“En Canarias sí hay setas venenosas”, dice el
presidente de la Sociedad Micológica de Gran Canaria durante la
entrevista que protagoniza para la sección “Cita con Canarias”,
recordando, además, que en el archipiélago sí hay setas venenosas y que
la Amanita phalloides abunda en Tenerife.
[Versión íntegra de la entrevista publicada en la edición impresa de PELLAGOFIO nº 16 (2ª época, enero 2014)].
En Canarias sí hay setas venenosas; sólo en Gran Canaria hay al menos ocho especies mortales
Por YURI MILLARES
Fotografías de TATO GONÇALVES
Sucesor de Pedro Lezcano como
presidente de la Sociedad Micológica de Gran Canaria, este biólogo
experto en setas se patea cada fin de semana los montes o barrancos de
alguna de las islas del archipiélago. El colectivo que preside ya ha
descubierto y publicado casi 300 especies de hongos que no se habían
citado hasta ahora para Canarias. Pero, además, han identificado nuevas
especies para la ciencia que están a punto de publicar, como un hongo
que sale en los frutos del barbusano y dedicarán a Lezcano y una criada o
trufa del desierto, que en Montaña Alta llaman “papa tumba”, y
dedicarán al fallecido micólogo italiano Mauro Innocenti.
–¿Cuántos años pateando las islas en busca de setas?
–Realmente vengo a ser la cabeza de un equipo de más gente. Pero ya llevo unos añitos, por lo menos 30.
–¿Empezó con Pedro Lezcano?
–No, yo empecé en la universidad, no tenía ni idea; pensaba que un
tajinaste era una tunera. Yo era urbano, pero cuando me fui a Tenerife
empecé a conocer el monte. En Biología me gustó la Botánica, fue para mí
un descubrimiento, empezamos a salir de campo y enseguida vinieron las
setas.
–¿Y en todo este tiempo, cuántas ha descubierto por su cuenta o con el colectivo micológico, como nuevas en las islas?
Vicente Escobio García, biólogo experto en setas y hongos de Canarias.
–Lo que nosotros hemos publicado, sobre todo en nuestro boletín
Cantarela, son más de 300 especies en todas las islas. En El Hierro, por
ejemplo, 130 que no se habían citado antes en esta isla. O en Gran
Canaria 108 ahora mismo. También tenemos nuevas citas para la ciencia,
pero las estamos preparando todavía porque trabajamos con gente de
fuera. Por ejemplo, un hongo que sale en los frutos de los barbusanos y
que ya sabemos seguro que es nueva especie para la ciencia lo trabajamos
con un micólogo alemán que ya nos dijo que sí, que es nueva, ha hecho
los trabajos con ADN y nuestra intención es dedicársela a Pedro Lezcano.
Está a la espera de que la publiquemos para que sea oficial.
–Las setas son hongos, pero ¿…los hongos qué son?
–Los hongos antes eran vegetales, después fueron el reino
Fungi
y ahora están englobados en tres reinos por lo complejos que son. Pero
básicamente, los que nosotros vemos por ahí pertenecen al reino de los
hongos,
Fungi.
–¿De qué número de especies estaríamos hablando en Canarias?
–Depende de la isla, La Palma y Tenerife tienen 1.400 especies y no han
La
Palma y Tenerife tienen 1.400 especies y no han alcanzado todavía su
techo, sobre todo Tenerife, porque es muy grande y tiene muchos hábitats
y biotopos que no tiene La Palmaalcanzado todavía su techo,
sobre todo Tenerife, porque es muy grande y tiene muchos hábitats y
biotopos que no tiene La Palma, especialmente la vertiente sur. Tenerife
va a dar que hablar. Nosotros tenemos ya sobre las 600 especies en Gran
Canaria, que está bien. Tenemos muchas dificultades en la isla por el
clima, que a veces es muy cálido y hay años que trabajas muy poco en
algunas zonas por culpa de eso.
–¿Es una cantidad “normal” para un territorio, similar a lo que hay en Galicia o Cataluña, o en Portugal o Francia?
–Son las mismas especies que en Europa y Norte de África, sobre todo el
Mediterráneo y en cuanto al número depende del territorio del que
estemos hablando.
–Estamos teniendo un invierno especialmente lluvioso en
Canarias, seguro que nuestros bosques se van a llenar de setas. ¿Es
época propicia para nuevos hallazgos?
