En los manzanos silvestres las hojas enrojecen en otoño, pero la mayoría de los manzanos cultivados mantiene sus hojas verdes hasta que amarillean y caen. Se ha especulado con que el color rojo de las hojas, en los árboles en general, es un signo de su interacción con los insectos que los colonizan. Es una señal de que el árbol no va a ser un buen huésped.
Para probar esta hipótesis, Marco Archetti, un científico de la Universidad de Oxford, ha echado mano de los manzanos, porque llevan muchos siglos de cultivo y constituyen un experimento involuntario de evolución biológica al alcance de la mano.
Archetti recuerda que, una vez domesticados, los manzanos han sido seleccionados en función del tamaño y del sabor de su fruto, pero ya no están expuestos a la selección natural en su resistencia a los insectos. Sólo unas pocas variedades de manzanos que son susceptibles a una enfermedad transmitida por insectos sigue mostrando periódicamente hojas rojas.
Archetti se pregunta cuál puede ser el valor adaptativo de que los árboles hagan el esfuerzo de producir un pigmento rojo en otoño para colorear unas hojas que se van a caer pronto. En su experimento utilizó manzanos silvestres y manzanos cultivados y consiguió demostrar que unos insectos comunes, los afidios, prefieren los árboles con hojas verdes en otoño. Y, también, que al llegar la primavera les había ido mejor: el porcentaje de supervivencia de los huevos puestos en el árbol en otoño es mucho más alto que en los ejemplares con hojas rojas.
La conclusión del trabajo, que se publica en Proceedings of the Royal Society B, es que el rojo es una señal de buena fe del árbol hacia los insectos, que indica una mayor resistencia en el marco de la coevolución existente entre ambos.
Vía: El País, 15/04/09
F:http://www.elpais.com/articulo/futuro/hojas/rojas/arboles/aviso/insectos/elpepusocfut/20090415elpepifut_1/Tes
No hay comentarios:
Publicar un comentario