Investigadores financiados con fondos comunitarios han localizado la fuente de metano que desencadenó un periodo de calentamiento global rápido hace 40.000 años. En un artículo publicado en la revista Science explican que el gas surgió de humedales del Norte y no de sedimentos oceánicos tal y como se pensaba hasta ahora.
El apoyo comunitario a este trabajo de investigación procedió del proyecto de cinco años de duración MATRICS («Planteamientos modernos para las reconstrucciones de temperaturas en testigos de hielo polares»), financiado mediante una subvención avanzada (Advanced Grant) del Consejo Europeo de Investigación (CEI) concedida al profesor Hubertus Fischer de la Universidad de Berna (Suiza).
Durante el último periodo glacial ocurrieron unos 25 episodios de calentamiento rápido cada pocos siglos denominados eventos Dansgaard-Oeschger que duraron varias décadas cada uno. Los testigos de hielo sometidos a estudio revelaron que los eventos Dansgaard-Oeschger coincidieron con periodos en los que los niveles atmosféricos de metano eran relativamente elevados.
La comunidad científica ha dudado durante mucho tiempo sobre la fuente de este metano. Según una teoría extendida conocida como la «hipótesis del fusil de clatratos», el aumento de la temperatura de los océanos en los márgenes continentales provocaron la emisión a la atmósfera de metano almacenado en los sedimentos marinos en forma de clatratos. Por el contrario, otros investigadores aducían que el gas procedía de humedales del Norte. Además se ha debatido sobre si el aumento de temperaturas provocó la emisión de metano o si por el contrario fue el metano el responsable del aumento de la temperatura, dado que el metano es un potente gas de efecto invernadero.
Para llegar al fondo de esta cuestión, científicos de Dinamarca, Alemania y Suiza estudiaron el metano atrapado en burbujas alojadas en testigos obtenidos del manto de hielo de Groenlandia. Estas burbujas ofrecen una instantánea que muestra la composición de la atmósfera en un pasado lejano. En el estudio referido el equipo examinó testigos de hielo de hace entre 33.700 y 41.000 años, un periodo que abarca dos eventos Dansgaard-Oeschger.
El equipo se valió del hecho de que algunas moléculas de metano poseen un par de neutrones adicionales y por lo tanto son algo más pesadas de lo normal. Conviene destacar que el metano de los humedales no presenta tanta cantidad de moléculas de metano «pesadas» como el producido en el océano.
El análisis mostró que el metano se liberó en respuesta al calentamiento en humedales situados a gran latitud norte.
Los científicos encargados del estudio inciden en que el periodo de cambio climático dramático sucedido hace 40.000 años no es comparable al actual.
«De nuestros resultados no se desprende que el metano u otros gases de efecto invernadero no influyan en el cambio climático. Nuestro estudio muestra las condiciones climáticas naturales durante la última glaciación, mucho antes de que la humanidad modificara el clima del planeta mediante la emisión de gases de efecto invernadero», aclaran.
«En aquella época el calentamiento climático provocó un aumento de la concentración de metano, generando a su vez un efecto invernadero mayor. Hoy en día, se emite metano y dióxido de carbono adicional de forma artificial a la atmósfera debido a las acciones humanas y ambos son los principales responsables del cambio climático observado.»
Vía: Cordis, 25/06/2010
F:http://cordis.europa.eu/fetch?CALLER=ES_NEWS&ACTION=D&SESSION=&RCN=32255
El apoyo comunitario a este trabajo de investigación procedió del proyecto de cinco años de duración MATRICS («Planteamientos modernos para las reconstrucciones de temperaturas en testigos de hielo polares»), financiado mediante una subvención avanzada (Advanced Grant) del Consejo Europeo de Investigación (CEI) concedida al profesor Hubertus Fischer de la Universidad de Berna (Suiza).
Durante el último periodo glacial ocurrieron unos 25 episodios de calentamiento rápido cada pocos siglos denominados eventos Dansgaard-Oeschger que duraron varias décadas cada uno. Los testigos de hielo sometidos a estudio revelaron que los eventos Dansgaard-Oeschger coincidieron con periodos en los que los niveles atmosféricos de metano eran relativamente elevados.
La comunidad científica ha dudado durante mucho tiempo sobre la fuente de este metano. Según una teoría extendida conocida como la «hipótesis del fusil de clatratos», el aumento de la temperatura de los océanos en los márgenes continentales provocaron la emisión a la atmósfera de metano almacenado en los sedimentos marinos en forma de clatratos. Por el contrario, otros investigadores aducían que el gas procedía de humedales del Norte. Además se ha debatido sobre si el aumento de temperaturas provocó la emisión de metano o si por el contrario fue el metano el responsable del aumento de la temperatura, dado que el metano es un potente gas de efecto invernadero.
Para llegar al fondo de esta cuestión, científicos de Dinamarca, Alemania y Suiza estudiaron el metano atrapado en burbujas alojadas en testigos obtenidos del manto de hielo de Groenlandia. Estas burbujas ofrecen una instantánea que muestra la composición de la atmósfera en un pasado lejano. En el estudio referido el equipo examinó testigos de hielo de hace entre 33.700 y 41.000 años, un periodo que abarca dos eventos Dansgaard-Oeschger.
El equipo se valió del hecho de que algunas moléculas de metano poseen un par de neutrones adicionales y por lo tanto son algo más pesadas de lo normal. Conviene destacar que el metano de los humedales no presenta tanta cantidad de moléculas de metano «pesadas» como el producido en el océano.
El análisis mostró que el metano se liberó en respuesta al calentamiento en humedales situados a gran latitud norte.
Los científicos encargados del estudio inciden en que el periodo de cambio climático dramático sucedido hace 40.000 años no es comparable al actual.
«De nuestros resultados no se desprende que el metano u otros gases de efecto invernadero no influyan en el cambio climático. Nuestro estudio muestra las condiciones climáticas naturales durante la última glaciación, mucho antes de que la humanidad modificara el clima del planeta mediante la emisión de gases de efecto invernadero», aclaran.
«En aquella época el calentamiento climático provocó un aumento de la concentración de metano, generando a su vez un efecto invernadero mayor. Hoy en día, se emite metano y dióxido de carbono adicional de forma artificial a la atmósfera debido a las acciones humanas y ambos son los principales responsables del cambio climático observado.»
Vía: Cordis, 25/06/2010
F:http://cordis.europa.eu/fetch?CALLER=ES_NEWS&ACTION=D&SESSION=&RCN=32255
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