"Novedad. Cosa nueva y no acostumbrada. Suele ser peligrosa por traer consigo mudança de uso antiguo" (SEBASTIÁN DE COVARRUBIAS) 1539-1613

"No se desea lo que no se conoce" (NASÓN, PUBLIO OVIDIO) 43 AC-17 DC

domingo, noviembre 30, 2014

4.500 plantas para unir los Pirineos


Se llamaba Pietro Bubani. Vivió en el convulsivo siglo XIX (1806-1888). Era médico y también agitador revolucionario, proscrito de Bolonia por participar en su rebelión contra el papa Gregorio XVI. Su exilio a Francia fue amargo, pero una inesperada pasión vino a concederle la serenidad que tanto necesitaba. Los Pirineos y sus misterios se convirtieron en su vida. Las flores que crecen incomprensiblemente a 3.000 metros del suelo, entre los resquicios de los peñascos. Su tarea, ejercer de cronista de las plantas de esta región como plasmó en latín en su libro Flora Pyrenaea, fue el pistoletazo de salida. A la meta se ha llegado tres siglos después con el Atlas de los Pirineos, el mayor compendio de cómo es la flora pirenaica.
Pietro Bubani, el precursor de la botánica en los Pirineos.

El proyecto está ya a distancia de un clic. Pero ha supuesto un trabajo de compilar y cotejar más de dos millones de registros de flora que ha costado tres años y 200.000 euros financiados con fondos europeos. Un puzle de múltiples retales que debía componerse para describir al detalle uno de los ecosistemas más ricos de Europa: "La ciencia que sale a diario en los periódicos es más espectacular. Lo que nosotros hacemos puede sonar decimonónico, pero era una tarea pendiente de mucha importancia", relata Daniel Gómez (Jaca, 1957), investigador del CSIC y uno de los científicos al cargo de este compendio de las más de 4.500 especies de plantas pirenaicas, el segundo territorio en biodiversidad de flora de toda Europa, según afirma este experto. Un tercio de las especies vegetales del continente se encuentran aquí.

Que la tarea haya llevado tres siglos se debe a problemas que van más allá de lo científico. "Se trata de un territorio fronterizo, y por eso hay avatares históricos, administrativos y políticos han dificultado que hasta ahora hubiera una visión conjunta". La versión regionalista de cada uno de los Pirineos llevaba a cometer errores de bulto por el chovinismo de cada región: "Había algunas paradojas. Especies catalogadas como muy raras en Navarra eran vulgares en Aragón. Nosotros hemos puesto el acento de que el estudio de la naturaleza tiene que estar por encima de las barreras administrativas". Pero lo que la política dificultaba, lo ha unido la ciencia. En la investigación han participado conjuntamente 35 investigadores, dos terceras partes son españoles —Universidad de Barcelona, Universidad Pública de Navarra, Aranzadi y CSIC— y una tercera parte, franceses, con la colaboración del Instituto de Estudios Andorranos.

Densidad de las especies de flores de los Pirineos. El gráfico mide qué variedad de especies hay en cada región (cuanto más cálido el color, mayor densidad).

El interés de este atlas va más allá de su función de compendio o de lo anecdótico de haber superado las rivalidades y regionalismos. Una de las claves científicas del presente, el cambio climático, tiene mucho que ver para Gómez con este tipo de trabajos: "Está muy de moda hablar de esto, de cómo afecta a la diversidad biológica. Pero si no sabemos la diversidad que hay, difícilmente sabremos cuánta se pierde, ni tampoco qué medidas tenemos que tomar para paliarlo. Y esa era la situación de los Pirineos". La catalogación exhaustiva de esta área permitirá calibrar cómo está afectando a las diversas especies los efectos del cambio climático.

Pero las grandes protagonistas son las plantas por sí mismas. Especialmente las flores que sobreviven en durísimas condiciones climáticas a altitudes superiores a 3.000 metros. Entre ellas destaca una superviviente de la última glaciación hace 10.000 años: "En contra de lo que el turista se piensa, la flora de los grandes sistemas montañosos es bastante moderna [en términos geológicos], porque la glaciación acabó con la mayoría de las especies. Pero plantas como la oreja [Ramonda myconi] de oso, que nosotros llamamos reliquias, sobrevivieron gracias a que se encontraban protegidas en unas zonas que denominamos refugios térmicos", aclara Gómez. Y las hay también que son casi literalmente flor de un día. La Saxifraga longifolia aguarda entre seis y 10 años a vestir sus mejores galas, aguantando una dura vida en las grietas de los peñascos. Y de pronto florece. Una única y espectacular vez. Luego cae, muerta, y esparce sus semillas.

