"Novedad. Cosa nueva y no acostumbrada. Suele ser peligrosa por traer consigo mudança de uso antiguo" (SEBASTIÁN DE COVARRUBIAS) 1539-1613

"No se desea lo que no se conoce" (NASÓN, PUBLIO OVIDIO) 43 AC-17 DC

jueves, enero 27, 2011

Se establece un vínculo entre el clima y las sociedades antiguas

Un equipo internacional de investigadores ha descubierto nuevos indicios de la influencia del clima en las sociedades antiguas. El estudio, publicado en la revista Science, revela el hecho de que los periodos de inestabilidad climática suelen coincidir con épocas turbulentas de la historia de Europa. Esta investigación fue financiada en parte por los proyectos MILLENNIUM y ACQWA, desarrollados en el marco del Sexto y Séptimo Programa Marco de la UE (6PM y 7PM) respectivamente. MILLENNIUM («Clima europeo del último milenio») recibió más de 12 millones de euros del Área temática del 6PM «Desarrollo sostenible, cambio global y ecosistemas», mientras que ACQWA fue financiado con cerca de 6,5 millones de euros a través del Tema «Medio ambiente» del 7PM.)

Este equipo, dirigido por el Instituto de Silvicultura de la Universidad de Friburgo (Alemania) y el Instituto Federal Suizo de Investigaciones (WSL), contó con la participación de climatólogos, geógrafos, arqueólogos e historiadores. Gracias al estudio dendrológico de más de 7.000 muestras de árboles sub-fósiles, históricos y vivos, consiguieron reconstruir la historia de las temperaturas y las precipitaciones estivales de Europa central remontándose más de 2.500 años, un registro mucho más amplio que los 1.500 años utilizados en estudios anteriores.

El equipo comparó las variaciones en el clima estival europeo con episodios y acontecimientos de la historia de la humanidad como plagas, migraciones o la Guerra de los Treinta Años. Sus conclusiones aportaron nuevos datos sobre la importancia del cambio climático en la riqueza agraria y en la bonanza económica.

Según los autores del estudio, «las variaciones climáticas han influido en la productividad agrícola, las condiciones de salud y el nivel de conflicto que vivieron las sociedades preindustriales». «No obstante, debido a la escasez de indicios paleoclimatológicos de alta resolución, es difícil discernir entre los factores medioambientales y antropogénicos que afectaron a las civilizaciones antiguas. En este estudio presentamos tres reconstrucciones dendrológicas de la variabilidad de las precipitaciones y las temperaturas estivales europeas durante los últimos 2.500 años. El calentamiento de estos últimos años es un fenómeno sin precedentes, pero las variaciones hidroclimáticas actuales podrían haberse visto superadas ocasionalmente en magnitud y duración.»

Los investigadores destacaron que gracias a la información climática que se encuentra almacenada en los árboles fue posible establecer paralelismos entre las fluctuaciones naturales en las precipitaciones y las temperaturas y el desarrollo de las sociedades europeas. Descubrieron, por ejemplo, que el clima estival europeo en la época romana fue relativamente cálido y húmedo, y bastante estable. Según los investigadores, las variaciones más acusadas que se produjeron en el periodo 250-600 DC coinciden con la caída del Imperio Romano de Occidente y las penurias del Periodo de las Grandes Migraciones, época ésta en la que la población europea sufrió una importante reestructuración.

Asimismo, descubrieron que los veranos húmedos y suaves acompañaron al rápido crecimiento político y cultural de la Europa medieval, y que las inclemencias del clima podrían haber afectado a las enfermedades que contribuyeron al desencadenamiento de la crisis económica que tuvo lugar durante la pandemia de la Peste Negra del siglo XIV.

El equipo observó que las temperaturas mínimas a principios de los siglos XVII y XIX coincidieron con el abandono de asentamientos que se produjo durante la Guerra de los Treinta Años y las migraciones masivas de la población europea hacia América respectivamente.

