"Novedad. Cosa nueva y no acostumbrada. Suele ser peligrosa por traer consigo mudança de uso antiguo" (SEBASTIÁN DE COVARRUBIAS) 1539-1613

"No se desea lo que no se conoce" (NASÓN, PUBLIO OVIDIO) 43 AC-17 DC

jueves, julio 29, 2010

Expertos en sistemas terrestres sacan a relucir procesos de retroalimentación biogeoquímica

Un equipo de científicos financiados con fondos comunitarios advierte que los efectos de las retroalimentaciones biogeoquímicas no deben pasarse por alto. Para entender la probable evolución de la Tierra durante este siglo y en el futuro, el equipo considera que se debe prestar mayor atención a las retroalimentaciones que existen entre la biosfera terrestre y la atmósfera. Los resultados del estudio, sobre los que se ha publicado un artículo en la revista Nature Geoscience, sugieren que estos procesos podrían repercutir de manera importante en el futuro cambio climático.

La investigación recibió apoyo del proyecto GREENCYCLES («Red de investigación y formación sobre biogeoquímica y cambio climático»), financiado con 2,84 millones de euros a través de las Acciones Marie Curie: Recursos Humanos y Movilidad pertenecientes al Sexto Programa Marco (6PM) de la UE. Este proyecto de cuatro años de duración, que finalizó en 2008, generó nuevos avances en el campo multidisciplinario de la investigación sobre ciclos biogeoquímicos y formó a una nueva generación de expertos científicos en sistemas terrestres.

GREENCYCLES continúa trabajando mediante la Red de Formación Inicial GREENCYCLES II («Anticipación de retroalimentaciones biosféricas y del cambio climático en el sistema terrestre hasta 2200»), apoyada con 6 millones de euros a través de la línea presupuestaria Acciones Marie Curie del Séptimo Programa Marco (7PM). GREENCYCLES II ampliará el conocimiento que se posee sobre el efecto de las retroalimentaciones biogeoquímicas climáticas sobre los sistemas terrestres hasta 2200.

A pesar de que la comunidad científica está prácticamente segura de que la actividad humana ejerce una influencia formidable sobre los patrones climáticos globales y seguirá ejerciéndola en un futuro, todavía no existe un consenso sobre si estos cambios se producirán en este siglo o en un futuro más lejano.

En su artículo, el equipo de científicos dirigido por la Dra. Almut Arneth de la Universidad de Lund (Suecia) explica que la biosfera terrestre es un regulador básico de la química y el clima de la atmósfera. Estudios sobre los cambios climáticos terrestres ocurridos en épocas pasadas han mostrado que la cubierta vegetal y las interacciones entre la atmósfera y la biosfera terrestre sufrieron cambios en cuestión de décadas.

Según el equipo, varios estudios contemporáneos han indicado que la biogeoquímica terrestre responde de manera similar a la contaminación atmosférica y al cambio climático de origen antropogénico. Cabe señalar que, a pesar de la importancia otorgada a las interacciones entre el ciclo del carbono (un ciclo biogeoquímico) y el clima, otras retroalimentaciones biogeoquímicas podrían poseer la misma importancia de cara a prever el cambio climático futuro.

De hecho, la Dra. Arneth y su equipo han realizado una serie de estimaciones sobre la importancia de estas retroalimentaciones biogeoquímicas aún no consideradas. Descubrieron que la combinación del «forzamiento positivo que generan las retroalimentaciones asociadas al carbono, el nitrógeno y la química atmosférica en respuesta al calentamiento antropogénico podría agravar aún más el calentamiento».

«De hecho, el forzamiento positivo biogeoquímico podría compensar el enfriamiento resultante de la fertilización de la biosfera que ejerce el CO2 (dióxido de carbono), un fenómeno que algunos opinan que mitiga el calentamiento», comentan.

No obstante añaden que las estimaciones sirven como guías aproximadas debido a los escasos experimentos cuantitativos realizados. Existen incertidumbres sustanciales, por ejemplo con respecto a la influencia de los cambios de un ciclo biogeoquímico en otros ciclos.

«La magnitud total de las retroalimentaciones biogeoquímicas podría ser similar a las retroalimentaciones del sistema climático físico, pero existen grandes espacios de incertidumbre por lo que se refiere a la magnitud de las estimaciones individuales y al reconocimiento de sinergias entre estos efectos», concluyen.

Vía: Cordis, 26/07/2010
F:http://cordis.europa.eu/fetch?CALLER=ES_NEWS&ACTION=D&SESSION=&RCN=32371

miércoles, julio 28, 2010

La joya amenazada del mar Mediterráneo

Oceana ha apostado por la creación de una nueva zona de protección marina que extienda de las 4.000 actuales a 80.000 el número de hectáreas protegidas frente a Doñana y aguas cercanas. En esta franja existen, según han asegurado, comunidades de corales amenazados, así como un rico ecosistema con abundancia de gorgonias, esponjas y moluscos.

La organización internacional de conservación marina está trabajando, con el apoyo de la Fundación Biodiversidad, por cuarto año en la zona, donde ha hallado especies amenazadas y otras que hasta ahora no se habían encontrado en aguas españolas.

Por medio del catamarán de investigación Oceana Ranger y la lancha de muestreo Oceana Explorer, Oceana ha llevado a cabo más de 50 inmersiones en este entorno para estudiar el ecosistema marino que se extiende entre Mazagón (Huelva) y Rota (Cádiz). Para ello ha contado con submarinistas, un robot submarino (ROV), dragas e instrumentos de medición de temperatura, salinidad o profundidad.