Vía: El País, 28/11/2014
F:http://elpais.com/elpais/2014/11/25/ciencia/1416920245_577259.html

El polo norte casi no tenía hielo hace cuatro millones de años

Según una investigación internacional con participación de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), el casquete de hielo en el Ártico no ocupó su extensión actual hasta hace unos 2,6 millones de años. El estudio, publicado en Nature Communications, apoya las actuales predicciones que apuntan a la desaparición del hielo en el océano Ártico a lo largo de este siglo.

Hace entre 5,3 y 2,6 millones de años, la Tierra experimentó por última vez un periodo de tiempo prolongado con un clima, en promedio, cálido, antes de que las edades de hielo comenzaran a alternar con períodos interglaciales suaves como el actual.

Investigadores de la UAB, de la Universidad de Tromsø (Noruega) y de la Universidad de Plymouth (Reino Unido), han estudiado la tendencia en la extensión del hielo del océano Glacial Ártico durante este periodo, y han descubierto que el casquete polar ártico en su máximo, en invierno, no ocupó su extensión actual hasta hace unos 2,6 millones de años. La extensión de la cubierta de hielo en el Ártico era mucho menor a la actual hace entre cuatro y cinco millones de años.

"El objetivo del trabajo es entender cómo será nuestro planeta en las condiciones de calentamiento global que se prevén para finales del siglo XXI, por lo que estudiamos el clima de la Tierra en el Plioceno, un período geológico de hace entre 2,5 y 5 millones de años" explica el profesor de la UAB Antoni Rosell, co-autor del estudio e investigador de la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados (ICREA).

"Al estudiar moléculas de fósiles de organismos microscópicos marinos en los sedimentos del fondo del océano hemos descubierto que una buena parte del océano Ártico estaba libre de hielo hasta hace 4 millones de años”, destaca el primer firmante del artículo, Jochen Knies, investigador en el NGU y el Center of Excellence CAGE (Centre for Arctic Gas Hydrate, Environment and Climate de la Universidad de Tromsø, la Arctic University of Norway).

Formación del hielo del Ártico
La evolución de la extensión del hielo del Ártico ha sido siempre muy incierta. En este trabajo se muestra por primera vez como el hielo del océano Ártico se formó antes de que se establecieran las masas de hielo continentales del hemisferio norte.

Los modelos climáticos de predicción actuales apuntan a que al final de este siglo, el océano Ártico estará totalmente libre de hielo en verano

Según los investigadores, los datos son de gran interés, ya que el calentamiento actual está ligado a la desaparición de la cubierta de hielo del océano Ártico. Los resultados se pueden utilizar como una herramienta en la modelización del clima para mostrar qué tipo de clima podemos esperar a finales del siglo XXI y mejorar los modelos climáticos de predicción actuales, que apuntan a que al final de este siglo, el océano Ártico estará totalmente libre de hielo en verano.

Para los investigadores, no hay ninguna duda de que esta investigación será una de las herramientas de trabajo para elaborar los próximos informes del Panel Intergobernamental de Expertos sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC).

La investigación se ha basado en los datos extraídos de los sedimentos de un pozo excavado en el fondo marino en el noroeste de Spitsbergen, la isla más grande del archipiélago de Svalbard. Se perforó gracias al proyecto IODP (International Ocean Drilling Program) que desde hace décadas que estudia los sedimentos de los fondos marinos con fines científicos.

A partir del análisis químico de los restos fósiles de unas algas microscópicas que viven en el hielo, y de microorganismos del agua, los investigadores pudieron seguir las variaciones en las condiciones ambientales a lo largo del tiempo y conocer con precisión cuándo llegó el hielo a esa zona concreta.
El crecimiento de la capa de hielo hasta hace 2,6 millones de años se debió, en parte, a cambios en las corrientes oceánicas y al ascenso de grandes masas continentales producido en ese periodo. Los cambios en las altitudes en muchas partes del Ártico, incluyendo Svalbard y Groenlandia, y la acumulación de hielo, estimularon la distribución del hielo también en la superficie del mar.

Además, se abrió el estrecho de Bering entre América y Rusia y se cerró el Canal de Panamá en América central, lo que supuso un gran incremento de agua fría en el Ártico que también facilitó la formación de más hielo en el océano.

Referencia bibliográfica:
Jochen Knies, Patricia Cabedo-Sanz, Simon T. Belt, Soma Baranwal, Susanne Fietz, Antoni Rosell-Melé. "The emergence of modern sea ice cover in the Arctic Ocean".Nature Communications

Vía: SINC, 28/11/2014 
F:http://www.agenciasinc.es/Noticias/El-polo-norte-casi-no-tenia-hielo-hace-cuatro-millones-de-anos

viernes, noviembre 28, 2014

ATENCIÓN: Se suspenden las Jornadas


Debido a la situación meteorológica se suspenden todas la actividades preparadas para mañana sábado 29 de noviembre. Tanto la salida a las 8.00 como la actividad filatélica y la exposición de hongos están definitivamente suspendidas.

No se realizarán tampoco en fechas posteriores. 