«Durante los periodos de prosperidad de las épocas romana y medieval se sucedieron veranos húmedos y cálidos», explicaron los autores. «La intensificación de la variabilidad climatológica que tuvo lugar entre 250 - 600 DC coincidió con el desmoronamiento del Imperio Romano de Occidente y el caos del Periodo de las Grandes Migraciones. Las circunstancias históricas podrían poner en entredicho la reciente reticencia política y fiscal a paliar el cambio climático que se ha pronosticado», añadieron.

El equipo advirtió de que los efectos en las sociedades humanas del cambio climático que se avecina podrían ser mucho mayores de lo que prevé la comunidad científica. Por otra parte, afirmaron que es preciso indagar en los complejos vínculos causales existentes entre los cambios climáticos del pasado y las respuestas humanas.

Vía: Cordis, 25/01/2011
F:http://cordis.europa.eu/fetch?CALLER=ES_NEWS&ACTION=D&SESSION=&RCN=32993

Gran Canaria rebosa agua


Los embalses de Gran Canaria tienen más agua que nunca. Las precipitaciones de los dos últimos días han hecho rebosar seis presas y, en conjunto, ya se ha alcanzado el volumen del invierno pasado y el de los mejores años de lluvias. A primera hora de ayer, cuando aún entraba abundante agua en casi todas las presas, la cantidad almacenada era de más de 42 millones de metros cúbicos, por lo que en los próximos recuentos se logrará el máximo histórico, según confirmó el Consejo Insular de Agua de Gran Canaria.

La presa de Soria, la más grande de la isla, también está a punto de batir su récord del año 1991, cuando almacenó 12,3 millones de metros. Los habitantes de Barranquillo Andrés estaban ayer más pendientes del muro que de la popular cascada, pues está a sólo 75 centímetros de la altura máxima conseguida hace veinte años. El pueblo ya prepara la celebración, aunque su cuidador, Juan Ramírez, mantiene la cautela porque la presa es tan grande que cada centímetro supone una enorme cantidad de agua.

Desde la madrugada de ayer recibe los excedentes de las presas de Chira y de Las Niñas. El reboso de esta última crea la espectacular cascada de Soria, donde se congregaron durante todo el día turistas, curiosos y también los vecinos. Dos de ellos, Marta León y Luis Cazorla, propietarios del supermercado, esperan una gran afluencia de visitantes durante el fin de semana.

Desbordamientos

Aparte de Chira y Las Niñas, también se han desbordado las presas de Ayagaures, La Gambuesa, El Mulato, Fataga, Siberio, El Caidero de las Niñas y Chamoriscán, mientras que la de El Parralillo estaba ayer por la mañana al 97% de su capacidad. El máximo histórico se logra gracias a dos circunstancias, explicaron los técnicos del Consejo. En primer lugar, porque las lluvias del año pasado mantenían varias presas al borde del reboso y, en segundo, porque esta última borrasca ha dejado agua en todas las cuencas, incluida la del Norte, lo que no ocurrió en años anteriores.

JESÚS MONTESDEOCA.

Vía: La Provincia, 27/01/2011
F:http://www.laprovincia.es/las-palmas/2011/01/27/gran-canaria-rebosa-agua/349456.html

jueves, enero 20, 2011

Cuadernos de bitácora del siglo XVIII para estudiar el creciente deshielo del Ártico

Portada (c) y varias páginas de cuadernos de bitácora históricos. | Dennis Wheeler.

Portada (c) y varias páginas de cuadernos de bitácora históricos. | Dennis Wheeler.

  • Un proyecto estudiará los libros escritos en expediciones entre 1750 y 1850
  • Serán utilizados para investigar los cambios en el clima del Ártico
  • Las mediciones de la capa de hielo con satélites se realizan desde 1979

2010 ha sido un año cálido en el Ártico. Las temperaturas han llegado a alcanzar en algunas zonas hasta 10 grados más de lo habitual y la extensión de la capa de hielo ha sido la más baja desde 1979, el año en el que empezaron a tomarse registros.

