El Centro Iberoamericano de la Biodiversidad (CIBIO), con sede en la Universidad de Alicante, ha creado el primer banco de semillas de plantas medicinales y aromáticas en España para conservar las especies en peligro de extinción y aquellas que tienen cualidades útiles para la salud.
EFE Además, este banco ha contribuido a configurar un "archivo" de información genética de las especies y sus variedades que permite el intercambio de información con otras instituciones científicas, ha indicado a EFE el director de la estación biológica de Torretes-Font Roja del CIBIO, Segundo Ríos.
Según Ríos, el material genético que se ha analizado en las plantas cuyas semillas se conservan en el banco facilita la identificación de "los principios activos" que, posteriormente, son aplicables a la industria farmacéutica, por ejemplo. El análisis de las propiedades se realiza "en vivo", es decir, en la planta cultivada, de la que luego se extraen las semillas.
El banco de semillas del CIBIO contiene unas 1.000 simientes de unas 400 especies, que se conservan en cámaras congeladoras a 20 grados bajo cero, después de haber sido sometidas a un proceso de extracción de la humedad. Entre las especies que se conservan en ese banco destacan la "Artemisa arboleste", que ataca los parásitos intestinales; la "Ruda graveolens", que regula la menstruación y es recomendable para las mujeres que entran en la menopausia, o el "Dictamnus hispanicus", que se utiliza en la elaboración de licores de hierbas, al ser un buen digestivo.
Todas estas especies son autóctonas de los ecosistemas mediterráneos, ha explicado el experto, quien ha precisado que algunas están desapareciendo a causa de los cambios en el estilo de vida. En este sentido, Ríos ha resaltado que, en las décadas de los 30 y 40 del siglo pasado, estas plantas "crecían alrededor de las masías", aunque la desaparición de este tipo de vivienda y de la ganadería ha acelerado el riesgo de extinción de esas especies.
El banco de semillas del CIBIO, que se complementa con otro de tejidos vegetales "in vitro" y una colección de plantas cultivadas, posibilita la incorporación de simientes recibidas desde otras regiones y países para evitar su total desaparición. El experto ha asegurado que el CIBIO realiza intercambios con jardines botánicos de Europa, norteamérica y Australia.
Vía: La Provincia, 08/12/08
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