Lamentamos las molestias.
 
SMGC.

jueves, noviembre 27, 2014

Las selvas tropicales fragmentadas pierden diversidad

Los árboles pueden llegar a vivir más de mil años y sus respuestas a las perturbaciones humanas no siempre son inmediatas. Investigadores de Brasil y Australia han realizado un estudio experimental en comunidades de árboles amazónicos de un bosque fragmentado y han comprobado un empobrecimiento general de la diversidad filogenética.

La diversidad filogenética es una de las metodologías de cuantificación de la diversidad más utilizadas en estudios ecológicos. Se basa en el estudio de las relaciones evolutivas entre diferentes grupos de organismos. En el caso de las selvas tropicales fragmentadas del Amazonas, la diversidad biológica se ha estimado tradicionalmente a partir del número de especies e individuos de una región.

Una investigación realizada por científicos de la Universidad Federal de Paraíba (Brasil), de la Universidad Federal de Pernambuco (Brasil), del Instituto Nacional de Investigación de la Amazonia (INPA) de Brasil y de la Universidad James Cook (Australia) ha medido la diversidad filogenética de comunidades de árboles amazónicos de un bosque fragmentado experimental, y ha determinado que existe un empobrecimiento general.

Cuanto menor es el grado de parentesco entre los árboles que comparten la misma hectárea, mayor es la diversidad filogenética de la comunidad

Las selvas amazónicas cuentan con algunas de las comunidades de árboles más ricas de la Tierra. Por ello, “mensurar la diversidad filogenética y aspectos como su evolución, ecología, biogeografía o su taxonomía, aumenta nuestro poder de previsibilidad sobre cuánto de nuestro patrimonio evolutivo se está perdiendo con la fragmentación y deforestación de las selvas tropicales”, detalla Braulio A. Santos, primer autor de la investigación, publicada en la revista PLoS ONE.

El método de investigación empleado incorpora las relaciones evolutivas de los organismos en el cálculo de su diversidad biológica. Los científicos consideraron un conjunto de árboles con diámetro mayor de 10 centímetros que coexisten en una hectárea de selva.

“Cuanto menor es el grado de parentesco entre los árboles que comparten la misma hectárea, mayor es la diversidad filogenética de la comunidad. De este modo, estimamos la diversidad filogenética de decenas de comunidades de árboles antes de su aislamiento y fragmentación a finales de los '80 y compararla con su diversidad filogenética casi dos décadas después. Hicimos lo mismo con comunidades que jamás fueron aisladas, para tener un punto de comparación con lo que sucedió en la selva continua, no fragmentada”, precisa Santos.

Los autores observaron que 32 de las 40 comunidades de árboles monitoreadas perdieron diversidad filogenética

Por otro lado, el equipo cuantificó el grado de parentesco de un grupo de árboles que han proliferado desde el aislamiento (los que denominan “vencedores”) con otro que han declinado (los llamados “perdedores”).

Pérdida de diversidad en la gran mayoría de árboles
Los autores observaron que 32 de las 40 comunidades de árboles monitoreadas perdieron diversidad filogenética. “Al contrario de lo que esperábamos, la pérdida no se concentró en los parches de selva aislados, sucedió también en la selva continua no fragmentada”, explica el investigador, quien subraya que el empobrecimiento generalizado se observa en el grado de parentesco tanto de los grupos de “perdedores” como de los “vencedores”.

Precisamente, el conjunto de árboles que se ha perdido en las últimas décadas, incluso en la selva continua, estaba más emparentado que el grupo que ha proliferado, originando comunidades más pobres filogenéticamente.

Respecto a la causa de ese cambio en la composición taxonómica y filogenética, los investigadores aseguran que "aún no está muy clara", aunque es probable que sea una respuesta al incremento de CO2 en la atmosfera, lo que aumenta la natalidad y reproducción de árboles de madera leve y crecimiento rápido (“ganadores”) en detrimento de los de madera densa y crecimiento lento (“perdedores”). Asimismo, “como se trata de organismos de ciclo de vida muy largo, también es probable que sea un fenómeno natural”, agrega.

"Nuestro bienestar y calidad de vida están íntimamente ligados a la diversidad biológica", señala Santos

Efectos en la calidad de vida
Santos recalca que nuestro bienestar y calidad de vida "están íntimamente ligados a la diversidad biológica por medio de servicios ambientales que los ecosistemas nos prestan gratuitamente”, y pese a ello “ya empezamos a pagar la cuenta por su mal uso y pronto detectaremos que económicamente hubiera sido mejor haber invertido en su conservación”, insiste.

Junto con la erosión de la historia evolutiva de los árboles, es probable que también se observen pérdidas similares en animales polinizadores y dispersores. “También es posible que perdamos potencial de adaptación al cambio climático y algunos servicios ambientales ligados al grupo de los árboles perdedores, como la producción de madera de alta calidad y el almacenamiento de carbono”, insiste.

