Un voraz hongo con gusto por los uniformes militares podría esconder la clave para una sustancial mejora en la emergente producción de biocombustibles, según ha anunciado un grupo de científicos estadounidenses del Laboratorio Nacional de Los Alamos, en Nuevo México.
EP Responsable del rápido deterioro de uniformes en la II Guerra Mundial, el T.reesei muestra gran capacidad para generar etanol.
EP Responsable del rápido deterioro de uniformes en la II Guerra Mundial, el T.reesei muestra gran capacidad para generar etanol.
Las investigaciones de los científicos revelaron que el hongo transforma de forma muy eficiente la fibra de las plantas en azúcar, lo que les abrió las puertas para comprobar que tiene capacidad para generar etanol del maíz, el césped o la celulosa. Gracias a esto, el T.reesei dejaría de ser conocido por haber deteriorado los uniformes militares durante la II Guerra Mundial, para convertirse en el hongo capaz de multiplicar la producción de biocombustibles.
Los investigadores han plasmado sus estudios en un artículo publicado hoy en la revista Nature Biotechnology, en el que explican que descodificaron la secuencia genética del T.reesei, tras lo que se llevaron una gran sorpresa al conocer más cualidades del hongo de las que esperaban observar. "Sabíamos que el T.reesei producía cantidades masivas de enzimas degradantes, pero nos sorprendimos al ver los pocos tipos de enzimas que produce, lo que nos sugirió que su sistema de secreción de proteínas es excepcionalmente eficiente", explicó el científico Diego Martínez.
De esta forma, los científicos consideran que el genoma del T.reesei se compone de "grupos" de la enzima productora de genes, una estrategia que da cuenta de la eficiencia del organismo para deshacer celulosa, según una información del Laboratorio Nacional de Los Alamos, recogida por otr/press.
COMBUSTIBLES A MENOR COSTE
El descubrimiento de la secuencia del T.reesei supone un gran paso para el uso de "materias primas renovables y para la producción de combustibles y productos químicos". Así lo explicó Joel Cherry, uno de los colaboradores del estudio, que añadió que "la información contenida en el genoma permitirá entender cómo el organismo degrada celulosa tan eficientemente y cómo produce las enzimas de forma tan productiva".
Así, una vez se haya analizado esto con precisión, esta información posibilitará la mejora de estas propiedades, lo que permitirá reducir los costes de convertir la celulosa en combustibles o productos químicos.
Extrapolado esto a la escala industrial, el T.reesei podría producir enzimas que, purificadas y añadidas en una pasta de celulosa y otros materiales, obtendría azúcar. En una etapa final del proceso, sería este el que, una vez fermentado, produciría el etanol.
Vía: La Provincia, 06/05/08
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