Un cangrejo nadador en la zona de protección propuesta por Oceana. | Carlos Suárez

Un cangrejo nadador en la zona de protección propuesta por Oceana. | Carlos Suárez

Una cuna de biodiversidad

Según afirmaron, durante las investigaciones se han encontrado grandes colonias de coral anaranjado ('Astroides calycularis'), la única especie de coral protegida por la ley española y considerada amenazada por lo limitado de su distribución alrededor del estrecho de Gibraltar, tanto en el Mediterráneo como en el Atlántico.

También se ha hallado otra especie que, de confirmarse, se trataría de coral bonete ('Cladopsammia rolandi'), muy poco conocida, endémica del Mediterráneo y que hasta ahora no había sido encontrada en aguas españolas.

Llaman también la atención los grandes 'bosques' de corales árbol ('Dendrophyllia ramea') que generan grandes comunidades que se extienden por varias hectáreas, o los fondos de ascidias, que incluyen a 'Ectinascidia turbinata', una especie cuyas características químicas son motivo de estudio médico para el tratamiento de distintos tipos de cáncer.

En el Golfo de Cádiz

Esta región también se ha mostrado como un "magnífico lugar" para encontrar especies como los burritos listados ('Parapristipoma octolineatum') o el sargo africano ('Diplodus bellotii').

"Esta zona del golfo de Cádiz alberga una fauna muy rica y diversa, con especies únicas en la península Ibérica, algunas de ellas amenazadas globalmente. La escasez de áreas marinas protegidas hace necesario que se pongan en marcha nuevas iniciativas para proteger estos enclaves", ha declarado el director de Investigación de Ocena Europa, Ricardo Aguilar.

Vía: El Mundo, 28/07/2010

F:http://www.elmundo.es/elmundo/2010/07/28/ciencia/1280307354.html

Los océanos están perdiendo un 1% de fitoplancton al año por el calentamiento

Los microscópicos organismos son la base de la cadena de alimentos marinos, el 'combustible' de los ecosistemas, advierten los científicos.

La concentración en el agua de las algas microscópicas marinas llamadas fitoplancton esta disminuyendo, aproximadamente un 1% por año, debido al cambio climático, según afirman unos científicos que no sólo han medido este declive en los últimos tiempos, sino que se han remontado con sus análisis hasta 1899 haciendo estimaciones a partir de la información histórica existente sobre la transparencia del agua. "El fitoplancton es el combustible de los ecosistemas marinos y una reducción afecta a toda la cadena alimenticia, hasta los humanos", advierte Daniel Boyce, líder de la investigación. "La caída del fitoplancton supone otra importante dimensión del efecto del cambio climático en los océanos, ya de por sí alterados por la sobrepesca y por la contaminación", añade su colega Marlon Lewis.

Esos organismos acuáticos fotosintéticos llamados fitoplancton son de vital importancia porque suponen, en conjunto, aproximadamente la mitad de la producción de toda la materia orgánica terrestre y aportan gran parte del oxígeno a la atmósfera. Influyen en los procesos climáticos y en los ciclos biogeoquímicos como el ciclo del carbono, explica la revista Nature, donde Boyce (Universidad Dalhousie, Canadá) y sus colegas de Alemania y Estados Unidos explican los resultados de la investigación. "Al general aproximadamente la mitad de la producción primaria del planeta, el fitoplancton afecta a la cantidad y diversidad de organismos marinos, mantiene en funcionamiento los ecosistemas marinos y determina el límite superior la pesca", señalan estos tres investigadores", señalan los investigadores.

El declive de este componente esencial de la biomasa es especialmente notable en las regiones polares y en las tropicales, sobre todo en océano abierto, donde la producción de fitoplancton es mayor, y va emparejado con el aumento de la temperatura del agua registrado. También han constatado estos investigadores que el fenómeno oceanográfico cíclico El Niño, en el Pacífico, al generar cambios oceanográficos a corto plazo, afecta al fitoplancton.

Para este estudio global los científicos han utilizado los datos obtenidos desde satélites, con su gran capacidad de adquisición de información y cobertura global en poco tiempo. Pero los registros tomados desde el espacio, que se remontan a 1979, son insuficientes para conocer la tendencia [de concentración de fitoplancton] a un plazo más largo", explican Boyle, Marlon R.Lewis y Boris Worm en su artículo.

¿Hay información sobre esto anterior a la era de la observaciones de la Tierra desde el espacio? Desde mediados del siglo XIX un instrumento esencial de la oceanografía ha sido el llamado disco de Secchi, explican dos especialistas, David A.Siegel y Bryan A. Franz, en su comentario en /Nature/. A Pietro Angelo Secchi le pidió la armada papal que hiciera un mapa de la transparencia del Mediterráneo, e inventó un método sencillo: un disco blanco de 20 centímetros de diámetro que se va hundiendo en el agua hasta que deja de ser visible y entonces se registra la profundidad exacta. "Las medidas tomadas con el disco de Secchi son los únicos datos disponibles para evaluar los cambios globales en la biosfera oceánica hasta el siglo pasado", comentan estos especialistas.

La transparencia del agua está íntimamente relacionada con la concentración de fitoplancton, por lo que Boyce y sus colegas han utilizado esta información para obtener un panorama global y regional. Sus análisis, afirman, muestran que las fluctuaciones del fitoplancton correlacionan fuertemente con los indicadores climáticos a escala de las diferentes cuencas, mientras que la tendencia el declive de su concentración en el siglo XX está relacionado con el aumento de la temperatura del agua en la superficie. La concentración media global de fitoplancton en el Hemisferio Norte, donde está mejor documentada, se ha reducido en un 40% desde 1950.

Vía: El País, 28/07/2010
F:http://www.elpais.com/articulo/sociedad/oceanos/estan/perdiendo/fitoplancton/ano/calentamiento/elpepusoc/20100728elpepusoc_6/Tes

Las bacterias del río Tinto podrían sobrevivir en Marte

El CSIC publica en 'Icarus' el estudio científico sobre la cuenca onubense.