El equipo encabezado por Braulio A. Santos lleva más de tres décadas estudiando la dinámica biológica en selvas fragmentadas de la Amazonia central. Aunque se trata del monitoreo de selvas tropicales fragmentadas más antiguo del mundo, el investigador recuerda que “aún hay mucho por conocer y descubrir”.

Referencia bibliográfica:
Santos, B. A., Tabarelli, M., Melo, F. P. L., Camargo, J. L. C., Andrade, A., Laurance, S. G. y Laurance, W. F. (2014). “Phylogenetic Impoverishment of Amazonian Tree Communities in an Experimentally Fragmented Forest Landscape”. PLoS ONE, 9, 11 http://dx.plos.org/10.1371/journal.pone.0113109

Vía: SINC, 26/11/2014
F:http://www.agenciasinc.es/Noticias/Las-selvas-tropicales-fragmentadas-pierden-diversidad

Describen más de 80.000 nuevas especies de hongos

 
Científicos de 24 países han analizado 365 muestras de suelo procedentes de diversos ecosistemas de todo el mundo con el fin de profundizar en la diversidad de hongos del planeta, un campo poco investigado hasta la fecha. Para ello han utilizado métodos de secuenciación genómica masiva de última generación.

http://www.agenciasinc.es/var/ezwebin_site/storage/images/en-exclusiva/embargos/describen-mas-de-80.000-nuevas-especies-de-hongos/3436761-6-esl-MX/Describen-mas-de-80.000-nuevas-especies-de-hongos_image800_.jpg

Los ecólogos llevan mucho tiempo tratando de entender los patrones mundiales de la diversidad biológica y, para ello, investigan aves, mariposas, reptiles o plantas, que son fácilmente visibles en la superficie terrestre y pueden ser contados y analizados de forma sencilla. Sin embargo, el estudio de los organismos presentes en el suelo es complejo y limitado debido a su tamaño microscópico y a que se encuentran ocultos entre la tierra.

Investigadores de 24 países encabezados por Leho Tedersoo, de la Universidad de Tartu (Estonia), han realizado un estudio sin precedentes sobre los organismos del suelo, concretamente los hongos. Después de examinar con un método de secuenciación de ADN, llamado pirosecuenciación, 365 muestras de suelo de todo el mundo, han logrado numerosos datos desconocidos hasta la fecha. El trabajo, que se publica hoy en la revista Science, ha descrito más de 80.000 nuevas especies de hongos.

Según explican los autores, el reino de los hongos es uno de los grupos de organismos más diversos de la Tierra, y rige procesos como el ciclo de carbono del suelo, la nutrición de las plantas o las patologías. “Los hongos están ampliamente distribuidos en todos los ecosistemas terrestres, pero la distribución de las especies, los filos y los grupos funcionales han sido poco documentados hasta la fecha”, apuntan.
El Consorcio de Macroecología en Hongos está formado por 58 microbiólogos de los cinco continentes
Luis Villarreal Ruiz, del Laboratorio de Recursos Genéticos Microbianos & Biotecnología (LARGEMBIO) de México, que participa activamente en el estudio, recuerda que a pesar del papel relevante de los hongos en los ecosistemas del mundo y en las sociedades humanas, “poco se sabía sobre los patrones generales de su diversidad, distribución y función en los biomas terrestres”, una información sobre la diversidad global que se encontraba “fragmentada e imprecisa”.

Con el fin de profundizar en la diversidad y la distribución de los hongos del suelo en el mundo y en los factores bióticos (relacionados con los organismos vivos) y abióticos (aquellos que no son producto de los seres vivos) que los determinan, los investigadores han analizado 365 muestras de suelos procedentes de ecosistemas globales utilizado métodos de secuenciación genómica masiva de última generación.
“El diseño metodológico desarrollado fue innovador para la microbiología mundial, al emplear métodos combinados de ecología molecular, metagenómica, bioinformática, análisis geoestadístico multivariado o análisis biogeográfico global, entre otros. Se utilizó secuenciación genómica masiva de última generación, la pirosecuenciación 454. El método 454 se basa en la química de las luciérnagas y con él fue secuenciado el genoma del célebre científico británico James Watson, codescubridor de la estructura del ADN”, agrega Villareal Ruiz.

El trabajo aporta nuevos datos sobre el impacto del cambio climático en la dispersión de enfermedades

Principales resultados
Como detalla el investigador, desde que se iniciaron los estudios formales en torno a los hongos hace 285 años se habían documentado alrededor de 100.000 especies en todo el mundo. A través de este estudio genético masivo que comenzó hace poco más de cuatro años, se ha reportado por primera vez un número equivalente de nuevas especies de hongos, 80.486, que habitan exclusivamente en los ecosistemas terrestres.

