La presencia de las especies en los ecosistemas cambia
con las fluctuaciones del entorno, pero también dependiendo de las
preferencias ecológicas de cada especie. Por ejemplo, no responderá de
igual modo cuando llega un periodo seco un animal típico de zonas
áridas, que si se trata de un animal que requiere un entorno húmedo y
frondoso para sobrevivir. En el escenario macroevolutivo que se maneja,
estas preferencias se suman al clima cambiante y a la heterogeneidad
geográfica de los ecosistemas, y es precisamente esta maraña de factores
la que acaba de desenredar un equipo de investigadores del Departamento de Paleontología de la UCM.
Fig. 1 Variación de los componentes faunísticos en el espacio y a lo largo del tiempo
Cuando se estudia un gran número de fósiles es
posible analizar detalladamente cómo varía su importancia en las
comunidades del pasado, tanto en el tiempo como en el espacio. Pero este
tipo de investigación no se puede llevar a cabo con cualquier grupo. La
investigación que se acaba de publicar se ha centrado en las faunas de
roedores de la Península Ibérica y Francia de hace entre 12 y 5 millones
de años (durante el Mioceno), ya que su registro fósil es excepcional
gracias a muchas décadas de excavaciones paleontológicas y muchos
trabajos de identificación llevados a cabo por especialistas. En este
contexto hay que recalcar, por tanto, la importancia cuantitativa y
cualitativa a escala global de los yacimientos de micromamíferos de la
Península Ibérica y el sur de Francia.
El estudio realizado por miembros del grupo de investigación de la UCM sobre Paleoclimatología, Macroecología y Macroevolución de Vertebrados, ha identificado en concreto grupos de especies con requerimientos ecológicos afines, y lo ha hecho analizando qué especies fluctuaron de forma similar en el tiempo como resultado de una sensibilidad compartida a los cambios ambientales. Estos conjuntos de especies que se comportan de manera diferenciada en el tiempo y en el espacio se han definido como Componentes Faunísticos, habiéndose podido confirmar el cambio de las faunas dominadas por lirones del Mioceno medio, a las dominadas por ratas y ratones del Mioceno superior. Si bien, lo más interesante que se ha podido observar con este trabajo es no solamente cómo son estos cambios y sustituciones de unas faunas por otras en el tiempo, sino que además son muy heterogéneos en el espacio.
El estudio realizado por miembros del grupo de investigación de la UCM sobre Paleoclimatología, Macroecología y Macroevolución de Vertebrados, ha identificado en concreto grupos de especies con requerimientos ecológicos afines, y lo ha hecho analizando qué especies fluctuaron de forma similar en el tiempo como resultado de una sensibilidad compartida a los cambios ambientales. Estos conjuntos de especies que se comportan de manera diferenciada en el tiempo y en el espacio se han definido como Componentes Faunísticos, habiéndose podido confirmar el cambio de las faunas dominadas por lirones del Mioceno medio, a las dominadas por ratas y ratones del Mioceno superior. Si bien, lo más interesante que se ha podido observar con este trabajo es no solamente cómo son estos cambios y sustituciones de unas faunas por otras en el tiempo, sino que además son muy heterogéneos en el espacio.
Fig. 2 Paisaje
de bosque tropical seco del Mioceno de la región Iberoccitana.
Ilustración cedida por el paleontólogo e ilustrador Oscar Sanisidro
A la sucesión temporal que se da en las faunas, se
superpone una diferenciación biogeográfica basada en la existencia de
dos provincias faunísticas dentro de la Región Iberoccitana. Distintos
componentes faunísticos se comportaron de manera diferenciada
dependiendo de si se encontraban en la provincia meridional (cuencas de
la península Ibérica salvo el noreste), o en la septentrional (cuencas
de Cataluña y sur de Francia). Particularmente interesante es la
presencia de un componente faunístico profundamente forestal en las
faunas septentrionales, dominado por la presencia de de un buen número
de especies de ardillas voladoras y castores. Esta distinción en sus
comportamientos tuvo su base en las diferentes características
ambientales de estas dos provincias (más árida y subtropical la
meridional, más húmeda y fresca la septentrional), así como en la
diferente capacidad de reacción de los distintos componentes faunísticos
frente a los cambios ambientales que se produjeron en los 7 millones de
años abarcados por este estudio.
El análisis realizado permite
complementar la imagen que tenemos sobre las sucesiones faunísticas con
una visión de gran resolución espaciotemporal, como sólo las faunas de
micromamíferos del Neógeno ibérico pueden ofrecer. Este detalle nos
permite vislumbrar la influencia combinada de cambios climáticos y
variaciones biogeográficas en la evolución de la biosfera.
Vía: Madri+d, 14/10/14
F:http://www.madrimasd.org/informacionidi/noticias/noticia.asp?id=61756&origen=notiweb&dia_suplemento=martes
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