001 y 2008.

Tras evaluar las dos zonas objetivo de la Península Ibérica, Pirineos (Ordesa) y Sierra Nevada (Granada), los investigadores confirmaron que se había producido un desplazamiento hacia la cima en el conjunto de las especies estudiadas.

«Este resultado confirma la hipótesis de que el aumento de las temperaturas induce el desplazamiento de la flora alpina hacia niveles superiores», afirman los autores del estudio. «Tal fenómeno ha provocado la sustitución de algunas especies resistentes al frío por otras más sensibles a él. Todo ello refleja la vulnerabilidad de los ecosistemas de alta montaña a medio y a largo plazo.»

Las conclusiones del estudio también muestran un aumento medio del 8 % en el número de especies que habitan las cimas de las cordilleras europeas. No obstante, según advierten los autores del estudio, este incremento no ha sido generalizado sino que se concentra en las zonas boreales y templadas. En cambio, en ocho de las catorce cumbres estudiadas situadas en el área mediterránea se ha producido una disminución . ´ Los investigadores también determinaron que en las cimas inferiores de las cordilleras mediterráneas, las ganancias y pérdidas de especies eran mayores que en las demás zonas.

En las montañas mediterráneas (Sierra Nevada, Córcega, Apenino Central y Creta), al aumento de las temperaturas se suma una sequía creciente, puesto que disminuye la precipitación media anual y se alarga la sequía estival.

Según los socios del proyecto, el incremento de las temperaturas y la prolongación de las sequías no han hecho más que aumentar la presión sobre las especies endémicas. Las cordilleras del sur de Europa, que difieren del resto por estar inmersas en un clima distinto, mediterráneo, son las que presentan una disminución más acusada de especies.

Las conclusiones del estudio apuntan a que el cambio climático afecta sobre todo a las especies ligadas a condiciones de cierta humedad, si bien cabe señalar que también llega a perjudicar a endemismos propios de las cumbres.

«En Sierra Nevada, por ejemplo, en los controles delimitados para el estudio permanente de la vegetación han disminuido especies tan emblemáticas como la Androsace vitaliana subsp. nevadensis, el Plantago novalis y la Artemisia granatensis», explicó Joaquín Molero Mesa, profesor de la Universidad de Granada.

El proyecto GLORIA ha impulsado la investigación en todo el mundo. Los expertos opinan que es imperativo que los conjuntos de datos ecológicos y las actividades de vigilancia terrestre se pongan a disposición de la comunidad científica. Esta información ayudaría a los investigadores a entender mejor el impacto del cambio climático en los ecosistemas del planeta.

 Vía:Cordis,26/04/2012
F:http://cordis.europa.eu/fetch?CALLER=ES_NEWS&ACTION=D&SESSION=&RCN=34555

miércoles, abril 25, 2012

Nace el Panel para la Biodiversidad

Panamá ha sido el escenario escogido por representantes de 90 países para crear el Panel Intergubernamental sobre Biodiversidad y Ecosistemas (Intergovernmental Platform on Biodiversity and Ecosystem Services, IPBES), nueva plataforma científica consagrada al conocimiento y evolución de especies animales y vegetales y su evolución en el entorno que habitan. 

¿Cuántas especies animales pueblan un ecosistema? ¿Cuáles de ellas están en riesgo y por qué motivo? ¿Responde la flora a cambios ante la alteración de una cadena trófica? ¿Cómo influyen los cambios de temperatura inducidos por el calentamiento global en flora, fauna y ecosistemas?
Muchas de estas preguntas tienen ya respuestas adecuadas, pero sólo a escala local. Falta, a ojos de los expertos, una mayor integración de datos que permita correlacionar cuando los cambios en un ecosistema concreto pueden afectar otro ecosistema o condicionar la presencia de seres vivos en hábitats concretos. Este es justamente uno de los grandes motivos que ha impulsado el nacimiento de IPBES, una plataforma eminentemente científica integrada por investigadores de 90 países cuya principal misión va a ser valorar el estado de la biodiversidad en el mundo y velar para que se adopten medidas que faciliten su preservación.
A efectos prácticos, de lo que se trata es de constituir un gran comité de expertos cuyos dictámenes gocen de “influencia política”, ha declarado Irina Bokova, directora general de la UNESCO, organización que se ha sumado a la iniciativa. Como tal, entiende la capacidad y la credibilidad suficientes como para que las propuestas que se desarrollen en el seno de IPBES puedan influir a los gobiernos y que estos tomen decisiones “basadas en el conocimiento”.