Asimismo, se ha desentrañado el papel del clima, el suelo, la vegetación y las variables espaciales que gobiernan los patrones de diversidad de los hongos del suelo a escala mundial. También han demostrado  por primera vez que la distribución de los hongos que habitan el planeta está regida por sus limitaciones en la dispersión y el clima y no por la vegetación donde habitan, como se pensaba anteriormente.

Se ha desentrañado el papel del clima, el suelo, la vegetación y las variables espaciales en la biodiversidad
“Dado que las variables climáticas explicaron en una mayor proporción la riqueza y la composición de las comunidades de los hongos es posible conocer el impacto que puede tener el cambio climático en la dispersión de enfermedades; las consecuencias de alterar las comunidades nativas de los microorganismos del suelo en la función de los ecosistemas; los mecanismos de dispersión de microorganismos no nativos en otros ecosistemas  que afecten la biota microbiana nativa y la economía y salud humana; cómo el hombre puede dispersar microorganismos nocivos; y la posibilidad de localizar regiones con una gran riqueza de recursos genéticos microbianos útiles para curar enfermedades, producir mejores alimentos y proteger el ambiente”, resume Villareal Ruiz.

Consorcio de macroecología en hongos
En la investigación han colaborado científicos de 36 universidades y centros de I+D+i de 24 países de los cinco continentes que forman el Consorcio de Macroecología en Hongos (The Fungal Macroecology Consortium), una red mundial de investigación en hongos formada por 58 microbiólogos de Estonia, Benin, Sri Lanka, México, Vietnam, EEUU, Zimbabue, Italia, Alemania, Australia, Tailandia, Argentina, Camerún, Suecia, Holanda, malasia, Puerto Rico, Noruega, Japón, China, Nueva Zelanda, Bélgica y Reino Unido.

El Consorcio fue creado en 2011 para desarrollar el actual Proyecto Global de Metagenómica Microbiana, financiado por la Unión Europea, la Estonian Science Fundation y las aportaciones de las 36 instituciones participantes. El primer muestreo piloto del proyecto fue realizado en 2010 en la región selvática de la reserva El Edén, en Quintana Roo (México). A juicio de Luis Villareal Ruiz, esta alianza “constituye un esfuerzo masivo y un trabajo de sinergia en equipo sin precedentes en la historia de la microbiología mundial”.

Referencia bibliográfica:
Tedersoo, L., Bahram, S., Põlme, S., Kõljalg, U., Suija, A., Saluveer, E., Riit, T., Põldmaa, K., Peterson, M., Parts, K., Pärtel, K., Otsing, E., Kohout, P., Hiiesalu, I., Harend, H., Anslan, S., Abarenkov, K. (2014). "Global diversity and geography of soil fungi". Science, 346, 6213.
http://www.sciencemag.org/lookup/doi/10.1126/science.1256688

Vía: SINC, 27/11/2014
F:http://www.agenciasinc.es/Noticias/Describen-mas-de-80.000-nuevas-especies-de-hongos

miércoles, noviembre 26, 2014

Húmeda temporada de hongos


La finca de Osorio, en el municipio grancanario de Teror, acoge este fin de semana la celebración de   las XXIII Jornadas Micológicas de Gran Canaria. Se trata de una  cita impulsada por la Sociedad Micológica de Gran Canaria a la que están llamados expertos, aficionados, curiosos e incluso coleccionista filatélicos.

La temporada de setas ya está aquí y con ello las Jornadas Micológicas de Gran Canaria, que ya entran en su 23ª edición. Las jornadas, impulsadas por la Sociedad Micológica de Gran Canaria que preside Vicente Escobio, se celebran este fin de semana –29 y 30 de noviembre– en la Finca de Osorio, perteneciente al Cabildo grancanario y que ha incluido este simposio dentro del ingente programa de actos del Mes Forestal. Precisamente, el domingo las Jornadas Micológicas coincidirán en Osorio con el tradicional Día del Árbol y la jornada de reforestación con especies autóctonas.

El debate en torno al mundo de las setas se centrará en las últimas especies catalogadas en un inicio de temporada que los expertos catalogan de bueno a tenor de las últimas precipitaciones, que propician la proliferación de hongos. Por supuesto, la entrada a las jornadas es libre, por lo que los aficionados o curiosos podrán cambiar impresiones con los grandes expertos, como el biólogo Vicente Escobio, gracias a cuyo trabajo de campo se han catalogado más de 200 especies. Una labor científica que  busca un fin divulgador, siendo Osorio y las Jornadas un foro ideal para ello. Para ello, y como ya es tradicional, los organizadores expondrán las setas más representativas recolectadas en la isla de Gran Canaria.