Un experimento, con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha sometido a un grupo de bacterias a las condiciones de vida en Marte y ha comprobado que un alto porcentaje de ellas sobrevive. El trabajo, que ha empleado organismos y muestras extraídos de la cuenca del río Tinto (Huelva) por su similitud al ecosistema marciano, se recoge en la revista Icarus, publicación de la Sociedad Astronómica de EEUU.

La investigación está dirigida por el científico Felipe Gómez, del Centro de Astrobiología (centro mixto del CSIC y el Instituto Nacional de Tecnología Aeroespacial), en Madrid, y se enmarca en el contexto de las futuras misiones de la NASA y la ESA en el planeta vecino. "Una vez probada la existencia de agua en el pasado y con los indicios indirectos que tenemos, que apuntan la posible presencia de agua en la actualidad, el siguiente paso de las expediciones a Marte será conocer el subsuelo del planeta. Nuestro experimento ha evaluado las condiciones de habitabilidad en este medio".

"La radiación en Marte es muy alta, lo cual genera mucho estrés oxidativo que parece impedir la vida en la superficie. Queríamos saber si, bajo la protección que ofrece el subsuelo, ésta sería posible", añade el investigador.

Los datos que han facilitado las sondas que han viajado a Marte han revelado el alto contenido de minerales de hierro en el planeta. Por ello, a la hora de elegir un ser vivo terrestre con el que realizar pruebas de habitabilidad, los investigadores se decantaron por bacterias quimiolitotrofas, muy relacionadas con el ciclo del hierro. "Se desarrollaron pequeñas pastillas de minerales de hierro que simulaban polvo superficial marciano (conocido como regolito), que se depositaron encima de las bacterias", explica Gómez.

Tras ello, las bacterias fueron sometidas a condiciones muy restrictivas, similares a las marcianas: presiones de 7 milibares, temperaturas que superaban los 170 grados centígrados y condiciones relativas con alta presencia de rayos UV.

Según los autores, los análisis arrojaron altos niveles de supervivencia. Tras un periodo de exposición largo, las supervivencias de bacterias se situaban por encima del 35% cuando éstas estaban protegidas por una capa de subsuelo escasa, de tan sólo dos milímetros. Cuando se aumentó la capa protectora a 5 milímetros, los niveles de supervivencia llegaron al 40% y, al repetirse el experimento con periodos más cortos, se alcanzó el 50%. "Los resultados determinan claramente la viabilidad de estos grupos bacterianos en un ambiente tan restrictivo como el del estudio. Hay que tener en cuenta que sometimos a las bacterias a condiciones mucho más duras de las que se pueden dar en multitud lugares de Marte a lo largo del año", indica Gómez.

*Estudios previos a la llegada de Mars Science Laboratory*

El estudio de Gómez y su equipo aporta datos preparatorios para los trabajos que realizará la sonda Mars Science Laboratory de la NASA, cuyo lanzamiento está previsto en 2011 y que cuenta con participación del Centro de Astrobiología. "Esta misión pretende estudiar las posibilidades de presencia de rastros de vida y habitabilidad en la superficie marciana. La investigación que hacemos aquí, en La Tierra, es preparatoria para el trabajo definitivo en Marte que será el que determine la existencia de vida o no en ese planeta", aclara Gómez.

Vía: El País, 28/07/2010.
F:http://www.elpais.com/articulo/sociedad/bacterias/rio/Tinto/podrian/sobrevivir/Marte/elpepusoc/20100728elpepusoc_2/Tes

miércoles, julio 21, 2010

Los bosques del planeta, medidos desde satélite

Tres satélites ha utilizado la NASA para tomar los datos con los que se ha confeccionado un mapa global de la altura de los bosques, el primer de este tipo, asegura la agencia.

El mapa servirá a los científicos para hacer la estimación de cuánto carbono está almacenado en los bosques mundiales y calcular la velocidad del ciclo del carbono entre los ecosistemas y la atmósfera. Existen mapas regionales y locales de la altura de los boques, pero el nuevo es el primero que abarca todo el planeta utilizando un método uniforme de toma de datos.

El mapa muestra que los árboles más altos del planeta están en América del Norte y al noroeste del Pacífico, además de algunas zonas del sureste asiático; los más bajos se encuentran en las franjas septentrionales de Canadá y Eurasia. En concreto, los bosques de especies como el abeto de Douglas, la tuya o la sequoia tienen las copas más altas (por encima de los 40 metros), mientras los bosques boreales de píceas, algunos tipos de abeto, pinos y alerce, no superan normalmente los 20 metros de altura. Algunas zonas no alteradas de bosque húmedo tropical están en torno a los 25 metros, más o menos la misma altura de los robles, hayas y abedules de zonas templadas de Europa y gran parte de Estados Unidos.

Para confeccionar este mapa, Michael Lefsky (científicos de la Universidad de Colorado) ha utilizado los datos tomados por los satélites Terra, Aqua y IceSat. Gracias a la tecnología láser denominada lidar, se captan desde satélite cortes verticales de la altura de las copas de los bosques. Se emiten pulsos de luz desde el equipo en órbita hacia el suelo y se observa el retraso del rebote en el suelo respecto al de la parte superior de los árboles, de manera que el análisis de esa información permite conocer la estructura del conjunto. Con el lidar se toman en segundo los datos que se tardaría semanas en recoger directamente sobre el terreno, afirma Lefsky.

Más de 150 millones de pulsos de láser tomados durante siete años desde satélite se han utilizado para completar el nuevo mapa. Como la información tomada con el lidar supone sólo una pequeña fracción de los bosques del planeta, Lefsky la ha combinado los datos con los captados mediante diferentes instrumentos en órbita que cubren áreas más amplias en sus observaciones, aunque no proporcionan el perfil vertical de los árboles.