Precisamente la falta de mediciones anteriores a la época en la que los satélites vigilan la Tierra es uno de los obstáculos que los científicos del clima tienen para llevar a cabo sus investigaciones. Para intentar recabar datos más antiguos recurren a diversos métodos, como el estudio de los cuadernos de bitácora. La Universidad británica de Sunderland va a iniciar el próximo mes de marzo un proyecto para investigar el clima del Ártico entre 1750 y 1850 utilizando cuadernos de bitácora de expediciones que surcaron los mares en esta época.

Recreación del barco Hindostan, de la East India Company.

Recreación del barco Hindostan, de la East India Company.

Lo que ocurre en el Ártico afecta al resto del planeta por lo que el estudio de esta zona es clave para estudiar los efectos del cambio climático.

Expediciones históricas

Entre los cuadernos de bitácora que se analizarán durante los próximos tres años se encuentran los que se escribieron durante famosos viajes, como la expedición polar que a principios del siglo XIX llevó a cabo William Edward Parry, uno de los primeros exploradores del Ártico, a bordo del HMS Hecla.

Libro del 'Experiment' (hacia 1690).

Libro del 'Experiment' (hacia 1690).

Asimismo, examinarán un cuaderno de bitácora del explorador Sir John Franklin, que perdió la vida junto a toda su tripulación en el Ártico canadiense cuando intentaban llegar al Paso del Noroeste, en 1845. También analizarán otros libros de la Royal Navy, de barcos balleneros así como datos recopilados por la Hudson Bay Company, una de las primeras compañías comerciales del mundo.

"Estudiaremos el cambio climático en esta región, especialmente el retroceso y el avance del hielo entre 1750 y 1850", explica Dennis Wheeler, principal investigador de este proyecto. "Desde un punto de vista ambiental, el Ártico es una zona de enorme importancia pero necesitamos saber cómo se ha comportado en el pasado para intentar averiguar qué va a ocurrir en el futuro. No puedes mirar hacia delante sin mirar antes atrás", asegura el científico.

Una época importante para el clima

El periodo que abarca este proyecto, según subraya Wheeler, es importante desde un punto de vista climatológico porque es anterior a la emisión de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Asimismo, durante esos años se produjeron grandes erupciones de volcanes y el sol se comportó de una manera poco habitual: "Fue una época con actividad solar baja, conocida como el Mínimo de Dalton (Dalton Minimun, en inglés. Europa vivió un periodo fríoque duró desde 1790 a 1830 aproximadamente).

Sin embargo, el científico señala que aún no disponen de suficientes datos, ya que han encontrado informaciones contradictorias procedentes de distintos cuadernos de bitácora sobre al avance y el retroceso de hielo.

Recientemente, Wheeler participó en un proyecto que también utilizó cuadernos de bitácora históricos para reconstruir cambios climáticos en el pasado. Tanto la UK Colonial Registers como la Royal Navy Logbooks (CORRAL) digitalizaron una selección de 300 cuadernos de bitácora. Entre ellos figuran los de la larga expedición que Charles Darwin llevó a cabo a bordo del mítico Beagle y que comenzó en 1831.

Los primeros datos sobre el clima

Libro del 'Rattlesnake' (hacia 1790).

Libro del 'Rattlesnake' (hacia 1790).

No fue el interés científico sino la necesidad de localizar a los barcos la razón por la que se empezaron a recopilar los primeros datos sobre el clima. La ciencia de la navegación era muy imprecisa hasta mediados del siglo XIX. Se produjeron muchos accidentes debido a los cálculos erróneos sobre la fuerza y la dirección del viento así que cada vez se esforzaron más en anotar correctamente las mediciones durante las expediciones.