Pero tal y como apunta Rubén Naranjo, «el territorio donde desarrolla su labor  la Sociedad Micológica de Gran Canaria no se reduce» a la isla redonda. En los últimos años se han desarrollado trabajos de investigación con sociedades y entendidos de fuera del Archipiélago. «De hecho, esta labor investigadora ha supuesto añadir más de 300 especies, no citadas hasta la fecha, al catálogo de hongos de Canarias». Y según afirma el presidente de la Sociedad Micológica de Gran Canaria, «solo para la isla de El Hierro se han citado 130 nuevas especies de hongos y en Gran Canaria, 108», de las que se hablará en Osorio.


En los últimos tiempos, ha sido de relevante interés el trabajo desarrollado en torno a los hongos hipogeos, dando lugar al descubrimiento de nuevas especies, en algunos casos, endémicas del Archipiélago, como Terfezia canariensis.

Patricia Vidanes  / Las Palmas de Gran Canaria 

Vía: Canarias 7, 26/11/2014
F:http://www.canarias7.es/articulo.cfm?id=357072

viernes, noviembre 21, 2014

Más plantas con espinas y menos vegetales fácilmente comestibles; el efecto de la desaparición de carnívoros

El declive global en las poblaciones de carnívoros podría envalentonar a los herbívoros a consumir con frecuencia cada vez mayor vegetales a los que no se atrevían a acercarse por miedo a los primeros, y un resultado de esta nueva tendencia puede ser un incremento de pérdidas en la biodiversidad de vegetales, según una nueva investigación. 

El equipo internacional del zoólogo Adam Ford, de la Universidad de la Columbia Británica en Canadá, utilizó seguimiento por GPS y experimentos de alimentación para medir cómo el miedo de unos antílopes africanos (impalas) hacia sus depredadores naturales, así como los patrones de crecimiento de plantas con espinas, se combinan con el resultado de cambios en la vegetación del entorno. Las defensas esgrimidas por las plantas, como por ejemplo espinas, influyen en qué parcelas de vegetación escogen los herbívoros para alimentarse. El nuevo estudio confirma que otra influencia importante viene de la presencia de carnívoros, como los leopardos, en zonas de vegetación.

A medida que las actividades humanas continúan reduciendo las poblaciones de depredadores, los herbívoros como el impala cada vez se alimentan más en áreas de vegetación que antes eran demasiado arriesgadas para ellos. Al disponer de más vegetación, estos animales escogen la mejor, que no es la que tiene espinas. La consecuencia de esto es que las plantas espinosas son cada vez más abundantes allá donde los carnívoros son cada vez más escasos.

Según unos cálculos recientes, más de tres cuartas partes de las 31 especies de grandes carnívoros del mundo se hallan en declive, y 17 de las especies ocupan menos de la mitad de sus respectivas áreas de distribución geográfica históricas. Cabe pues deducir, a la luz de las conclusiones del estudio hecho por Ford y sus colegas, que la vegetación espinosa tenderá a aumentar en tales áreas, mientras que la mejor comestible tenderá a disminuir.


Vía: Noticias de la Ciencia, 19/11/2014
F:http://noticiasdelaciencia.com/not/11986/mas-plantas-con-espinas-y-menos-vegetales-facilmente-comestibles-el-efecto-de-la-desaparicion-de-carnivoros/

La reforestación en la Isla ya permite que los bosques se recuperen solos


José Julio Cabrera, ayer en la exposición fotográfica sobre los bosques de Gran Canaria en el Paraninfo.
José Julio Cabrera, ayer en la exposición fotográfica sobre los bosques de Gran Canaria en el Paraninfo.


La reforestación de las cumbres y medianías de Gran Canaria en los últimos 60 años no solo ha permitido recuperar una parte de los bosques originales de la Isla, sino que, para sorpresa de los expertos, ha conseguido que las zonas arboladas se regeneren ahora de forma espontánea por el efecto de las propias plantas, sin necesidad de la mano del hombre. Esta es una de las conclusiones de un estudio realizado por el geógrafo José Julio Cabrera, que se presenta hoy viernes en las XXI Jornadas Forestales de Gran Canaria.

En su trabajo, titulado La repoblación y actual auto transformación forestal de Gran Canaria, desde los años 50 del siglo XX, Cabrera sostiene que en este periodo de tiempo se han plantado millones de árboles, que actualmente se reproducen de forma automática. Según sus observaciones, se han creado bosques de laurisilva y grandes pinares en lugares donde antes no había ni un solo ejemplar.

"Cuando un conocido periodista de Tenerife, José Rodríguez, menospreciaba a Gran Canaria diciendo que era un secarral, realmente tenía en la memoria a la isla de la década de 1950, cuando habíamos arrasado literalmente todo el territorio y únicamente quedaban las plantas que se habían refugiado en precipicios o alturas inalcanzables", explica Cabrera, quien recuerda toda la masa vegetal de Gran Canaria "se había utilizado para la ganadería, la agricultura o el carboneo". Los bosques, además, ya habían retrocedido en los siglos anteriores para dar paso a la cochinilla y la viticultura.