Tras la estela del IPCC

El nacimiento de IPBES coincide con el vigésimo aniversario de la creación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), el primer gran grupo de expertos constituido con voluntad global para evaluar el impacto del cambio climático a escala planetaria.
Tras unos titubeos iniciales, el IPCC ha logrado erigirse en la voz de referencia científica en todo cuanto atañe a cambio climático. Para ello, ha tenido que librar una feroz batalla, no exenta de polémicas, para preservar su independencia y sobre todo para asegurar la calidad y veracidad de los informes que periódicamente libran a gobiernos de todo el mundo y a la opinión pública, aspectos que han dotado al panel de un prestigio hoy por hoy no cuestionado.
Los informes librados han sido, precisamente, los que en los dos últimos decenios han sacudido a la opinión pública y han forzado a los gobiernos a tomar medidas tendentes a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, responsables últimos del calentamiento global.
Las predicciones del IPCC, que han ido ganando en calidad y solvencia gracias a la mejora en conocimiento y tecnología, son tomadas ahora como referente en cuanto a incremento de temperaturas en un futuro próximo, al peso del incremento de gases y en la evaluación de los resultados de una eventual reducción de emisiones. Su papel es apolítico, dado su carácter científico. Pero su conclusiones obligan a los políticos a posicionarse.

Toda la biodiversidad
La tarea que se autoimpone IPBES tiene tanto o más calado que el del IPCC puesto que se trata de hacer una valoración racional y veraz de la biodiversidad en el mundo y emitir informes consultivos para que los distintos gobiernos tomen las medidas de protección adecuadas.
El primer escollo que deberá salvar el IPBES, cuya constitución ha tomado varios años de negociaciones que han tardado en llegar a puerto, será reorganizar la inmensidad de informaciones que instituciones de mayor o menor tamaño han ido acumulando a lo largo de los años. La diversidad de información acumulada y la no existencia de estándares comparativos, dificulta la posibilidad de alcanzar datos de consenso científico en el corto plazo.
A esa uniformización de datos, el IPBES deberá incorporar a la comunidad científica para generar nuevo conocimiento y, por otro lado, deberá vencer las más que probables resistencias de organismos gubernamentales o paragubernamentales para trabajar conjuntamente.
El primer paso, no obstante, va a ser la consolidación de la estructura básica de funcionamiento (Alemania se ha postulado para acoger la secretaría técnica de IPBES) y la celebración de un primer encuentro internacional que muy probablemente será en 2013 en un país todavía sin determinar.
Para su funcionamiento, IPBES podría contar con un presupuesto que oscilaría entre los 5 y los 12 millones de dólares, según las primeras propuestas recibidas. La financiación procedería de aportaciones de los distintos países miembro, así como de otras instituciones públicas y privadas, empresas incluídas.


 XAVIER PUJOL GEBELLÍ


Vía: Madri+d, 24/04/2012
F:http://www.madrimasd.org/canales/index.php/analisisenergia/item/1257-nace-el-panel-para-la-biodiversidad

domingo, abril 22, 2012

Día de la Tierra


Autor: Ramón
Vía: El País, 22/04/2012
F:http://elpais.com/elpais/2012/04/22/vinetas/1335050392_062233.html

sábado, abril 21, 2012

Los bosques en España retienen el 15% del dióxido de carbono que emite el país

Los bosques españoles capturan el 15% de las emisiones de dióxido  de carbono (CO2) que se producen en el país, alrededor de 65 millones de toneladas. Así lo calcula un estudio del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (Creaf) de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) que detalló que la capacidad de estos bosques de contener CO2 disminuye progresivamente.

Actualmente, cada hectárea arbolada captura  unas cinco toneladas de CO2. El estudio detalla que la capacidad de retención de uno de los gases más influyentes para el calentamiento global varía en función de la zona: en el norte de España la fijación de los bosques es de siete toneladas por hectárea y año, mientras que en el sur esta cifra se reduce hasta las 2 toneladas. Las provincias septentrionales de  Lugo, A Coruña y Girona son las que más CO2 retienen (unos 2,5 millones de toneladas). Valladolid, Málaga y Alicante, por su parte, apenas alcanzan a retener los 0,5 millones de este gas.

