El investigador del CSIC Miguel Delibes ha alertado hoy de la extinción de especies a un ritmo mil veces superior al que la biología considera normal o "de fondo", y que podría llegar a poner en peligro la vida sobre la tierra.
*EFE* Delibes de Castro participa hoy en el curso de Biodiversidad que se celebra durante esta semana en el Palacio de La Granda y que dirige el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Santiago Grisolía.
Durante su ponencia, titulada "Especies en peligro de extinción: El caso del lince ibérico", Delibes ha comentado que resulta imposible conocer el número exacto de las especies que existen y de las que se extinguen, pero que su conservación debe ser una preocupación general. "El respeto a la naturaleza es un interés sanamente egoísta, porque si las especies desaparecen es que algo malo está pasando, y evitarlo es tarea de todos", ha insistido.
Respecto a Asturias, el biólogo ha apuntado que la comunidad es especialmente sensible a la extinción de especies porque su posición es la frontera suroccidental del área de distribución de especies como el urogallo y el salmón, en riesgo por el incremento de temperaturas y por el descenso de la pluviosidad asociado al cambio climático. Asimismo, ha señalado que aunque el respeto y la sensibilidad ambiental es cada vez mayor, el tradicional distanciamiento entre el hombre y los animales salvajes ha ido disminuyendo y dando lugar a relaciones anómalas, como el acercamiento de éstos a núcleos de población.
En la actualidad, Delibes de Castro colabora en un proyecto de monitoreo de osos en Asturias y coordina el programa de conservación del lince ibérico en Andalucía. "Aunque la situación de este animal es crítica, hay motivos para el optimismo", ha defendido. Para Delibes, el lince ibérico es un símbolo de la conservación que, a su juicio, pone de relieve la creciente sensibilidad de la sociedad con el medio ambiente. Según ha recordado, el lince existió en la zona más meridional de la Península Ibérica y hoy existen unos 200 ejemplares distribuidos por los montes de Andalucía y Castilla La Mancha.
Además, los expertos aseguran que, gracias a los programas de conservación, la población de este animal experimenta un moderado incremento en Sierra Morena y se mantiene estable en Doñana, a pesar de las epidemias de leucemia. Otro motivo para el optimismo es, asegura, el éxito que están teniendo los programas de cría en cautividad, que podrían servir para repoblar a partir de 2010, en un proyecto pionero, los montes de Sevilla y Córdoba, para posteriormente transferir ejemplares a Portugal, Extremadura y Castilla La Mancha.
Vía: La Provincia, 22/08/08
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