Las actividades humanas emiten cada año a la atmósfera unos 7.000 millones de toneladas de carbono, la mayor parte en forma de CO2; de ellos, tres millones se quedan en la atmósfera y dos son absorbidos por los océanos. Sobre los otros dos restantes los científicos tienen dudas, aunque sospechan que los bosques, por la fotosíntesis, capturan y almacenan en forma de biomasa más carbono de lo que se piensa, explica la NASA en un comunicado. Por ello, el nuevo mapa global de los bosques debe servir para explicar mejor todo el ciclo y mejorar los modelos climáticos con inventarios de biomasa más precisos.

Vía: El País, 21/07/2010
F:http://www.elpais.com/articulo/sociedad/bosques/planeta/medidos/satelite/elpepusoc/20100720elpepusoc_9/Tes

martes, julio 20, 2010

Corales de aguas profundas en el mar de Alborán

Grandes colonias de corales blancos, con una rica fauna asociada, han sido descubiertas en aguas españolas, en el Mar de Alborán (entre la península Ibérica y la costa marroquí), y son especialmente ricas a profundidades de entre 300 y 500 metros.

Las colonias de corales vivos coexisten con grandes extensiones de corales muertos, según informa la asociación medioambiental Oceana, cuyo catamarán de investigación Oceana Ranger, ha descubierto el arrecife de Alborán en una campaña cofinanciada por la Unión Europea. La pesca (de arrastre de fondo y el palengre) es su principal amenaza para estos corales, pero no la única.

"Hallazgos como el arrecife de coral de Santa María di Leuca, en Italia, o de los cañones de Creus y Palamós, en Cataluña, habían abierto la esperanza sobre la posibilidad de que aún existieran nuevos arrecifes de corales de profundidad por descubrir", explica Oceana en un comunicado. "Este nuevo arrecife hallado en Alborán es uno de los más importantes del Mediterráneo, pero también uno de los más amenazados, ya que la mayoría de las colonias están muertas o se encuentran en peligro por las actividades de pesca que se realizan en la zona". Oceana está estudiando el área para su posible protección.

Los corales han sido observados y fotografiados con un robot submarino. Las colonias que están vivas, dicen los expertos, sufren un serio deterioro. Se cree que la mitad de los arrecifes de corales blancos del Atlántico han desaparecido ya, y en el Mediterráneo la situación parece ser peor. Muchas investigaciones sólo encuentran corales muertos que antes debieron formar grandes arrecifes en las profundidades del mar. En Alborán los corales blancos se entremezclan con corales negros, corales látigo, esponjas de cristas y otras especies de esas profundidades. Además, estas colonias son el hábitat y zona de reproducción de numerosas especies, no sólo de peces, que resultan amenazadas al colapsar los corales.

"Los corales y esponjas de profundidad están entre los animales más antiguos, crecen sólo unos pocos milímetros anuales y pueden llegar a vivir miles de años", explican los científicos de Oceana. Dos tercios de todas las especies de coral son de aguas profundas o frías.

La investigación de las aguas de Alborán es un desarrollo del programa Life+Indemares, coordinado por la Fundación Biodiversidad, para contribuir a la protección y uso sostenible de la biodiversidad marina en aguas españolas, centrándose en diez áreas y con el objetivo de conocer sus valores naturales, proponiendo su protección, si es necesario, en la Red Natura 2000.

La pesca destructiva, el tráfico marítimo intenso, los vertidos contaminantes, la destrucción del litoral, las explotaciones de gas y petróleo y el cambo climático están afectando muy negativamente a este mar de la costa peninsular, rico en biodiversidad.

Participan en Life+Indemares, Además de Oceana, el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Medio Marino, el Instituto Español de oceanografía, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, la asociación Alnitak, la Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos, la Sociedad para el Estudio de los Cetáceos en el Archipiélago Canario, Seo/BirdLife y WWF España. El proyecto se desarrolla entre 2009 y 2013 y cuenta con un presupuesto de 15,4 millones de euros, cofinanciado por la Comisión Europea en un 50%.

Vía: El País, 20/07/2010
F:http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Corales/aguas/profundas/mar/Alboran/elpepusoccie/20100719elpepusoc_5/Tes

Así cambia el suelo del mundo

Bajo nuestros pies flotan inmensas plataformas de roca. Gigantescas balsas de piedra que se unen o separan modelando los continentes, que chocan entre sí creando nuevas cordilleras o abriendo cicatrices profundas en los fondos oceánicos.

Los científicos son capaces de calcular y medir los movimientos de las placas tectónicas con gran precisión pero, para ser sinceros, lo cierto es que aún no tienen muy claro qué es exactamente lo que hace que se muevan. Ahora, un grupo de geólogos australianos parece haber dado con la explicación. Su investigación aparece en la revista Science.

Al parecer, la clave está en las zonas de subducción, aquellas en que las placas se encuentran y se deslizan unas bajo otras en las grandes fosas oceánicas, un proceso que arrastra y condiciona sin remedio al resto de la placa en movimiento. Un concepto "hermoso y realmente simple", según el geofísico Donald Forsyth, de la Universidad de Brown y uno de los autores del estudio. Un concepto que, además, es capaz de explicar, por ejemplo, la razón por las que no todas las placas se mueven a la misma velocidad, una cuestión que traía a los geólogos de cabeza.

Algunos, en efecto, sugerían que el manto terrestre que fluye bajo las placas es el responsable de su movimiento (como el agua lo es del de los bloques de hielo flotantes) y que la velocidad sólo depende de la mayor o menor viscosidad del manto en cada punto. Otros, por el contrario, argüían que las regiones más antiguas de las placas tectónicas se han enfriado más y se han vuelto, por lo tanto, más densas, y que es precisamente el grado de densidad lo que determina su velocidad de deslizamiento sobre el manto.