–Sí. En el trabajo que hacemos cada día, no de monte sino en el
laboratorio, solemos encontrar, al menos, una cita nueva para Gran
Canaria de las 8 ó 10 especies que trabajamos en ese momento; y muchas
veces hay una cita nueva para Canarias. Nos rinde el trabajo, pero eso
quiere decir que nos queda mucho por hacer, no que seamos buenos. Hay
poco hecho todavía.
–Seguro que muchos aficionados se van a poner morados a comer
setas. ¿Cuáles de las setas comestibles más populares podemos encontrar
aquí?
–Gran Canaria es el reino de la seta de cañaheja (
Pleurotus eryngii var.
Ferulae),
que se confunde con la seta de cardo europea, que aquí no hay. Se
pueden coger cientos de kilos y seguramente en una temporada buena
podemos hablar de un par de miles de kilos sin parecer pescadores, esto
es, sin ser exagerados. Es la seta más popular, es muy abundante. Y en
Tenerife, el níscalo quizás sea la más recolectada, y algún
Tricoloma,
Boletus…
–También es época propicia para las venenosas, como la temible Amanita phalloides. Se ha citado para Canarias en fechas más o menos recientes, ¿no se conocían antes?
–Básicamente es porque no se caminaba tanto. En Gran Canaria es más
rara de ver, tirando a “bastante rara de ver”. Pero en el norte de
Tenerife es muy abundante, tanto que un señor del norte de la isla se la
comió y estuvo hospitalizado y ha habido que hacerle un trasplante de
hígado.
–Es mortal.
–Sí, es mortal. Lo que pasa es que hoy en día la medicina tiene bastante
calidad, afortunadamente. Y en una región como la nuestra, que no somos
muy aficionados (entre comillas, porque las redes sociales y la
globalización también nos ha llegado con eso), tú llegas al hospital y
dices que has comido setas y los protocolos que te aplican enseguida
funcionan bien.
–Pero que alguien coma una Amanita phalloides,
una seta tan singular como para ser bien conocida y reconocida, ¿puede
ser por error o es una curiosidad de “probar a ver qué pasa”?
-Es un error tremendo, es difícil pensar con qué seta se ha podido confundir, pero ocurre.
–Porque es una seta muy bonita.
–Sí, muy bonita. Pero yo todavía no sé… bueno, yo creo que es porque no tienen ni idea. Por cierto, que
Amanita phalloides está muy relacionada con Pedro Lezcano, porque él participó en el descubrimiento de la especie [en Canarias]. La seta
La
Amanita phalloides está muy relacionada con Pedro Lezcano, porque él
participó en el descubrimiento de la especie [en Canarias]
la encontró Diego Martínez de la Peña, letrado del Parlamento
regional y compañero nuestro de la Sociedad Micológica, en la época en
que Pedro Lezcano era diputado regional. Se la llevó a la Cámara en una
caja de zapatos porque había sesión y Pedro Lezcano se volvió loco. Creo
que “medio se saltaron” la sesión parlamentaria y se fueron al monte a
buscar más. Y después le dijo a Diego que la llevara al Departamento de
Botánica [de la Universidad de La Laguna] para que la citaran y dieran
aviso de su existencia en la isla.
–Que fue la primera vez que se citó para Canarias.
–Sí. Pero ahora es abundantísima en Tenerife, una cosa muy curiosa.
–¿De dónde ha salido la actual afición de mucha gente por ir
al monte a buscar setas? Antes a nadie se le ocurría hacer semejante
cosa.
¬Cierto, yo me acuerdo de cuando terminé la carrera y empecé a trabajar
en Gran Canaria, en el Cabildo y con Medio Ambiente, hace 26 años. Le
preguntaba a gente que trabajaba conmigo, señores mayores en Teror y por
esas zonas, y ellos rodeaban las setas cuando las veían en un cercado.
Ni siquiera la pisaban. Eran brujillas que aparecían de la noche al día.
Y nadie se las comía.
Setas del género Inocybe, típicas de pinar.
¬¿Y por qué esa afición hoy?
–Yo pienso que ha sido sobre todo por los medios de comunicación. Cuando
llega el otoño se empieza a decir que “es tiempo de setas”. Y en contra
de lo que mucha gente piensa, tenemos muchas setas en el monte, vas por
la carretera y las ves.
–¿Hemos pasado del miedo por desconocerlas al atrevimiento creyendo que las conocemos?
–Es tremendo. Y a veces aparecen personas a las que hacen entrevistas en
los medios de comunicación aquí en Canarias, que dicen “en las Islas no
hay setas venenosas”. Eso no es así, en Canarias sí hay setas
venenosas. En Gran Canaria hay al menos ocho especies mortales. Lo que
pasa es que son raras de encontrar, son pequeñas, o están en el fondo de
un barranco donde nadie va a ir a buscarlas.
