Ha ocurrido en un colegio público del barrio bilbaíno de Txurdinaga, donde hace unas semanas se localizaron varios ejemplares en los jardines del patio. Tras activarse el protocolo de seguridad, un análisis a cargo de expertos municipales dictaminó la toxicidad de los hongos, cuya colonia fue inmediatamente extinguida sin ninguna consecuencia para la población escolar.
El descubrimiento corrió a cargo del conserje cuando inspeccionaba los parterres que rodean el edificio. 'No eran demasiados; habría unos corros de unos veinte o treinta', han explicado fuentes del propio colegio. La dirección puso los hechos en conocimiento del área de Salud y Consumo del Consistorio, que dispone de un servicio especial de identificación de setas.
Técnicos del departamento se trasladaron hasta el centro docente para realizar un reconocimiento 'in situ'. Recogieron diversas muestras y se las llevaron al laboratorio para efectuar un estudio morfológico, según confirmaron fuentes municipales. El resultado determinó que las setas eran tóxicas, aunque las mismas fuentes no precisaron en qué grado.
Establecido el riesgo que podrían entrañar para los alumnos, se ordenó acabar con los nacimientos detectados. El centro escolar volvió a actuar con rapidez. Uno a uno, podó todos los hongos. El jardín, que acoge especies arbóreas de notable interés botánico, quedó despejado de setas, aunque los especialistas del Ayuntamiento recomendaron 'peinar' la hierba con especial celo durante un tiempo, ya que se pueden reproducir.
Los padres que ayer por la tarde acudieron a buscar a sus hijos a la puerta del colegio desconocían que se hubiera producido esta situación. 'Es la primera noticia que tengo', comentaba más de uno. Todos ellos aprobaron, no obstante, la diligencia de los responsables del centro educativo. 'Es necesario que se controlen estos espacios porque los críos cogen todo lo que encuentran', declaró una madre, mientras sujetaba a su hija de cuatro años de la mano.
'¿Tú viste alguna seta?', le preguntaba un padre a su hijo de siete años. 'Sí, pero no la toqué. Markel sí, y otra niña agarró una por el rabo', le explicaba, con la boca repleta de migas de pan.
1.031 consultas El desconocimiento es el peor enemigo de aquellos que se topan con una seta. ¿Será venenosa o no? Esa es la primera pregunta que debe plantearse una persona antes de manipular cualquier especie. Contactar con expertos en la materia antes de dar pasos en falso es vital. El Ayuntamiento de Bilbao cuenta con una oficina, situada en la calle Luis Briñas, en la que se despejan al momento todas las dudas sobre la naturaleza de cada variedad.
Cerca de 390 personas se acercaron el año pasado hasta las dependencias municipales, que registraron un total de 1.031 consultas. De todas las especies presentadas, 82 resultaron ser tóxicas, once de ellas muy peligrosas y, en ocasiones, hasta mortales.
Vía: Terra
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