Pero el equipo de científicos dirigido por Wouter Schellart, de la Universidad de Monash en Melbourne, ha encontrado otra explicación bien distinta. De hecho, según sus resultados, la velocidad de movimiento de las placas tectónicas depende del ancho de sus respectivas zonas de subducción. La nueva teoría se ha demostrado capaz, entre otras cosas, de explicar por qué la placa australiana se mueve mucho más rápido que las demás, o la razón por la que las cordilleras de América del Norte se están desintegrando tan rápidamente.

Schellart y sus colegas analizaron, durante su trabajo, 15 grandes placas tectónicas, otras 30 más pequeñas y todas las zonas de subducción conocidas del planeta. Y encontraron un patrón muy claro: "El espesor que tiene la placa que se desliza bajo otra en la zona de subducción -explica Schellart- determina tanto la velocidad de la placa como de su borde en la zona de subducción".

En sus simulaciones informáticas, los investigadores se dieron cuenta de que las placas pueden hundirse en el manto en ángulos muy diferentes, incluso de forma vertical. Y el manto, igual que el agua hacia una superficie plana que intenta hundirse, ofrece distintos grados de resistencia, según sea el ángulo de penetración de la placa. A mayor resistencia, menor velocidad de deslizamiento, algo que afecta no solo a la zona de subducción, sino a toda la placa.

El fenómeno es, según los científicos, responsable de acontecimientos tales como la rápida desintegración de las cordilleras de América del Norte. De hecho, hace unos 50 millones de años, la antigua placa sobre la que hoy se encuentran los Estados Unidos, se movía a cerca de diez cm por año.

Pero hace unos 30 millones de años se partió en dos, y la mitad resultante ya no tenía el espesor suficiente como para soportar las cordilleras que se formaron rápidamente sobre ella. Durante este periodo, la zona de subducción se redujo de 14.000 km a sólo 1.400 km, lo que redujo drásticamente la velocidad de la placa, que hoy es de apenas dos cm por año.
José Manuel Nieves

Vía: ABC, 20/07/2010
F:http://www.abc.es/20100719/ciencia/cambia-aspecto-mundo-201007191219.html

Ratas y lagartos gigantes, la fauna desaparecida de Canarias

En tubos volcánicos y dunas fosilizadas de Canarias se han encontrado restos de especies ya desaparecidas de ratas gigantes, lagartos y tortugas terrestres tan grandes como las de Galápagos, y cuya extinción continúa siendo un misterio, afirma la paleontóloga Esther Martín.

La investigadora, que es conservadora de Geología y Paleontología del Museo de Ciencias Naturales de Tenerife, señala en una entrevista a Efe que se desconoce el importante patrimonio paleontológico canario, como por ejemplo, conchas de moluscos de hace millones de años y lagartos que podían medir entre 1,20 y 1,50 centímetros del hocico a la cola, desconocimiento que lo hace aún más frágil.

Esther Martín explica que aún se sabe muy poco de las tortugas gigantes que habitaron en las islas y que se han encontrado en Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria y sur de Tenerife.

De estos animales se han hallado pocos restos, fundamentalmente de caparazón, huesos y huevos, incluso nidos totalmente petrificados, pero no se sabe aún por qué se extinguieron.

En el caso de Tenerife se piensa que las tortugas gigantes desaparecieron por las erupciones volcánicas, ya que sus restos han aparecido mezclados con cenizas y material volcánico del sur de la isla.

Probablemente había tortugas gigantes distribuidas por toda la isla pero sólo se han hallado restos en el sur, algo que también es otro misterio, y los paleontólogos se preguntan qué ocurrió en el resto del archipiélago, pues en Gran Canaria también aparecieron asociadas a material volcánico, pero no así en Lanzarote y Fuerteventura.

En estas últimas islas se han hallado restos de tortugas, incluso nidos petrificados con huevos, en las dunas fosilizadas, las más antiguas de Canarias, que han quedado fijas y se han consolidado hasta convertirse prácticamente en una roca.

Las ratas gigantes, que se han encontrado en Tenerife y en Gran Canaria, podían medir tanto como un gato y previsiblemente fue la entrada de carnívoros asociados al hombre y de las ratas actuales lo que contribuyó a su desaparición.

En el caso de los lagartos gigantes, su extinción probablemente se debió, entre otros motivos, a que los aborígenes se los comían, ya que suponían un aporte de proteínas en épocas de escasez.

La paleontóloga subraya que entre las especies que ya no se encuentran en el archipiélago también había gasterópodos terrestres, más abundantes que en la actualidad, que proliferaron durante períodos de mayor humedad hace unos miles de años.

En este caso un equipo de geólogos, paleontólogos y malacólogos de la Universidad de La Laguna está desarrollando un proyecto de investigación para estudiar los cambios producidos en este grupo biológico en los últimos miles de años.

En cuanto a los fósiles marinos más antiguos de Canarias, la paleontóloga explica que los restos más antiguos se encuentran en los sedimentos de Ajuí (Fuerteventura), que abarcan una periodo de tiempo entre los 140 millones de años (Jurásico) hasta hace unos 60 millones de años (final del Mezosoico).

Añade Esther Martín que también se han descrito fósiles marinos, en concreto moluscos, exclusivos de las islas, como un gasterópodo encontrado en la llamada "Terraza de Las Palmas" de Gran Canaria, un yacimiento marino de en torno a 6 o 7 millones de años.

Este es uno de los mejores yacimientos paleontológicos que existió en Canarias por la diversidad de sus fósiles, y que ya citaba en el siglo XIX el inglés Charles Lyell, considerado el padre de la geología moderna, y que visitó Canarias.

