El Instituto Francés de Investigación para el Desarrollo (IRD) y el Instituto del Mar del Perú (IMARPE) han desarrollado un método acústico innovador con el que se puede observar la evolución de las «zonas de oxígeno mínimo» (ZOM) en los océanos de todo el mundo. Esta nueva técnica posibilita una medición más precisa de estas zonas anóxicas que albergan a un gran número de organismos marinos.
Este logro, sobre el que se ha publicado un artículo en la revista de acceso libre Public Library of Science (PLoS) ONE, abre nuevas perspectivas para el estudio de los océanos y también para la gestión de recursos pesqueros.
Los investigadores midieron la distribución vertical de los organismos marinos, tales como plancton, crustáceos y peces, empleando técnicas comunes de observación acústica submarina a lo largo de la costa peruana. Las mediciones, realizadas con ecosondas, les permitieron determinar con gran precisión la concentración de oxiclina, que indica dónde comienza la ZOM. Conjugando los datos facilitados por esos medios con mediciones hidrológicas regulares, lograron obtener mapas de gran resolución que son entre 50.000 y 100.000 veces más precisos que los perfiles hidrológicos comunes.
Además de esclarecer el estado y la extensión de las ZOM, los científicos pudieron calcular con exactitud el tamaño del hábitat con el que cuenta, por ejemplo, la anchoa peruana, información que puede resultar de interés en la gestión de recursos pesqueros.
«Este método [...] permite efectuar estudios integrados, puesto que los datos acústicos facilitan información sobre la mayor parte de los componentes de un ecosistema [...], a lo que puede añadirse información complementaria, como datos de satélite, de un sistema de seguimiento de embarcaciones, de etiquetado de depredadores principales, etc.)», se lee en el artículo. «Este tipo de enfoques integrados son cruciales para aplicar un planteamiento ecosistémico a la pesca.»
«Nuestro método también es aplicable a otros ecosistemas, por ejemplo zonas muertas oceánicas, y abre nuevas perspectivas para la realización de estudios exhaustivos multiescala sobre el impacto del forzamiento físico sobre diversos organismos.»
La anoxia es un fenómeno natural que suele darse a profundidades de entre 100 y 1.000 metros, donde viven diversos organismos adaptados específicamente a un ambiente pobre en oxígeno, no sólo bacterias anaerobias, sino también especies de mayor tamaño como el calamar vampiro (Vampyroteuthis infernalis). Los organismos aerobios, en cambio, no pueden sobrevivir en estas zonas.
Las ZOM representan actualmente cerca del 10% del área oceánica, pero en los últimos cincuenta años se han expandido gradualmente por la acción del calentamiento del planeta y de diversas actividades humanas que, entre otros efectos, aumentan el nivel de nutrientes químicos (proceso denominado eutrofización).
Vía: Cordis, 06/05/2010
F:http://cordis.europa.eu/fetch?CALLER=ES_NEWS&ACTION=D&SESSION=&RCN=32078
Este logro, sobre el que se ha publicado un artículo en la revista de acceso libre Public Library of Science (PLoS) ONE, abre nuevas perspectivas para el estudio de los océanos y también para la gestión de recursos pesqueros.
Los investigadores midieron la distribución vertical de los organismos marinos, tales como plancton, crustáceos y peces, empleando técnicas comunes de observación acústica submarina a lo largo de la costa peruana. Las mediciones, realizadas con ecosondas, les permitieron determinar con gran precisión la concentración de oxiclina, que indica dónde comienza la ZOM. Conjugando los datos facilitados por esos medios con mediciones hidrológicas regulares, lograron obtener mapas de gran resolución que son entre 50.000 y 100.000 veces más precisos que los perfiles hidrológicos comunes.
Además de esclarecer el estado y la extensión de las ZOM, los científicos pudieron calcular con exactitud el tamaño del hábitat con el que cuenta, por ejemplo, la anchoa peruana, información que puede resultar de interés en la gestión de recursos pesqueros.
«Este método [...] permite efectuar estudios integrados, puesto que los datos acústicos facilitan información sobre la mayor parte de los componentes de un ecosistema [...], a lo que puede añadirse información complementaria, como datos de satélite, de un sistema de seguimiento de embarcaciones, de etiquetado de depredadores principales, etc.)», se lee en el artículo. «Este tipo de enfoques integrados son cruciales para aplicar un planteamiento ecosistémico a la pesca.»
«Nuestro método también es aplicable a otros ecosistemas, por ejemplo zonas muertas oceánicas, y abre nuevas perspectivas para la realización de estudios exhaustivos multiescala sobre el impacto del forzamiento físico sobre diversos organismos.»
La anoxia es un fenómeno natural que suele darse a profundidades de entre 100 y 1.000 metros, donde viven diversos organismos adaptados específicamente a un ambiente pobre en oxígeno, no sólo bacterias anaerobias, sino también especies de mayor tamaño como el calamar vampiro (Vampyroteuthis infernalis). Los organismos aerobios, en cambio, no pueden sobrevivir en estas zonas.
Las ZOM representan actualmente cerca del 10% del área oceánica, pero en los últimos cincuenta años se han expandido gradualmente por la acción del calentamiento del planeta y de diversas actividades humanas que, entre otros efectos, aumentan el nivel de nutrientes químicos (proceso denominado eutrofización).
Vía: Cordis, 06/05/2010
F:http://cordis.europa.eu/fetch?CALLER=ES_NEWS&ACTION=D&SESSION=&RCN=32078
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