MADRID, 9 Sep. (EUROPA PRESS) -
Las representaciones de animales en
antiguos artefactos egipcios ha ayudado a los científicos a reunir un
registro detallado de los grandes mamíferos que vivían en el valle del Nilo en los últimos 6.000 años.
Un nuevo análisis demuestra que la extinción de las especies,
probablemente causada por un clima más seco y el crecimiento de la
población humana en la región, ha hecho que el ecosistema sea cada vez
menos estable.
El estudio, publicado este lunes en 'Proceedings of the National Academy of Sciences',
encontró que las extinciones locales de especies de mamíferos llevaron a
una disminución constante de la estabilidad de las comunidades de
animales en el valle del Nilo.
Cuando había muchas especies en la comunidad, la pérdida de
cualquiera de las especies tuvo relativamente poco impacto en el
funcionamiento del ecosistema, mientras que ahora es mucho más sensible a
las perturbaciones, subraya el primer autor Justin Yeakel, quien
trabajó en el estudio como estudiante de tercer ciclo en la Universidad de California, Santa Cruz (UCSC), Estados Unidos, y ahora es becario postdoctoral en el Instituto de Santa Fe, en Nuevo México, Estados Unidos.
Hace unos seis milenios, había 37 especies de grandes mamíferos en
Egipto, pero sólo ocho permanecen hoy. Entre las especies registradas
en obras de arte de finales del periodo predinástico (antes del 3100 aC)
que ya no se encuentran en Egipto están leones, perros salvajes,
elefantes, antílopes oryx y jirafas. "Lo que antes era una comunidad
rica y diversa de mamíferos es muy diferente ahora", lamenta Yeakel.
"A medida que el número de especies disminuyó, una de las
cosas principales que se perdió fue la redundancia ecológica del sistema.
Hubo múltiples especies de gacelas y otros pequeños herbívoros, que son
importantes porque muchos depredadores diferentes se aprovechan de
ellos. Cuando hay menos de esos pequeños herbívoros, la pérdida de
cualquiera de las especies tiene un efecto mucho mayor sobre la
estabilidad del sistema y puede conducir a extinciones adicionales",
argumenta.
El nuevo análisis se basa en los registros compilados por
el zoólogo Dale Osborne, cuyo libro de 1998 'Los mamíferos del Antiguo
Egipto' proporciona una imagen detallada de las comunidades de animales
históricos de la región sobre la base de la evidencia
arqueológica y paleontológica, así como los registros históricos. "Dale
Osborne recopiló una increíble base de datos de cuando las especies
estuvieron representadas en obras de arte y cómo eso cambió con el
tiempo. Su trabajo nos permitió utilizar técnicas de modelado ecológico
para ver las consecuencias de esos cambios", añde Yeakel.
El estudio tuvo sus orígenes en 2010, cuando Yeakel vistió una
exhibición de Tutankamon en San Francisco con el coautor Nathaniel
Dominy, entonces profesor de Antropología en la Universidad de
California Santa Cruz y ahora en Dartmouth, en Estados Unidos.
"Estamos sorprendidos por las obras de arte y las representaciones de
animales y nos dimos cuenta de que estaban plasmando observaciones del
mundo natural. Nate estaba al tanto del libro de Dale Osborne y
empezamos a pensar en cómo podríamos aprovechar esos registros", relata
Yeakel .
El coautor Paul Koch, paleontólogo en la UCSC que estudia los
ecosistemas antiguos, ayudó a diseñar el enfoque del equipo a partir de
los registros para ver las consecuencias ecológicas de los cambios en
las especies. Yeakel se asoció con los modeladores ecológicos Mathias
Pires, de la Universidad de Sao Paolo, en Brasil, y Lars Rodolfo, de la
Universidad de Bristol, en Reino Unido, para hacer un análisis
computacional de la dinámica de las redes de depredador-presa en las
antiguas comunidades de animales egipcios.
CINCO EPISODIOS DE CAMBIOS DRÁSTICOS
Los investigadores identificaron cinco episodios durante los últimos 6.000 años,
cuando se produjeron cambios drásticos en la comunidad de mamíferos de
Egipto, tres de los cuales coincidieron con modificaciones ambientales
extremas como un clima más árido. Estos periodos más secos
también coincidieron con agitación en las sociedades humanas, como el
colapso del Imperio Antiguo hace unos 4.000 años, y la caída del Imperio
Nuevo hace unos 3.000 años.
"Hubo tres grandes pulsos de aridez en los que Egipto pasó
de de un clima húmedo a más seco, empezando por el final del Periodo
Húmedo Africano hace 5.500 años, cuando los monzones se
desplazaron hacia el sur", explica Yeakel. "Al mismo tiempo, la densidad
de población humana estaba aumentando y la competencia por el espacio a
lo largo del valle del Nilo, que habrían tenido un gran impacto en las
poblaciones de animales", detalla.
El cambio reciente más importante en las comunidades de mamíferos ocurrió hace unos cien años.
El análisis de las redes de depredador-presa mostró que la extinción de
especies en los últimos 150 años tuvo un impacto desproporcionado sobre
la estabilidad del ecosistema y estos resultados tienen implicaciones a la hora de entender los ecosistemas modernos, plantea Yeakel.
"Esto puede ser sólo un ejemplo de un patrón más amplio -señala--.
Vemos una gran cantidad de ecosistemas de hoy en los que un cambio en
una especie produce una gran alteración en el funcionamiento del
ecosistema y que podría ser un fenómeno moderno. No tendemos a
pensar en cómo fue el sistema hace como 10.000 años, cuando podría haber
habido mayor redundancia en la comunidad".
Vía: Euopa Press, 09/09/2014
F:http://www.europapress.es/ciencia/ruinas-y-fosiles/noticia-arte-egipcio-revela-gran-extincion-especies-sequias-20140909103407.html#
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