Sin embargo, este yacimiento, situado a entre 30 y 60 metros de altura, ha sido destruido por la urbanización de la ciudad y sólo en algunas zonas muy restringidas se pueden observar restos fósiles.

En el yacimiento se encontraron en su momento erizos de varios centímetros de longitud, dientes de tiburones y de peces, parte de los cuales se conservan en el Museo Canario y, en menor cantidad, en el Museo de Ciencias Naturales de Tenerife.

Esta última isla tiene un registro paleontológico escaso porque es más joven, y los materiales volcánicos han cubierto posibles yacimientos antiguos, pero los paleontólogos "siguen buscando donde hay probabilidad de que haya algo", detalla la investigadora.

Por ejemplo, en la zona de Anaga, cerca del caserío de Tachero, hay un yacimiento marino que quedó al descubierto tras una tormenta con oleaje muy fuerte.

En la zona de Teno (Buenavista del Norte) hay otro yacimiento marino más reciente que supone "un trabajo pendiente" para los paleontólogos porque tiene "unas características muy especiales", añade Esther Martín.

Vía: La Provincia, 20/07/2010
F:http://www.laprovincia.es/sociedad-gente/2010/07/20/ratas-lagartos-gigantes-fauna-desaparecida-canarias/312887.html

viernes, julio 09, 2010

La respiración de la Tierra

La interacción entre la cubierta vegetal del planeta y la atmósfera es obvia, y los científicos del cambio climático cuentan con ella, pero hasta ahora dicha interacción estaba envuelta en incertidumbres dada la complejidad de los procesos, incertidumbres incómodas en los modelos climáticos que se utilizan para hacer proyecciones a décadas vista.

Ahora dos equipos científicos internacionales, gracias a los datos tomados durante diez años en 250 estaciones repartidas por todo el mundo, han logrado determinar parámetros esenciales de la respiración global del planeta: las plantas absorben cada año 122.000 millones de toneladas de dióxido de carbono mediante la fotosíntesis, y el 34% del total corresponde a las selvas tropicales, seguidas, con un 26%, por las sabanas, aunque estas últimas ocupan el doble de territorio. Hasta ahora sólo había estimaciones sobre estos parámetros fundamentales.

Un segundo estudio, muestra que la cantidad de CO2 que los ecosistemas exhalan apenas depende de las variaciones de temperatura, pero sí del agua disponible. Los especialistas explican que estos dos estudios son fundamentales para mejorar el conocimiento del cambio climático porque, como dicen los científicos de la Sociedad Max Planck alemana, "el clima es muy temperamental, innumerables factores están implicados y muchos mecanismos de interacción potencian procesos como el efecto de los gases de invernadero originados en la actividad humana".

Gracias a las medidas continuadas que se han tomado en diferentes partes del mundo por las estaciones de la red Fluxnet, proyecto puesto en marcha hace una década para hacer el seguimiento de los intercambios entre los ecosistemas terrestres y la atmósfera, los científicos han logrado datos de cuánto carbono fijan las plantas en la fotosíntesis y cómo los exhalan en la llamada respiración. Los resultados de las investigaciones de dos equipos, liderados por científicos de la Max Planck, se dan a conocer en la revista Science.

El trabajo de Christian Beer y sus colegas no sólo permite hacer una evaluación global del CO2 fijado en la fotosíntesis de las plantas (la llamada Producción Bruta Primaria, o GPP, en sus siglas en inglés), sino que detalla su distribución espacial. "La GPP contribuye al bienestar humano como base de la alimentación, fibra y producción de madera. Además, junto con la respiración de las plantas, es uno de los principales procesos que controlan el intercambio suelo-atmósfera de CO2, dando a los ecosistemas terrestres la capacidad de contrarrestar, en parte, las emisiones de origen humano", señalan estos científicos en Science.

El segundo estudio se centra directamente en la respiración de los ecosistemas y los factores que la acentúan. Pese a que se había especulado acerca de la notable influencia de los cambios de temperatura en este proceso metabólico por el que los organismos devuelven CO2 a la atmósfera, los resultados ahora presentados sorprenden no poco incluso a los autores de la investigación: la respiración de los ecosistemas es poco sensible a los cambios de temperatura del aire, pero es muy sensible a las precipitaciones. Miguel D. Mahecha y sus colegas han analizado 60 ecosistemas diferentes y han descubierto que "la disponibilidad de agua, en concreto, juega un papel decisivo en el ciclo del carbono de los ecosistemas". Ellos han analizado zonas de sabana, de selva tropical, de bosques centroeuropeos y de ecosistemas agrícolas "y nos ha sorprendido que reaccionan de forma relativamente uniforme a las variaciones de temperatura", señalan.

Vía: El País, 09/07/2010
F:http://www.elpais.com/articulo/sociedad/respiracion/Tierra/elpepusoc/20100708elpepusoc_8/Tes

miércoles, julio 07, 2010

Hallados los restos de agua líquida más reciente en Marte

El agua esencial para la vida fluyó en Marte mucho más tiempo del que se pensaba hasta ahora, gracias al impacto de enormes meteoritos.

Los choques abrieron fuentes similares a los volcanes submarinos de la Tierra, donde se piensa que pudieron surgir las primeras células terrestres. Así lo explica un estudio liderado por investigadores españoles y que ha aportado la prueba más concluyente hasta la fecha de que hubo abundante agua líquida en Marte durante cientos de millones de años.

Las pruebas, publicadas en PNAS, se basan en los filosilicatos, unos minerales que sólo se forman en abundancia de agua líquida. Los expertos los han hallado en un cráter próximo al ecuador marciano llamado Toro, en honor a la localidad homónima de Zamora.

