Es una seta, según los que la han encontrado y visto, pero, por parecer, parece champiñón. Y menudo es. La cuestión no está ahí sino en que el manjar en cuestión pesa nada más y nada menos que 4 kilos y 223 gramos. Exactamente. Manjar porque daría para mucho y para prepararlo al gusto de cada cual: las recetas serían múltiples. Pena que «estea xa un pouco pasada», como dice José María Migues, el que hoy lo tiene, decorando, en su finca, «aínda que ser é comestible».
«Normalmente eu recollo setas, así que cando me chamou Juan para dicirmo, acudín a vela, aínda que nunca pensei que puidese ser tan grande a peza». Se refiere a Juan Canedo Zapata, un amigo y, en realidad, el que se topó con el bicho en su propiedad de Montes Claros, en la localidad coruñesa de A Laracha.
La sorpresa, si bien enorme, por ser el ejemplar de más peso que nunca había visto -y no es para menos porque, la verdad, impone su visión- podría decirse que también ha sido algo relativa. Y es que este hombre encuentra cada año en la finca de su propiedad piezas que llegan a alcanzar los tres kilos de peso. El truco, cuenta, está en cogerlas a tiempo, para que puedan ser degustadas por propios o ajenos.
Patricia Blanco
Vía:La Voz de Galicia, 23/09/08
F:http://www.lavozdegalicia.es/portada/2008/09/23/0003_7163693.htm
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