Plantaciones
La situación del campo grancanario a mitad del siglo XX, según este veterano medioambientalista, "contrastaba terriblemente con la visión que tenían los aborígenes del mundo que les rodeaba, pues ellos sí habían tenido en cuenta la capacidad de carga y respetaban el medio natural". La prueba de esa afirmación se encuentra en los mapas forestales del siglo XV de la obra Los paisajes vegetales de Gran Canaria, del profesor Antonio Santana Santana.

Cabrera, con más de 45 años de activismo en movimientos medioambientalistas de la Isla, hace un repaso histórico de la reforestación a partir de la década de 1950. Recuerda que tras la muerte del naturalista Francisco González Díaz, también conocido como "el apóstol del árbol", sus seguidores impulsaron un convenio con el Estado y realizaron las primeras plantaciones.
En 1969 se instauró el Día del Árbol por parte del Grupo Montañero Gran Canaria, no por el Cabildo, como erróneamente se piensa. Un año más tarde comenzaron las reforestaciones de Ascan, la asociación ecologista más antigua de España, de la que el propio Cabrera fue presidente en los años ochenta. "Comienza así una lenta transformación, se plantan millones de árboles y empezamos a revertir la situación", comenta.

"La novedad -añade- es que ahora se está notando una regeneración espontánea en el norte de Gran Canaria y es posible encontrar hasta diez plantas por metro cuadrado y en algunos casos se han contabilizado hasta cien plántulas en ese metro cuadrado, aunque muchas de ellas se pierden en verano". Esa recuperación automática se ha constatado en acebuchales, pinares, y en especies de laurisilva como el laurel, el madroño o la bencomia.

"Hay zonas donde no había absolutamente nada y en diez años se han llenado de árboles, eso nos ha sorprendido a todos", resalta.

Esa reproducción espontánea se da tanto en especies autóctonas como introducidas, caso del eucalipto, un árbol que es bueno para frenar escorrentías pero negativo porque impide que prosperen otras plantas a su alrededor, salvo el brezo y la faya.

Incluso otras especies invasoras, si son de hoja caduca, "le vienen bien a la laurisilva, porque los pájaros más pequeños se comen sus semillas y al huir de los gavilanes se refugian en zonas escondidas, sobre todo en las olmedas y el álamo blanco". Los pájaros defecan o regurgitan las semillas, que caen al suelo y rebrotan a gran velocidad, superior a la de las plantaciones que realiza el hombre.

Cabrera opina que la reforestación ha dado resultados, pero también resalta que se han cometido errores. "Hemos ido aprendiendo de los fallos; al principio, ingenuamente, solo plantábamos pinos, y en la primera campaña de laurisilva nos mandaron al Huerto de Los Romeros, un sitio inadecuado al que no he querido ni volver porque aquello fue un disparate", apunta.

Otra experiencia "muy amarga" para Cabrera fue utilizar mil plantas de un vivero propio en el Pico de Osorio. "Al poco tiempo subimos con Jaime O'Shanahan y al llegar arriba no había ni un solo árbol, se los habían comido los conejos; así aprendimos que había que poner una malla protectora contra los conejos", rememora. También se rieron de los naturalistas cuando en los años ochenta se empezaron a regar las reforestaciones, algo que ahora es lo habitual.

José Julio Cabrera considera "imposible" recuperar el antiguo bosque de Doramas, pues existen propiedades privadas, pero cree que se debe aspirar a recuperar lo máximo posible. A su juicio, el principal enemigo de los bosques de la Isla es ahora fuego y, en menor medida, las cabras salvajes, pero asegura Gran Canaria es todavía "la gran desconocida". "Aún es posible caminar por terrenos vírgenes y perderse en nuestros bosques", recomienda.






lunes, noviembre 17, 2014

Desarrollan un método para evaluar las reservas de agua en el desierto

Los ergs son regiones arenosas del desierto formadas por grandes dunas. En estos sistemas el agua de las precipitaciones se filtra a través de la arena y se acumula en el subsuelo formando acuíferos a poca profundidad. Mediante sistemas de información geográfica y el diseño de un modelo matemático, científicos de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y la Universidad Complutense de Madrid (UCM) han desarrollado un método de trabajo para comprender el comportamiento del agua en el subsuelo y estimar los recursos hídricos disponibles. El método empleado permite aplicarlo a otras regiones desérticas donde el incremento de la población y el turismo están provocando un desajuste en el ecosistema.  

Hassilabied y Merzouga son dos pequeñas poblaciones cobijadas tras las dunas de Erg Chebbi, al sureste de Marruecos. Al igual que sucede en otros asentamientos del Sahara, la subsistencia depende del aprovechamiento de las reservas de agua ubicadas bajo la superficie. Sin embargo el sistema sólo es sostenible en la medida que la extracción de agua no exceda a la recarga natural que tiene el propio acuífero.