"En aquel momento, hace unos 3.600 millones de años, la zona era un extenso páramo volcánico que cubría sedimentos anteriores formados por ríos y lagos", explica el español Alberto Fairén, primer autor del estudio e investigador del Centro Ames de la NASA en California. "Al impactar el meteorito, desenterró sedimentos ricos en filosilicatos e inyectó la energía suficiente en el subsuelo como para generar un entorno de aguas hidrotermales de cerca de 100 km2, donde se sintetizaron nuevos filosilicatos", detalla.

A partir de 2006, se descubrieron las primeras pruebas de filosilicatos en Marte gracias a las imágenes obtenidas por la sonda de la ESA Mars Express y la de la NASA Mars Reconnaissance Orbiter. Los minerales abundaban, sobre todo en el interior de los cientos de cráteres que abrieron los meteoritos en la superficie del planeta rojo. Los primeros estudios concluyeron que estos minerales fueron desenterrados por el impacto y datan de épocas cercanas al nacimiento del planeta, hace unos 4.600 millones de años. Sin embargo, hasta ahora no se ha podido confirmar que fuera así.

El equipo de Fairén, que ha trabajado con otros españoles como el investigador del Centro de Astrobiología de Madrid Ricardo Amils, así como con expertos europeos y estadounidenses, ha confirmado esa hipótesis, pero también la ha contradicho. Por un lado, su trabajo asegura que la mayoría de los silicatos que se extienden por los cráteres son de origen antiguo. Pero también han demostrado que, en el centro del boquete, donde la temperatura fue mayor, los silicatos antiguos desaparecieron y se formaron otros, por lo que tuvo que haber un flujo de agua más reciente.

TEMPERATURA LÍMITE

"Nuestra investigación demuestra que existen filosilicatos de edades diferentes, lo que implica que hubo agua líquida abundante en lugares concretos de Marte mucho más tarde de lo que se pensaba hasta ahora", explica Fairén. La manera de probarlo ha sido calentar filosilicatos hasta temperaturas como las que se alcanzaron en el interior de Toro, unos 600 ºC. El equipo comprobó así que hasta esa temperatura los minerales permanecen intactos, por lo que los filosilicatos que no están en el centro del boquete provienen de capas de terreno más antiguas. Usando imágenes de las dos sondas marcianas, los expertos observaron que también hay filosilicatos en el centro del cráter que tuvieron que formarse tras el impacto del meteorito, lo que retrasa la presencia de agua líquida en el planeta unos 600 millones de años, según los autores.

"La presencia de agua líquida más reciente implica que las temperaturas no eran tan frías y que la acidez de las aguas era neutra, lo que facilitaría la aparición de vida", explica Ricardo Amils. El experto señala que habrá que observar qué sucede en otros cráteres. Ahora comienza la batalla entre los diferentes grupos investigadores, o como señala el científico español, "un juego entre caballeros para descubrir los filosilicatos más recientes de la historia de Marte".
Nuño Domínguez

Vía: Público, 07/07/2010
F:http://www.publico.es/ciencias/326474/hallados/restos/agua/liquida/reciente/marte

Diez raras criaturas de las profundidades, halladas en el Atlántico

Un grupo de científicos de la Universidad de Aberdeen (Escocia) ha descubierto en el Océano Atlántico más de diez posibles nuevas especies marinas, algunas de ellas tremendamente extrañas, que, según ellos, han revolucionado su pensamiento acerca de la vida en los fondos abisales. A juicio de los investigadores, los animales, capturados durante seis semanas a bordo del barco RRS James Coo, pueden estar cerca del eslabón perdido evolutivo entre los animales vertebrados y los invertebrados.

La misión de los científicos de Aberdeen consistía en completar la última etapa de MAR-ECO, un programa internacional de investigación que forma parte del Censo de la Vida Marina -la mayor muestra de la distribución de animales marinos entre Islandia y las Azores-. Realizaron más de 300 horas de buceo con ayuda de un vehículo de inmersión profunda, el robot Isis, con el que se rastrearon las llanuras, acantilados y laderas de la cordillera submarina gigante que divide el océano Atlántico en dos mitades, al este y al oeste, a profundidades de 700 a 3.600 metros.

La investigación se centró en dos áreas: una por debajo de las aguas frías del norte de la Corriente del Golfo y las aguas más cálidas del sur. «Nos sorprendió mucho la diferentes que pueden ser los animales a ambos lados de la cresta (de la cordillera submarina) a sólo decenas de kilómetros de distancia», explica el profesor Monty Priede, director del Oceanlab de la Universidad de Aberdeen.

EL ESLABÓN PERDIDO

En el noreste los erizos de mar dominaban las llanuras, y los acantilados estaban llenos de esponjas, corales y otras formas de vida. En el noroeste, las llanuras eran el hogar de los gusanos enteropneust. Sólo unos pocos especímenes habían sido observados anteriormente en el Pacífico. «Estos gusanos son miembros de un pequeño grupo de animales cercano al eslabón perdido en la evolución entre vertebrados e invertebrados», asegura Priede. «No tienen ojos, no tiene órganos obvios para los sentidos ni cerebro, pero hay una cabeza y una cola». Uno de ellos fue descubierto mostrando una rudimentaria forma de nadar.

Al final de la expedición, tres especies diferentes de este gusano fueron descubiertas, cada una de un color rosa, púrpura o blanco, con diferentes formas. Los animales serán estudiados por especialistas.

Vía: ABC, 07/07/2010
F:http://www.abc.es/20100706/ciencia/diez-raras-criaturas-profundidades-201007061910.html

jueves, julio 01, 2010

«Arqueólogos galácticos» revelan el violento origen de la Vía Láctea

Muchas de las estrellas más antiguas de la Vía Láctea, la galaxia en que vivimos, no nacieron en su seno sino que son restos de otras pequeñas galaxias que chocaron violentamente entre ellas o fueron "apartadas" por la nuestra hace cerca de cinco mil millones de años.