–¿Le da tiempo a una persona que se envenena a acudir al médico?
–Estas setas mortales suelen tener, casi todas, el mismo comportamiento,
y es que machacan el hígado. Tú te las comes y sigues dos o tres días
bien hasta que te empiezan a afectar al hígado, y cuando vas al hospital
ya estás bastante mal. Hoy en día te hacen un trasplante.
Criadas de la especie ‘Terfezia pini’, llamadas papas tumba en las medianías del norte de Gran Canaria.
–¿Las setas aparecen siempre asociadas a los árboles? O dicho de otro modo: ¿todo árbol tiene una seta como pareja?
–Hay setas que están asociadas a las raíces de los árboles y setas
asociadas a materia orgánica que se descompone en el monte, como una
rama que se cae, excrementos de animales y simplemente casi parece que
salen del aire algunas, en medio del suelo del monte o en prados.
Recuerdo que en Fuerteventura nos decían “¿ustedes no conocen esas
criadas que nacen sin turmero (
Helianthemum canariensis)?” y
los viejillos se meaban de risa con nosotros. Estuvo el turmero allí, lo
que pasa que ahora no se ve, pero siempre necesitas un sustento.
–Pero hay setas que son “pareja de”, específicas de determinados árboles.
–Muy específicas, por ejemplo la criada es específica del turmero. En
cuanto a árboles, el mejor ejemplo es el níscalo, que necesita pinos. Y
los años buenos, de abundante lluvia, no sabemos muy bien por qué, hasta
en los parques donde hay pinos, aparecen. Una cosa sorprendente.
–Sí, siempre aparecen, parece que ya vienen “pegadas” en los genes del árbol.
–Viven con las raíces, hay una simbiosis. Todos los años salen, unas
veces en poca cantidad y otras son una explosión. Es impresionante la
cantidad de kilos de seta de cañaheja, por ejemplo, que se cogen cada
año.
–Ha mencionado a las criadas en las islas orientales. ¿Qué
las diferencia de las otras setas más comunes (además de nacer en
paisajes desérticos)?
–Son hongos en los que su parte fértil está encerrada dentro de esa
forma de papa que es la criada. Son hongos ascomicetos, mientras que las
setas normales son basidiomicetos en sus clasificaciones botánicas. Y
en la época: son más de primavera. La época de las setas es el otoño,
normalmente.
–Hablamos de la lluvia como precedente de su aparición, pero
también que en Canarias hay setas y hongos todo el año. ¿De qué depende
entonces que sea así?
–Depende de la lluvia, primero que nada. Pero si en agosto hay alisio
fuerte, los hongos que viven de la madera de los árboles no necesitan
lluvia para salir. Lo he
Si en agosto hay alisio fuerte, los hongos que viven de la madera de los árboles no necesitan lluvia para salirvisto
en Osorio. Y en septiembre, si ha habido aunque sea unos pocos
chaparrones, ya empiezan a salir. Tenemos todo el año porque ni tenemos
inviernos nevados, ni veranos fuertes en medianías del norte. Aquí
puedes coger y comer setas prácticamente todo el año. Nosotros tenemos
datos de cantarelas,
Cantharellus pallens, hasta el 9 de
agosto, cogidos por nosotros. Los europeos se están volviendo locos con
este tema y están saliendo páginas en las revistas, italianas o
alemanas, de “vamos a Canarias a coger setas”, porque es la repera.
–¿Se puede de decir que hay turismo que viene a Canarias a coger setas?
–Sí. Y se hacen anuncios. Muchos no es que vengan sólo a coger setas,
pero aprovechan el viaje. Y también hay un turismo especializado, por
ejemplo estos días tenemos con nosotros a un micólogo vasco que estará
en Gran Canaria diez días y después sigue para Tenerife. Hay un grupo de
cinco a diez micólogos que todos los años van viniendo a las islas
buscar setas con nosotros y aprovechamos para hacer propaganda de
Canarias, y ellos después se llevan a su tierra esos buenos recuerdos y
la experiencia de los ambientes naturales de las islas.
–¿Qué les atrae a ellos de venir aquí, si aquí tenemos las mismas especies que en Europa?