Además de los datos sobre el viento, los cuadernos de bitácora recopilaban información sobre la meteorología: lluvias, tormentas, el estado de la mar y del cielo, etc. Y no sólo eso, muchos de ellos contienen abundante información sobre la vida a bordo y los lugares que visitaban. Datos que los científicos intentan descifrar para reconstruir los fenómenos climáticos del pasado con el objetivo de entender el presente y predecir el futuro.

Teresa Guerrero

Vía: El Mundo, 18/01/2011

F:http://www.elmundo.es/elmundo/2011/01/14/ciencia/1295018329.html

Nuevos hallazgos en asteroides pueden alterar la teoría del origen de la vida en la Tierra

La idea de que los asteroides pudieron traer la vida a la Tierra, conocida como Panspermia y ampliamente debatida durante años por la comunidad científica, cobra más fuerza. Una nueva investigación realizada por los investigadores del Goddard Space Flight Center de la NASA apunta que una amplia gama de asteroides, más de los que se creía, son capaces de crear los aminoácidos fundamentales que sustentan la vida en la Tierra. El estudio aparece publicado online en la revista Meteoritics and Planetary Science.

Los aminoácidos se emplean en la construcción de las proteínas, que a su vez se utilizan para crear estructuras vitales como el pelo o las uñas, o para regular las reacciones químicas. Los aminoácidos tienen dos variedades, que resultan imágenes especulares una de la otra, como las manos de una persona. La vida en la Tierra utiliza exclusivamente el «tipo zurdo», una elección que los investigadores estudian, ya que se desconoce el motivo de esta preferencia y por qué se ha rechazado el «diestro».

Los investigadores del centro Goddard en Greenbelt, Maryland, descubrieron un exceso de la forma zurda del aminoácido isovalina en muestras de meteoritos que provenían de asteroides ricos en carbono. Los expertos creen que este tipo de vida pudo tener su inicio en el espacio, donde las condiciones parecen ser favorables. Los impactos de los meteoritos podrían haber traído a la Tierra este material. De esta forma, el sesgo hacia este tipo de moléculas se ha perpetuado, ya que fue incorporado a las forma de vida emergentes. En asteroides raros

Los científicos han podido detectar esta presencia en diferentes tipos de meteoritos, algunos excepcionalmente raros. Según Daniel Glavin, del centro Goddard y autor principal de la investigación, el agua líquida en los asteroides parece ser la clave. Otra posible explicación es la radiación. El espacio está lleno de estrellas masivas, estrellas de neutrones y agujeros negros que producen muchos tipos de radiación. Es posible que la radiación encontrada por nuestro Sistema Solar en su juventud favoreciera el crecimiento de los aminoácidos zurdos, o que los diestros fueran más débiles y más propensos a ser destruidos. Glavin cree que, en otros sistemas solares, quizás las bases de la vida pueden ser las contrarias.

Vía: Madri+d, 20/11/2011
F:http://www.madrimasd.org/noticias/Nuevos-hallazgos-asteroides-pueden-alterar-teoria-origen-vida-Tierra/46958

Algunas amebas practican la agricultura

Parece increíble, casi una broma, pero va totalmente en serio. Una especie de ameba, un insignificante organismo que habita en el suelo de algunos bosques, practica una forma rudimentaria de agricultura. El hecho es que, como hace el ser humano desde el Neolítico, estas criaturas recolectan, transportan y, de alguna forma, cultivan sus propios alimentos, según asegura un grupo de científicos de la Rice University en Texas (EE.UU.). Esta impactante investigación aparece publicada en el número de la revista Nature.

Según explica el estudio, dirigido por la científica Debra Brock, la ameba «Dictyostelium discoideum», un organismo de conocido comportamiento social que se alimenta de bacterias, desarrolla un comportamiento «sofisticado y sorprendente» cuando se alimenta, dado que un tercio de los individuos de esta especie observados por los investigadores han mostrado habilidades parecidas a las de los primitivos «granjeros».