La alta permeabilidad de la arena permite que una parte de las escasas precipitaciones que caen drene hacia el subsuelo formando reservas de agua, mientras el resto se evapora. Para aprovechar este recurso, las comunidades locales han construido tradicionalmente khettaras, un sistema que les permite captar y conducir el agua mediante galerías horizontales y pozos. Sin embargo, a la vez que ha crecido el número de habitantes y de visitantes, también han aumentado los puntos de extracción.

Sistema de khettaras en Erg Chebbi / divulgaUNED
Sistema de khettaras en Erg Chebbi / divulgaUNED
Científicos de la UNED y la Universidad Complutense de Madrid se propusieron estudiar la evolución hidrológica de Erg Chebbi y determinar la sostenibilidad del conjunto. Las características de este sistema dunar eran propicias para desarrollar un método que permitiera diseñar un modelo para estimar los recursos hídricos disponibles y la capacidad natural de almacenamiento que tenía el acuífero.

El equipo realizó mediciones directas in situ en el área periférica del complejo. Para las zonas internas del erg, donde resulta complicado acceder, se sirvieron de fotografías tomadas por satélite. En estas imágenes buscaron indicadores que señalan la presencia de agua a poca profundidad: la aparición de costras salinas, producto de la evaporación de agua subterránea, o las plantas freatrófilas, que se abastecen del agua freática.

Por otro lado, empleando sistemas de información geográfica (GIS), los investigadores diseñaron un modelo digital del terreno que permitió determinar la geometría del acuífero y el volumen de agua almacenada.

La porosidad del suelo se determinó mediante referencias bibliográficas y a partir de los datos tomados en estaciones meteorológicas próximas obtuvieron el nivel de evapotranspiración y el registro de precipitaciones.

Con todos estos datos se desarrolló un modelo matemático para interpretar el flujo de agua bajo las arenas de Erg Chebbi y comprender la evolución del sistema hidrológico en su conjunto. Los datos fueron procesados con Modflow, un código para modelar flujos que se emplea habitualmente en estudios hidrogeológicos.

El modelo permitió evidenciar importantes cambios en el sistema, producto del agotamiento al que se ha venido sometiendo durante décadas. La extensión del acuífero se ha reducido de 100 km2 a 65 km2, a la vez que su capacidad de almacenamiento natural ha disminuido un 30%: "el nivel de agua subterránea se ha deprimido más de diez metros en las proximidades de las zonas más pobladas" detalla Manuel García Rodríguez, autor principal del estudio y miembro del Grupo de Geología del Departamento de Ciencias Analíticas de la UNED.

LA FRAGILIDAD DEL ECOSISTEMA
El modelo ha puesto de manifiesto el efecto de las khettaras como eje de drenaje de todo el acuífero: "durante unos cuantos años, las khettaras han permitido obtener caudales muy superiores a los recursos renovables, creando un escenario de disponibilidad de agua irreal, en el que es aplicable eso de ´pan para hoy y hambre para mañana´; por esa razón, la aplicación de un modelo tiene mucho interés ya que permite definir los recursos disponibles y así poder realizar un gestión sostenible del agua subterránea" señala el investigador.
La población de Hassilabied al pie de las dunas / divulgaUNED
La población de Hassilabied al pie de las dunas / divulgaUNED
El problema que existe detrás de esto es una mayor demanda de agua. El incremento de la población implica que hayan aumentado las zonas de cultivo y, en parte, esta población local ha venido aprovechando los beneficios económicos derivados de un turismo que también se ha intensificado. Pero el turismo masivo conlleva también un mayor consumo y derroche de agua, por ejemplo mediante el uso de duchas, la construcción de piscinas u hoteles con zonas ajardinadas: "el incremento de población, de zonas de cultivo, y un turismo masivo han sido los responsables de una mayor demanda de agua que ha llevado a construir más metros de khettara hacia el interior del erg, lo que ha drenado (vaciado) el acuífero a una velocidad superior a la descarga natural que le corresponde" explica Manuel García.

Este modelo pretende ser una herramienta que favorezca la planificación del agua entre las comunidades y los organismos locales y regionales que gestionan este recurso: "así dispondrían de una herramienta que les permita planificar este recurso tan escaso en las zonas desérticas, de manera que no lleguen a agotar el acuífero, lo que supondría un efecto nefasto para las poblaciones locales de Erg Chebbi" señala el investigador quien concluye que "resulta muy útil también para ONGs, para que valoren los riesgos que puede tener a largo plazo la construcción de nuevas khettaras".


Referencia bibliográfica:García Rodríguez M, Loreto A, Martínez Santos P. Estimating groundwater resources in remote desert environments by coupling geographic information systems with groundwater modeling (Erg Chebbi, Morocco). Journal of Arid Environments. 110 (2014).

Vía: Madri+d, 13/11/2014
F:http://www.madrimasd.org/informacionidi/noticias/noticia.asp?id=62022&origen=notiweb&dia_suplemento=jueves