–No es tanto por las setas como por los ambientes donde están: los
pinares, el monteverde, la zona baja de cardones y tabaibas, los jables,
la distinta época del año… Y siempre en setas hay cosas interesantes
para ellos. Muchas setas son las mismas, pero todavía hay mucho que no
está estudiado. Y hay especies que ellos no han visto nunca y en Gran
Canaria son abundantes, como es el caso de
Battarrea stevenii, por ejemplo, que es muy
Hay un turismo especializado que aquí encuentra setas como la Battarrea stevenii, que es muy rara en el norte de Europarara en el norte de Europa.
–El recolector de setas suele especializarse en unas pocas
que conoce para después comérselas. El micólogo, ¿qué hace con todas las
muestras que recolecta?
–Pues las secamos como las que he traído a esta entrevista para que las
vean. Una vez que las estudiamos y las tenemos bien determinadas, las
secamos y se guardan en el herbario (en nuestro caso, en el herbario del
Jardín Canario) y las publicamos para dar a conocer las especies que
existen en la isla y ayudar a conocer mejor la biodiversidad que
tenemos.
–¿Y no hay momentos para alguna degustación? ¿Al micólogo no le gusta también comerlas?
–La mayoría de los micólogos no se comen las setas. Es curioso. Siempre
tenemos una coña, que “la seta que más nos gusta es el ibérico”. Yo creo
que es porque cogemos setas para trabajar, y si te pones a cogerlas
para comer te vuelves loco y no aprovechas el tiempo.
–Una parte importante del trabajo del micólogo también se
realiza con el microscopio. ¿Qué información es la que se obtiene de
este modo?
–El microscopio es
El
microscopio es fundamental porque tienes que mirar las esporas, tienes
que mirar estructuras como cistidios y basidios. Pero hoy en día el ADN
está desplazando cada vez más a otros métodos de identificaciónfundamental
porque tienes que mirar las esporas, tienes que mirar estructuras como
cistidios y basidios. Pero hoy en día el ADN está desplazando cada vez
más a otros métodos de identificación, lo que pasa es que es caro y hace
falta un laboratorio diferente.
–¿En el caso de ustedes, qué hacen si quieren obtener muestra de ADN? ¿Tienen algún convenio?
–En el caso de las criadas, por ejemplo, trabajamos con la Universidad
de Murcia. Nosotros recolectamos, hacemos la microscopía, secamos los
hongos y les mandamos las muestras a nuestros compañeros de Albacete,
que son los que terminan el trabajo en Murcia. Y se han obtenido
resultados interesantes: la más común en las islas. Y como hagas el ADN a
muchas de las setas canarias las vas a acabar cambiando todas, porque
aquí tenemos una separación física con Europa y el norte de África
Las criadas, que son del género Terfezia, ya son Terfezia canariensis, un endemismo. Antes se consideraban Terfezia claveryiclarísima de miles años.
–¿Y desde cuando la Terfezia canariensis es tal?
–Desde hace dos años ya se considera endémica y vive en La Graciosa,
Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria, Tenerife y La Gomera. Y ahora
vamos a sacar otra cosa interesante a partir de material recogido en
Tenerife que hemos enviado a Albacete: la tercera especie mundial de un
género (la primera se citó para Sudáfrica, la segunda para la Península
Ibérica y la tercera ahora se cita para Canarias), otra criada, pero no
Terfezia sino del género
Eremiomyces.
–En cualquier caso, a diferencia de otro tipo de flora, en la
que Canarias tiene unos índices de endemismos muy elevados para un
espacio tan reducido, ¿los hongos son más universales?
–Sí son más universales. Hay más endemismos en los hongos microscópicos y
Vamos
a sacar otra cosa interesante a partir de material recogido en
Tenerife: la tercera especie mundial de un género (la primera se citó
para Sudáfrica, la segunda para la Península Ibérica y la tercera ahora
se cita para Canarias)en la laurisilva.
–Si retrocediéramos en el tiempo un siglo, ¿cuántos hongos
habría entonces en Canarias, teniendo en cuenta la posterior entrada de
nuevas especies con las que se ha repoblado montes o ajardinado
ciudades?
–Seguramente muchas menos. En La Palma, por ejemplo, esa diferencia no
se notará tanto, pero en Gran Canaria seguro que sí. En la Cumbre no
podía haber muchos níscalos en los años 50 porque entonces no había
pinos allí [que se repobló a partir de aquella fecha]. El propio cambio
climático seguramente está influyendo, no lo sabemos bien. Sí puedo
contar que en Osorio, por ejemplo, había algunos hongos que hoy han
desaparecido por el tránsito de personas en el barranquillo que hay por
encima de la Casa de la Finca, donde crecía un Boletus muy bonito,
pequeño, que ahora no existe en la Finca. Aunque por otros lados van
saliendo otras cosas, de modo que se van añadiendo nuevas especies.