CONTROL DE RECURSOS

En determinadas circunstancias, cuando les conviene, estos pequeños seres deciden no consumir todos los recursos de la zona en la que se encuentran, para incorporar las bacterias a su cuerpo fructífero, donde fertilizan. Después, los depositan en un cultivo en una nueva localización.

La agricultura está reconocida como uno de los puntos clave del éxito de la adaptación humana al medio, y es una destreza asociada habitualmente a las formas de vida que han desarrollado relaciones sociales estructuradas. Los científicos ya habían descubierto con anterioridad que algunas especies sociales de insectos, como las termitas y determinadas clases de hormigas, son capaces de establecer sistemas de cooperación entre sus individuos y practican alguna clase de agricultura primitiva. Trabajos recientes sugieren que los microorganismos muestran comportamientos sorprendentemente sofisticados, incluyendo la comunicación, la cooperación y muchos tipos de simbiosis, pero nunca antes se había constatado esta actividad en seres tan sencillos. El dicho de ser tan tonto como una ameba ya no es tan despectivo.

Vía: ABC, 20/01/2011
F:http://www.abc.es/20110119/ciencia/abci-algunas-amebas-practican-agricultura-201101191742.html

miércoles, enero 19, 2011

Los bosques en Canarias se han reducido un 36% desde la colonización

Un grupo de investigadores de la Universidad de La Laguna acaba de publicar en la revista científica Biodiversity and Conservation el artículo "Vegetación actual y potencial de las Islas Canarias y su estado de conservación" y en el que se desvela que los bosques en las islas han reducido su extensión un 36 por ciento desde la colonización.


En el documento se describen las principales unidades de vegetación del archipiélago, tanto las que corresponden a las comunidades potenciales --aquellas que constituyen el óptimo de la vegetación en el territorio-- como las derivadas de su sustitución por uso del territorio, indicando en todas ellas la superficie en hectáreas que ocupan en la actualidad, según ha informado la ULL.

El trabajo recuerda que la Red Natura 2000 considera que el 46,8 por ciento de Canarias está protegida y que sus espacios naturales comprenden el 40,4 por ciento. Sin embargo, buena parte de esa superficie corresponde a las partes altas de montañas de las islas, mientras que hay un bajo grado de protección en zonas medias y bajas que incluyen, entre otras comunidades vegetales, las zonas bajas de laurisilva, los bosques termoesclerófilos, tabaibales-cardonales, palmerales, sauzales, tarajales, comunidades litorales, etc. que muestran superficies muy reducidas y un elevado grado de fragmentación.

El artículo recopila estos datos sobre vegetación en diversas tablas y gráficos aclaratorios, tanto de cada una de las islas como para el conjunto del archipiélago. Esto permite comparar el área de los restos de vegetación potencial que persiste con su teórica área original, y de este modo conocer tanto su extensión como su porcentaje de persistencia.

El artículo está firmado por Marcelino José del Arco Aguilar, Ricardo González-González y Víctor Garzón-Machado, del Departamento de Biología Vegetal de la ULL; y Bernardo Pizarro Hernández, de la empresa Grafcan S.A.

El trabajo tiene su base en una larga investigación durante los últimos 15 años del grupo de Flora y Vegetación Canaria, del Área de Botánica del Departamento de Biología Vegetal de la Universidad de La Laguna, que se concretó en 2006 con la publicación del Mapa 1:20.000 de Vegetación de Canarias. Los archivos cartográficos originales de este mapa, con ciertas correcciones que se anotan en la publicación, han permitido obtener los datos cuantitativos presentados en el trabajo.

Como explican los investigadores, la transformación del paisaje natural de las islas comenzó con la llegada de la población aborigen, que permaneció en el territorio 2.000 o 3.000 años antes de la llegada de los castellanos a finales del siglo XV.

