Un manojo expuesto al sol puede proporcionar 400 IU de la vitamina
La figura de una seta, uno de los hongos más conocidos (del latín fungus, ; también conocida como champignon o champiñón) es figura común en los cuentos infantiles, como casa de un duende o un hada. En la naturaleza existen miles de variedades, de diversos colores y tamaños. Los hay comestibles, alucinógenos y hasta venenosos. Recientemente, los comestibles han sido objeto de un importante estudio que revela que son fuente de un gran tesoro.
Una investigación realizada por la Dirección de Fármacos y Alimentos (FDA) y el Consejo del Champiñón, que se dedica a su promoción, reveló que, expuestos al sol, este tipo de hongos son alimentos naturales ricos en vitamina D.
''El hongo contiene una sustancia llamada ergosterol, que se convierte en vitamina D cuando se expone a una cantidad adecuada de rayos solares'', explica la nutricionista Mona S. Calvo, de la FDA. 'En otras palabras, ese proceso de `asolear' al champiñón permite que produzca vitamina D''.
La figura de una seta, uno de los hongos más conocidos (del latín fungus, ; también conocida como champignon o champiñón) es figura común en los cuentos infantiles, como casa de un duende o un hada. En la naturaleza existen miles de variedades, de diversos colores y tamaños. Los hay comestibles, alucinógenos y hasta venenosos. Recientemente, los comestibles han sido objeto de un importante estudio que revela que son fuente de un gran tesoro.
Una investigación realizada por la Dirección de Fármacos y Alimentos (FDA) y el Consejo del Champiñón, que se dedica a su promoción, reveló que, expuestos al sol, este tipo de hongos son alimentos naturales ricos en vitamina D.
''El hongo contiene una sustancia llamada ergosterol, que se convierte en vitamina D cuando se expone a una cantidad adecuada de rayos solares'', explica la nutricionista Mona S. Calvo, de la FDA. 'En otras palabras, ese proceso de `asolear' al champiñón permite que produzca vitamina D''.
Aunque el hongo ya posee de por sí vitamina D, sus niveles son muy inferiores a las 400 unidades internacionales (IU) aconsejables para el cuerpo humano.
El estudio del hongo y su exposición a los rayos solares se hizo con champiñones de botón blanco, los más comunes. En la investigación se descubrió que exponiendo al hongo --que por lo general crece en lugares oscuros-- a tan sólo cinco minutos de rayos ultravioleta B (UVB) producía cantidades importantes de la vitamina.
Luego de los resultados de esa investigación, hoy se estudia la forma de vender al público champiñones enriquecidos con vitamina D mediante su exposición a los rayos solares.
UN MANOJO DE SETAS
Actualmente, una porción de cuatro o cinco setas provee de 15 IU de vitamina D, afirma la nutricionista y dietista registrada Sylvia E. Meléndez-Klinger. En caso de que estuvieran fortificados con su exposición al sol, ''un manojo de setas al día sería equivalente a las 400 UI recomendables'', agrega.
La principal fuente de vitamina D viene de la exposición a los rayos del sol, algo casi imposible para las personas de piel muy delicada o blanca, obligadas a buscar otras formas de obtener la vitamina, como consumir pescado y tomar leche.
Así como las demás vitaminas y nutrientes que contribuyen a que nuestro cuerpo funcione mejor, la vitamina D ayuda a absorber el calcio necesario para los dientes y los huesos. Por ello, a las personas que padecen de osteoporosis se les recomienda consumir calcio e importantes dosis de vitamina D.
Algunos estudios indican que la vitamina D disminuye el riesgo de padecer enfermedades crónicas como la diabetes y algunos tipos de cáncer, en tanto que otras investigaciones han hallado que también ayudaría a reducir las posibilidades de padecer ciertas cardiopatías. De hecho, la Asociación Americana para el Corazón (AHA) publicó recientemente que sólo el 10 por ciento de los estadounidenses presenta niveles óptimos de vitamina D en su sangre.
Pese a que este tipo de hongos no es común en la dieta hispana, Meléndez-Klinger recomienda comerlo en ensalada, en sándwich o ''saltearlo con un poco de mantequilla o aceite de oliva''. La sopa de champiñones y la tortilla de éstos son otras opciones.
Otras ventajas de las setas es que no tienen grasa y son de bajo nivel calórico. Contienen minerales como el selenio, un antioxidante; cobre, que produce células rojas, y potasio, que ayuda a controlar la presión arterial y a que funcionen de mejor forma los músculos, los nervios y el corazón.
Asimismo, las setas también tienen diferentes tipos de vitamina B que ayudan a descomponer proteínas, grasas y carbohidratos para que nuestro cuerpo los pueda usar como energía.
El estudio del hongo y su exposición a los rayos solares se hizo con champiñones de botón blanco, los más comunes. En la investigación se descubrió que exponiendo al hongo --que por lo general crece en lugares oscuros-- a tan sólo cinco minutos de rayos ultravioleta B (UVB) producía cantidades importantes de la vitamina.
Luego de los resultados de esa investigación, hoy se estudia la forma de vender al público champiñones enriquecidos con vitamina D mediante su exposición a los rayos solares.
UN MANOJO DE SETAS
Actualmente, una porción de cuatro o cinco setas provee de 15 IU de vitamina D, afirma la nutricionista y dietista registrada Sylvia E. Meléndez-Klinger. En caso de que estuvieran fortificados con su exposición al sol, ''un manojo de setas al día sería equivalente a las 400 UI recomendables'', agrega.
La principal fuente de vitamina D viene de la exposición a los rayos del sol, algo casi imposible para las personas de piel muy delicada o blanca, obligadas a buscar otras formas de obtener la vitamina, como consumir pescado y tomar leche.
Así como las demás vitaminas y nutrientes que contribuyen a que nuestro cuerpo funcione mejor, la vitamina D ayuda a absorber el calcio necesario para los dientes y los huesos. Por ello, a las personas que padecen de osteoporosis se les recomienda consumir calcio e importantes dosis de vitamina D.
Algunos estudios indican que la vitamina D disminuye el riesgo de padecer enfermedades crónicas como la diabetes y algunos tipos de cáncer, en tanto que otras investigaciones han hallado que también ayudaría a reducir las posibilidades de padecer ciertas cardiopatías. De hecho, la Asociación Americana para el Corazón (AHA) publicó recientemente que sólo el 10 por ciento de los estadounidenses presenta niveles óptimos de vitamina D en su sangre.
Pese a que este tipo de hongos no es común en la dieta hispana, Meléndez-Klinger recomienda comerlo en ensalada, en sándwich o ''saltearlo con un poco de mantequilla o aceite de oliva''. La sopa de champiñones y la tortilla de éstos son otras opciones.
Otras ventajas de las setas es que no tienen grasa y son de bajo nivel calórico. Contienen minerales como el selenio, un antioxidante; cobre, que produce células rojas, y potasio, que ayuda a controlar la presión arterial y a que funcionen de mejor forma los músculos, los nervios y el corazón.
Asimismo, las setas también tienen diferentes tipos de vitamina B que ayudan a descomponer proteínas, grasas y carbohidratos para que nuestro cuerpo los pueda usar como energía.
MALENA MARCHAN
Vía: El Nuevo Herald, 25/03/08
F:http://www.elnuevoherald.com/galeria/salud/story/179604.html
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