El análisis ha analizado más de 22.000 parcelas de bosque con datos comparables entre 1986 y 2008. La capacidad de absorción se mantendrá en los próximos años aunque escenarios futuros que describen un aumento de las temperaturas y una disminución de las lluvias podrían provocar que hacia finales de siglo los bosques pasen a ser emisores de CO2. "Los bosques pueden absorber cada vez menos dióxido de carbono", ha detallado el investigador del CREAF, Jordi Martínez-Vilalta. Los bosques de las zonas húmedas de España son los más vulnerables a estos cambios porque están menos adaptados a las variaciones climatológicas.

"El aumento de la temperatura media y la disminución de las precipitaciones incrementa la vulnerabilidad de los árboles", ha añadido. La comunidad científica calcula que los bosques retienen el 25% del CO2 que se produce a nivel mundial, una media diez puntos superior a la española debido a la aportación de los bosques tropicales y las grandes masas forestales de zonas como Siberia como captadores de CO2.

 Vía: El País, 18/04/2012
F: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/04/18/actualidad/1334778215_566367.html

martes, abril 17, 2012

El «séptimo continente»: un basurero flotante en el Pacífico

Existen muchos ejemplos de cómo la soberbia y la indiferencia humanas convierten el planeta en algo parecido a una gran cloaca, pero uno de los más impresionantes, tristemente, es un remolino de millones de toneladas de plástico que se concentra en medio del Pacífico, a unos 1.000 kilómetros de Hawai. Conocido como el «gran parche de basura del Pacífico», la «gran isla de basura», la «gran sopa de plástico» o el «séptimo continente», este vertedero marítimo tiene unas dimensiones increíbles. 

Se calcula que ocupa de 1,7 millones a 3,4 millones de km cuadrados, más o menos el equivalente de tres a siete Españas, y pesa unos 3,5 millones de toneladas. Una catástrofe ecológica que, por desgracia, no deja de crecer. Ahora, una expedición científica francesa liderada por el explorador Patrick Deixonne se dirigirá a esta isla de residuos para examinar su composición y advertir al mundo de su dramática presencia.

La expedición partirá el 2 de mayo desde San Diego (EE.UU.) a bordo de L'Elan, una goleta de dos palos del año 1938. Recorrerá 4.630 kilómetros entre California y Hawai, donde el explorador Charles Moore descubrió accidentalmente esta increíble placa de plástico en 1997. Hasta el momento, solo dos expediciones americanas han estudiado la zona, en 2006 y 2009. Deixonne, miembro de la sociedad de exploradores franceses (SEF), decidió iniciar esta aventura tras observar por sí mismo los residuos durante una carrera transatlántica en solitario hace tres años.

Los desperdicios humanos se agrupan en un remolino gigante provocado por la fuerza de la corriente en vórtice del Pacífico Norte, que gira en sentido de las agujas del reloj. Esto, con la ayuda de los vientos que actúan en la zona, impide que los desechos plásticos se dispersen hacia las costas. La fuerza centrípeta lleva lentamente los escombros hacia el centro de esta espiral, que sería una de las más grandes conocidas en el planeta: 22.200 kilómetros de circunferencia y unos 3,4 millones de km cuadrados, según el Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES), que patrocina el proyecto.

La isla de basura está compuesta por todo lo que se pueda imaginar: boyas, redes de pesca, cepillos de dientes, bombillas, tapas de botellas, objetos procedentes de alcantarillas... Pero destacan sobre todo pequeñísimas piezas de plástico, millones de ellas, algunas del tamaño de un grano de arroz. El efecto es muy parecido al que ejerce el mar sobre la arena de la playa, pero en su versión más espantosa.

OTRA EN EL ATLÁNTICO
El detritus contamina las aguas y envenena a los peces, que ingieren las partículas de plástico más diminutas. Esas toxinas pueden ser transmitidas en cadena a depredadores más grandes, incluido, por supuesto, el hombre. La placa de desperdicios está ubicada a unos 30 metros de profundidad -no se puede caminar sobre ella-, por lo que el problema puede ser no solo medioambiental, sino también afectar en el futuro al turismo o la marina mercante, especialmente si sigue creciendo sin parar.

