Al contrario de lo que la mayoría de los científicos pensaba, un estudio
internacional demostró que la gran mayoría de los árboles tienen tasas
de acumulación de biomasa -principalmente madera- que aumentan con la
edad y el tamaño. Este estudio, que acaba de publicar la influyente
revista Nature, analizó el crecimiento de 673.046 árboles pertenecientes
a 403 especies de zonas tropicales, subtropicales y templadas de todo
el mundo.
El estudio liderado por Nathan Stephenson y Adrian Das, ecólogos del Servicio Geológico de Estados Unidos, cuestiona la común creencia de que cuando los organismos vivos envejecen, su crecimiento disminuye.
“La evidencia mostró que mientras un árbol viva, su crecimiento se verá incrementado con la edad”, explicó a la Agencia CyTA el doctor Ricardo Grau, profesor titular de Ecología del Paisaje de la Universidad Nacional de Tucuman (UNT), investigador independiente del CONICET y coordinador del estudio en Argentina. “Los árboles más jóvenes pueden crecer más rápido en una escala relativa (les lleva menos tiempo duplicar su tamaño) pero los individuos viejos incorporan más biomasa absoluta anualmente, principalmente en forma de madera”.
Anteriormente se suponía que el crecimiento de los árboles disminuía con la edad, en especial, porque la mayoría de los estudios sobre la productividad de plantas se desarrollaron a nivel de hoja o de bosques. El nuevo trabajo reveló lo contrario. “Es el primer estudio que analiza la productividad de los árboles individuales con la mayor muestra conocida, que incluye un elevado número de especies distribuidas en diferentes tipos de bosques y en diferentes partes del mundo”, destacó Cecilia Blundo, investigadora asistente y becaria del CONICET en el Instituto de Ecología Regional de la Facultad de Ciencias Naturales de la UNT.
El estudio liderado por Nathan Stephenson y Adrian Das, ecólogos del Servicio Geológico de Estados Unidos, cuestiona la común creencia de que cuando los organismos vivos envejecen, su crecimiento disminuye.
“La evidencia mostró que mientras un árbol viva, su crecimiento se verá incrementado con la edad”, explicó a la Agencia CyTA el doctor Ricardo Grau, profesor titular de Ecología del Paisaje de la Universidad Nacional de Tucuman (UNT), investigador independiente del CONICET y coordinador del estudio en Argentina. “Los árboles más jóvenes pueden crecer más rápido en una escala relativa (les lleva menos tiempo duplicar su tamaño) pero los individuos viejos incorporan más biomasa absoluta anualmente, principalmente en forma de madera”.
Anteriormente se suponía que el crecimiento de los árboles disminuía con la edad, en especial, porque la mayoría de los estudios sobre la productividad de plantas se desarrollaron a nivel de hoja o de bosques. El nuevo trabajo reveló lo contrario. “Es el primer estudio que analiza la productividad de los árboles individuales con la mayor muestra conocida, que incluye un elevado número de especies distribuidas en diferentes tipos de bosques y en diferentes partes del mundo”, destacó Cecilia Blundo, investigadora asistente y becaria del CONICET en el Instituto de Ecología Regional de la Facultad de Ciencias Naturales de la UNT.
Investigadores
argentinos midiendo diámetros de árboles. Junto a colegas de diferentes
países estudiaron la evolución de 673 mil árboles de más de 400
especies alrededor del mundo. (Foto: Gentileza de Cecilia Blundo)
Grau
y Blundo, junto a Agustina y Lucio Malizia, de la Universidad Nacional
de Jujuy, aportaron datos sobre 7 mil árboles pertenecientes a 32
especies de las yungas, los cuales son monitoreados en sistema de
parcelas forestales permanentes establecidas desde el año 1991 en el
noroeste de Argentina.
Un ejemplo, descrito en el trabajo, es el de una parcela de bosque
maduro en el oeste de Estados Unidos. “Los individuos (árboles) de más
de 100 centímetros de diámetro comprendieron sólo el 6 por ciento de los
árboles, pero representaron el 33 por ciento del incremento en
biomasa”, indicó Grau. “Los grandes árboles de las yungas, como el
laurel del cerro y el horco molle no se apartan de esta regla: a mayor
tamaño, mayor crecimiento”, agregó.
El estudio tiene
implicaciones para el manejo de bosques en lo que se refiere a maximizar
el rendimiento de la extracción de madera. “La investigación también
podría ayudar a los científicos a desarrollar mejores modelos de cómo
funcionan los bosques y su papel en la regulación del clima”, enfatizó
Grau.
En el estudio también participaron científicos de
Inglaterra, Australia, Panamá, Alemania, Colombia, República del Congo y
China, entre otros países. (Fuente: AGENCIA CYTA-INSTITUTO
LELOIR/DICYT)
Vía: Noticias de la Ciencia, 04/04/2014
F:http://noticiasdelaciencia.com/not/10015/los_arboles__aunque_envejezcan__no_paran_de_producir_madera/
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