Según lo apuntado en recientes publicaciones, los impactos en el paisaje causados por la población aborigen pudieron ser importantes, derivados del uso del fuego, la introducción de ovejas, cabras, cerdos y plantas. En cualquier caso, la evaluación de dichos daños sobre la cubierta vegetal es incierta, por lo que no se considera en el presente artículo.

Tras la colonización hispana, se extendió el uso del territorio y el paisaje natural fue transformándose progresivamente. Actualmente, el 20 por ciento de la superficie de las islas es de carácter urbano o rural, con escasa vegetación. Los restos de la vegetación potencial ocupan el 27 por ciento y la vegetación de sustitución, el 53 por ciento.

Estas cifras son elocuentes en lo que respecta a la trasformación de la vegetación, hoy día dominada por diversos tipos de matorrales (62 por ciento de la vegetación actual, de los cuales el 74 por ciento son secundarios).

Los tabaibales-cardonales fueron la vegetación más extensa de las islas, cubriendo el 48 por ciento de su superficie, pero hoy sólo persiste el 14 por ciento, especialmente en malpaíses y laderas escarpadas de costa y medianías. Canarias representa el principal enclave macaronésico de este tipo de vegetación derivada de una antigua flora semiárida africana (Rand Flora).

Se ha estimado que los bosques llegaron a cubrir el 39 por ciento de la superficie de las islas y hoy sólo ocupan el 14 por ciento, es decir, que se han reducido al 36 por ciento de su antigua extensión. Los más perjudicados son los bosques termoesclerófilos (sabinares, acebuchales y almacigales), que persisten en un 8 por ciento y la laurisilva, de la que queda el 12 por ciento (hasta 35 por ciento para el conjunto del "monteverde" si se considera el fayal-brezal sustitutorio).

El pinar canario, a pesar de su uso en el pasado, es la formación forestal más favorecida con un 54 por ciento de persistencia, mientras que los matorrales de cumbre, propios de las islas de La Palma y Tenerife, muestran un excelente grado de conservación.

Aparte de las grandes comunidades potenciales zonales mencionadas, cabe mencionar el retroceso que han experimentado los sauzales, palmerales, tarajales y baleras, así como el deterioro de las comunidades litorales.

Europa Press / Santa Cruz de Tenerife

Vía: Canarias 7, 19/01/2011

martes, enero 18, 2011

Las raíces de la inteligencia de las plantas

Si se define inteligencia como la capacidad de resolver problemas, las plantas tienen mucho que enseñarnos.
Stefano Mancuso.

En el enlace se puede ver la entrevista que el gran divulgador científico Eduard Punset le hace a Stefano Mancuso. No se la pierdan, es verdaderamente interesante.

F:http://www.rtve.es/television/20101227/redes-raices-inteligencia-plantas/390278.shtml

martes, enero 11, 2011

Hallan en Aranjuez una nueva especie de planta

Se llama Sedum Aetnense Aranjuezii. Se trata de una nueva subespecie de planta totalmente inédita para la ciencia y de la que no se tenía conocimiento hasta ahora que se ha encontrado en el Parque Regional del Sureste. El nuevo ejemplar, localizado en el término municipal de Aranjuez, pertenece a la tipología de plantas vasculares, es decir, que tienen raíz, tallo y hojas y, además, un sistema que se encarga de la distribución del agua y de los nutrientes.

Su hallazgo es fruto de unos intensos trabajos de investigación que dieron comienzo en 2001, y que ahora, casi diez años después, han conducido al descubrimiento de esta subespecie no descrita hasta el momento para la ciencia.

La investigación, auspiciada por la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, que dirige Ana Isabel Mariño, ha logrado describir pormenorizadamente la subespecie, su distribución, biología reproductiva, número y tamaño de las semillas, fenología, censos poblacionales, clave identificativa y hábitat. En el Parque Regional del Sureste esta subespecie bautizada Aranjuezii aparece como una crasulácea litófita que comparte hábitat con musgos y líquenes a 500 metros de altitud, aunque su ecología y anatomía difieren bastante de la especie tipo.