–¿Hay alguna seta de cuya existencia en este archipiélago está convencido, pero aún no ha podido localizar?
–Tuvimos una época, cuando empezamos, en la que íbamos a buscar setas nuevas. Eso nos pasó con las criadas:
Pedro Lezcano fue el que nos dijo que “hay criadas de Fuerteventura en Gran Canaria”. ¡Estuvimos diez años buscándolas!.
Y le preguntamos ¿dónde, don Pedro? (nosotros le decíamos “don Pedro”).
“En Tafira. Porque una señora fue por la imprenta…”, imagina los años
que hace de esto, “…y me trajo unas criadas. Yo le dije: ‘Las cogió en
Fuerteventura’. Y me dice: ‘Qué va, las cogí en Tafira”. Pues estuvimos
¡diez años! yendo a donde él nos dijo a buscarla, hasta que la
encontramos. Y entonces pensamos, “pues si está aquí, está por todos
lados”, y efectivamente por toda la isla la hemos encontrado, desde
Ingenio hasta Agaete, y en Las Palmas, claro.
–Antes mencionó a las “brujillas”. ¿Se asocia la aparición de
setas en Canarias a algún tipo de leyendas de brujas, o de otro tipo,
como ocurre en muchos sitios?
–Sí. Aunque conozco muy pocas aquí. Pero sé que en Gran Canaria se
asocian a brujas. Pero es porque aparecían de la noche al día.
–Tienen un crecimiento muy rápido.
–Sí. Tan rápido que nosotros una vez, en El Hierro, fuimos al mirador de
Jinama y estaba lloviendo a mares. Eran las diez de la mañana y dijimos
“aquí no hay quien esté”, así que nos fuimos y al volver a la una ya
habían salido champiñones en el mismo sitio.
–…
–Y además de las brujillas, seguramente la falta de costumbre de
comerlas también se debió al sustrato de población que vino al
principio, tras la Conquista: portugueses, andaluces, que no eran
precisamente gente que comiera muchas setas. También hay que pensar en
la tala de los bosques, aunque ha habido bosques que no se terminaron de
cortar hasta mediados del siglo XX (Los Tilos, Tifaracás). Pero en
algunas islas sí se comían:
En
El Hierro los ‘jongos’ son los champiñones que crecen en los prados de
la comarca de Azofa y todo lo que no se come son ‘jongos de burro Y las nacidas en El Pinar se han comido siempre, igual que en La Palma y el norte de Tenerife.
–Que no tienen nada que ver con las criadas, aunque también parecen papas.
–No tienen nada que ver, aunque en Icod a las nacidas las llaman
“turmas”. Y las criadas de monte que he traído para mostrar en esta
entrevista, son “papas tumbas” de Montaña Alta, es un nombre que tiene
por lo menos 300 años y es la especie más desconocida, quizás.
–Pero también es una Terfezia.
–Sí, pero
Terfezia pini, aunque va a cambiar de nombre otra vez
porque también se ha identificado como endemismo, a falta de
confirmación por la Universidad de Murcia que ya las tienen allí.
–Terminamos, un recuerdo dulce.
–Tenemos muchos. Hemos aprendido mucho y sacado adelante muchas especies
nuevas, pero sobre todo, estos años de setas nos han dado grandes
amistades en todas las islas y hemos conocido a mucha gente: gente como
Pedro Lezcano, que fue nuestro primer presidente de la Sociedad
Micológica de Gran Canaria; la micóloga alemana Rose Marie Dähncke, en
La Palma; Mauro Innocenti, un compañero italiano y magnífico micólogo,
que por desgracia ya no está con nosotros, y a quien le vamos a dedicar
esa nueva especie de criada como
Eremiomyces innocentii. Y
también hemos conocido otra mucha gente interesante fuera del mundo de
los hongos, gente como tú que sales con nosotros y nos cuentas cómo se
hace el queso de flor.
Yuri Millares
■ OJO DE PEZ
¡Cuánto aprendimos!
Por TATO GONÇALVES
ELa sesión de fotos
con Vicente fue realizada en el estudio, entre recuerdos de charangos y
amistades compartidas. Risas, setas, papas crías y tumbas… por cierto,
que las papas crías o criadas ya son endemismo canario con el nombre de
Terfezia canariensis y las papas tumbas pronto lo serán como
Eremiomyces innocentii.
Vía: Pellagofio, 07/03/2014
F:http://pellagofio.es/entrevistas/10286/