Esa es la conclusión principal de un estudio, basado en simulaciones informáticas, llevado a cabo por científicos del Instituto de Cosmología Computacional de la Universidad de Durham, el Instituto Max Planck de Astrofísica y la Universidad holandesa de Groningen.

Las simulaciones revelan que las estrellas más antiguas, que se encuentran en el halo de escombros estelares que rodea la Vía Láctea son, en su mayor parte, restos de otras galaxias más pequeñas que chocaron violentamente unas contra otras.

Algo que, por otra parte, coincide con las predicciones de los cosmólogos, que apuntan a que el Universo, en su juventud, estuvo lleno de una auténtica legión de pequeñas galaxias que tuvieron existencias tan cortas como violentas. Estas galaxias, chocando continuamente entre sí, habrían dejado tras ellas gran cantidad de escombros y residuos, materiales que después se unieron adoptando las formas galácticas que hoy nos son familiares.

Andrew Cooper, autor principal del estudio (que se publica en el boletín mensual de la Royal Astronomical Society británica, afirma que "efectivamente, nos hemos convertido en arqueólogos galácticos, a la caza de lugares en las que antiguas estrellas estén esparcidas alrededor de nuestra galaxia".

"Nuestras simulaciones -continúa el científico- muestran cómo estas auténticas reliquias de nuestra galaxia actual están relacionadas con acontecimientos de un pasado lejano. Igual que los antiguos estratos de roca revelan la historia de la Tierra, el halo estelar preserva el registro del dramático periodo inicial en la vida de la Vía Láctea, que terminó mucho antes del nacimiento del Sol".

Las simulaciones informáticas comienzan en el mismísimo Big Bang, hace más de trece mil millones de años, y utilizan las leyes universales de la Física para simular la evolución de la materia (ordinaria y oscura) y las estrellas. Estas simulaciones, las más realistas realizadas hasta el momento, son capaces de bucear hasta en los menores detalles del halo galáctico e introducir variables que revelan su evolución. Una de cada cien estrellas de la Vía Láctea se encuentra en su halo, que es mucho mayor que el disco espiral y brillante que forma el cuerpo de la galaxia. Y resulta que muchas de esas estrellas son tan viejas como el Universo mismo.

"Nuestros datos -dice por su parte Carlos Frank, director del Instituto de Cosmología Computacional de la Universidad de Durham- ayudarán a comprender los caminos y tribulaciones de nuestra galaxia en una forma similar a como los arqueólogos descubren cómo vivían los antiguos romanos a partir de los artefactos que dejaron tras de sí".
José Manuel Nieves

Vía: ABC, 01/07/2010
F:http://www.abc.es/20100630/ciencia/arqueologos-galacticos-revelan-violento-201006301137.html

Un fósil revoluciona el origen de la vida compleja

En algún momento de la historia del planeta, los primeros organismos vivos, unos vulgares microbios de una sola célula, se decidieron a cooperar y a unirse formando estructuras cada vez más complejas que, tras cientos de millones de años de evolución, acabaron desembocando en lo que usted tiene en la cabeza: un equipo perfecto compuesto por 100.000 millones de neuronas capaces de componer una canción, memorizar la lista de los reyes godos o criticar con rigor al Gobierno.

Hasta ahora, se pensaba que este salto cualitativo se dio hace unos 600 millones de años, en una época en la que sólo habría virus y bacterias sobre la faz de la Tierra, pero un equipo internacional de científicos revela un turbador hallazgo que pone todo patas arriba. El grupo, dirigido por Abderrazak El Albani, del Centro Nacional de Investigación Científica francés, ha hallado en un yacimiento de Gabón lo que a ojos de un profano parecen "galletas", como describen los científicos, pero son en realidad fósiles de organismos pluricelulares que vivieron hace 2.100 millones de años. Fueran lo que fueran, habitaron el planeta 1.500 millones de años antes de la explosión cámbrica, cuando se suponía que aparecieron de manera repentina los animales multicelulares.

El Albani admite que su descubrimiento genera "muchísimas" más preguntas que respuestas. ¿Por qué la evolución tardó tanto en despegar si ya había organismos pluricelulares vagando por la Tierra hace 2.100 millones de años? ¿Qué pasó en los siguientes 1.500 millones de años en los que el registro fósil está vacío? ¿Qué era aquel bicho?

De momento, se sabe poco. Los investigadores explican en la revista Nature que aquellos seres medían hasta 12 centímetros y vivían en comunidades en el lecho marino, a unos 25 metros de profundidad. Han encontrado unas 250 galletas, concentradas en unos pocos metros cuadrados.

¿ANIMALES?

"Está claro que eran animales, vegetales, algas u hongos, pero hace falta más investigación para aclararlo", señala El Albani. Su hipótesis es que estos organismos nacieron tras la Gran Oxidación, hace 2.400 millones de años, cuando surgieron las primeras bacterias capaces de liberar oxígeno y la atmósfera de la Tierra se transformó. Poco después, hace 1.900 millones de años, el oxígeno cayó de manera brusca y provocó "una marcha atrás" en la evolución hacia formas de vida menos complejas. Eso explicaría el agujero en el registro fósil hasta la explosión cámbrica.

El investigador del CSIC Juan Manuel García Ruiz, director del Laboratorio de Estudios Cristalográficos, es más escéptico: "Hay que recibir estos estudios sobre el origen de la vida con cautela, porque pueden cometer errores al datar las rocas o al interpretar su morfología. Se han publicado muchos anuncios similares y luego han dado marcha atrás".
Manuel Ansede

Vía:Público, 01/07/2010
F:http://www.publico.es/ciencias/325089/fosil/revoluciona/origen/vida/compleja