La especie original ya fue descrita por Tineo en el año 1845, a partir de ejemplares recolectados en el Etna (Sicilia), entre 1.500 y 1.700 metros de altitud. El hallazgo de esta nueva especie pone de manifiesto la enorme riqueza biológica existente en la Comunidad de Madrid, de forma que en la actualidad, entre el 35 y el 40% de las principales especies de fauna y flora catalogadas en la Península Ibérica están representadas en la región, que se ha convertido en una de las comunidades autónomas que mejor han cuidado y conservado su riqueza biológica.

El Parque Regional del Sureste es uno de los espacios protegidos con mayor biodiversidad de la Comunidad. Se trata del segundo mayor espacio protegido de la región, con una superficie natural de 31.550 hectáreas, repartidas en 16 términos municipales. Entre sus características naturales destacan las más de 200 especies de aves que se pueden observar en los 123 humedales que salpican de lagunas y arroyos sus tierras, de los cuales 9 están incluidos en el Catálogo de Embalses y Humedales de Madrid.

No hay que olvidar que en esta zona se ha vuelto a detectar la presencia de nutrias y es además, aunque le pese a los técnicos, el único núcleo de la región que cuenta con una población de mapaches, que no deja de crecer a medida que pasan los años.

INÉDITA PARA LA CIENCIA

Nombre
«Sedum Aetnense Aranjuezii».

Familia
Se trata de una subespecie bautizada como Aranjuezii, que aparece como una crasulácea litófita.

Localización
Comparte hábitat con musgos y líquenes, a 500 metros de altitud.
Miguel Oliver

Vía: Madri+d, 11/01/2011
F:http://www.madrimasd.org/informacionidi/noticias/noticia.asp?id=46834&origen=notiweb

lunes, enero 10, 2011

Paisajes vegetales cambiantes y sorprendentes

Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) descubren la presencia de maderas fósiles de pinos en el Parque Natural de Doñana, lo que parece indicar que existieron allí unas condiciones climáticas y ecológicas muy diferentes a las actuales.

Uno de los últimos trabajos[1] llevados a cabo en la Unidad de Botánica de la ETSI de Montes de la Universidad Politécnica de Madrid ha consistido en el análisis de los macrorrestos vegetales leñosos hallados a lo largo del acantilado de El Asperillo en el Parque Natural de Doñana, en Huelva. Entre estos fósiles destacan las maderas correspondientes a dos especies de coníferas cuya presencia en esta zona de la Península en el Cuaternario reciente (Pleistoceno Superior) contrasta notablemente con algunas interpretaciones paisajísticas previas en las que no se contaba con la presencia de estos vegetales.

A pesar de hallarnos en pleno siglo XXI y haber experimentado ya las ciencias de la Tierra un gran auge en lo que se refiere a estudios sobre la interpretación del paisaje vegetal pretérito, algunas áreas peninsulares constituyen aún un misterio en cuanto a la evolución de su vegetación y al impacto del hombre sobre las mismas. Una de estas vastas zonas peninsulares es la cuenca del Guadalquivir.

El análisis de los restos vegetales hallados en el área permite asegurar que al menos dos especies de pinos Pinus nigra (pino laricio) y Pinus pinaster (pino resinero) habitaban en la zona. Las dataciones radiocarbónicas y por termoluminiscencia, así como los estudios estratigráficos llevados a cabo, permiten estimar una edad aproximada para estos troncos ubicada en el último ciclo glacial, concretamente hace unos 60.000 a 25.000 años.