La goleta se guiará por los dos satélites Terra y Aqua de la NASA para llegar hasta donde la concentración de residuos es mayor. Allí medirá la densidad de la basura y tomará muestras de agua, plancton y materiales. «Quiero convertirme en los ojos de los europeos sobre este fenómeno», ha confesado Deixonne. «La información es la clave para cambiar».

La del Pacífico no es la única gran isla de basura que existe en el mundo. Los investigadores creen que hay cuatro más de dimensiones apocalípticas. Una de ellas se sitúa en el Atlántico Norte occidental, entre la latitud de Cuba y el norte de EE.UU., a más de 1.000 km mar adentro, en el mar de los Sargazos. Los desechos allí están más concentrados y permanecen en la superficie durante décadas.
 J. de Jorge

Vía: Madri+d, 17/04/2012
F:http://www.madrimasd.org/informacionidi/noticias/noticia.asp?id=52292&origen=notiweb&dia_suplemento=martes

jueves, abril 12, 2012

El cambio climático genera más vegetación de tundra ártica

Investigadores de Finlandia han descubierto que el cambio climático ha modificado las condiciones de la tundra ártica y contribuido a un aumento de la vegetación en la zona. Sus datos sugieren que este aumento podría acelerar el proceso de calentamiento global. Los científicos, pertenecientes al Instituto Meteorológico de Finlandia, utilizaron observaciones satelitales para evaluar la influencia de la vegetación en el proceso de deshielo de la nieve en las regiones de tundra ártica y por tanto en el albedo terrestre, el porcentaje de radiación solar reflejada por la superficie de la Tierra. El equipo recopiló la información necesaria en los meses de marzo a junio durante dieciséis años.

«El estudio puso de manifiesto que la vegetación era más tupida en Noruega», explicó Juval Cohen del Instituto Meteorológico de Finlandia. «A diferencia de la variación en la vegetación, el resto de condiciones como la temperatura, la precipitación y la radiación solar fueron prácticamente iguales en los dos países. La diferencia entre el deshielo de la nieve entre Finlandia y Noruega influye en el albedo. Históricamente el albedo finlandés era casi siempre mayor en Finlandia durante el periodo de deshielo.»

El Dr. Cohen afirmó que si se mantiene la tundra tal y como está o incluso si se limita la vegetación se retrasaría el deshielo primaveral. «De este modo cabría la posibilidad de frenar el calentamiento global», añadió en referencia a los resultados del proyecto.

Expertos en la materia afirman que el calentamiento global ha causado estragos en los procesos de deshielo desde hace aproximadamente diez años, provocando que comiencen mucho antes que nunca durante la primavera. Este adelanto del deshielo también afecta a la reflectividad de las zonas terrestres. Los autores informaron que el albedo equilibra la energía de la Tierra debido a que establece una proporción entre la radiación solar que reflejan y absorben las superficies.

El albedo de la nieve es mayor al del suelo descubierto debido a que el brillo superior de la primera refleja hacia el espacio la mayor parte de la luz incidente. El suelo libre de nieve es más oscuro y por tanto absorbe casi toda la energía solar incidente.

Según los investigadores, el calentamiento global ha desplazado hacia el norte la línea de vegetación arbórea. Ahora las plantas pueden sobrevivir en zonas que hasta ahora eran demasiado frías, poblando más las regiones de tundra ártica.

El equipo también observó que la cría del reno afecta al crecimiento de la vegetación en las regiones de tundra de Laponia. La vegetación disminuye si aumenta el pastoreo de renos debido a su consumo de vegetales y el pisoteo que producen sobre el terreno.

Las imágenes satelitales también muestran diferencias significativas en la vegetación a ambos lados de una linde entre prados de pastoreo.

Los investigadores midieron la diferencia de energía solar absorbida entre Finlandia y Noruega durante el periodo de deshielo. Según sus observaciones, la cantidad de radiación solar absorbida en Noruega era mayor en comparación con la finlandesa y por tanto su albedo consecuentemente también era menor.

«Durante abril y mayo en Noruega una superficie de 100 por 100 kilómetros absorbe unos 100 000 terajulios más de radiación solar que la misma área en Finlandia», informaron los investigadores. «Esta energía es suficiente como para derretir un volumen de hielo cercano a los 330 por 1 000 por 1 000 metros.»

 Vía. Cordis, 12/04/2012
F:http://cordis.europa.eu/fetch?CALLER=ES_NEWS&ACTION=D&SESSION=&RCN=34491