Una mina de yeso a cielo abierto cerca de la ciudad de Bukkabrany, al norte de Hungría, escondía un bosque de cipreses de unos ocho millones de años de antigüedad. Varios arqueólogos del país descubrieron hace poco los troncos bien conservados de al menos 16 ejemplares. Estaban casi intactos, incluso se distingue su color marrón, informaba ayer la BBC en su página web. Se salvaron de convertirse en carbón, destino que siguió la mayoría de los bosques de aquella época, gracias a que estaban cubiertos de arena, según los expertos. Eso habría sido posible por la irrupción de una gran tormenta de arena que los sepultó.
Estos ejemplares podrán ofrecer a los estudiosos valiosos datos sobre el clima de la Tierra hace ocho millones de años. Los troncos pertenecen a la especie de los cipreses de los pantanos, que podían vivir de 200 a 300 años. Su apariencia es tal que parece que los acaban de talar, continúa la información de la BBC. Tienen entre dos y tres metros de diámetro y seis de altura. Están destapados en el nivel inferior de la mina. Corren el peligro, ahora que se ha retirado el material que los protegía, de convertirse en polvo si no se toman medidas urgentes para su salvaguarda.
El País, 13/08/07
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