Del trabajo llevado a cabo podemos destacar varios aspectos paleofitogeográficos. El primero de ellos es constatar la presencia de formaciones vegetales arbóreas en el interior de la cuenca en las que estas especies eran parte integrante. Para el área de Doñana se ha inferido tradicionalmente una vegetación mediterránea de árboles y arbustos en los que los pinos no habían sido elementos del paisaje vegetal. En época reciente se ha terminado por admitir un posible papel de este género, pero en ningún caso de estas especies.

Por otro lado, no se conocía hasta la fecha la presencia conjunta de estas especies a una cota altitudinal tan baja ubicada en un área sublitoral peninsular. De hecho, su presencia conjunta en la actualidad en la Península tampoco es frecuente y cuando se produce suele ser en áreas de montaña. Esto puede explicarse infiriendo para esta área unas condiciones climáticas muy diferentes a las actuales.

Así, en el intervalo cronológico para el que se ha detectado la presencia de estas especies, la temperatura media anual debió de ser inferior, existiendo probablemente veranos más frescos que los actuales. Esto permitió a estos pinos extenderse a estas zonas, corroborando algunas interpretaciones climáticas previas que indican descensos de temperatura en el Estrecho y áreas circundantes muy significativas en el Pleistoceno Superior, un área que se había considerado zona refugio para las especies más amantes del calor. Debemos por tanto aceptar un modelo de convivencia de especies en estos periodos más fríos del Cuaternario en el que se produce mezcla, coexistencia, mosaicidad y una dinámica activa (avance y retroceso de áreas) de muchas de sus formaciones vegetales.

La transición o cambio de estas especies por otras de pinos bien adaptados a las condiciones estivales duras del clima mediterráneo, como el pino piñonero (Pinus pinea) no es bien conocida. Aunque no somos capaces de calibrar con exactitud el papel del hombre en esta transformación del paisaje sí podemos suponer, no obstante, que el cambio de temperaturas y humedad ambiental ya en el Holoceno favoreció este reemplazo en el área.



[1] Postigo-Mijarra, JMª; Manzaneque, FG; Juaristi, CM; Zazo, C. Palaeoecological significance of Late Pleistocene pine macrofossils in the lower Guadalquivir Basin (Donana natural park, southwestern Spain). Palaeogeography Palaeoclimatology 295 (1-2) 332-343. 2010

Vía: Madri+d, 10/01/2011
F:http://www.madrimasd.org/informacionidi/noticias/noticia.asp?id=46681

miércoles, enero 05, 2011

El Guadalquivir agoniza

El estuario del Guadalquivir, formado por sus 110 kilómetros finales, agoniza. El caudal de agua dulce es mínimo, un 60% menos que hace 70 años y cinco veces inferior al necesario, los espacios que inundaban las mareas en ciclos alternos, conocidos como llanos mareales, han desaparecido en un 85%, la salinidad del mar refleja puntas altas hasta unos 40 kilómetros río arriba, la turbidez impiden la luz necesaria para el crecimiento del fitoplancton (seres vivos de origen vegetal con capacidad de realizar la fotosíntesis y que son el origen de la cadena alimenticia acuática), las zonas agrícolas aportan residuos orgánicos que originan un importante desequilibrio ecológico y que se une a la falta de oxígeno, los niveles de dióxido de carbono (CO2) son altísimos y convierten el río en una fuente de emisión a la atmósfera y se han detectado niveles de toxinas (microcistinas) capaces de matar a los peces.

Esta es parte de la descripción que hace del río Guadalquivir el informe del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y las universidades de Córdoba y Granada que se ha remitido al Ministerio de Medio Ambiente para analizar la compatibilidad de usos. El CSIC pide una urgente gestión integral de la zona e identifica numerosos elementos que han llevado al Guadalquivir a este estado. El que menos influye: el dragado del río; el que más, la falta de agua dulce.

Este informe se encargó para analizar el estado actual del estuario, la desembocadura y la zona marina adyacente, así como el efecto de las acciones humanas en esta área con el fin de aportar datos para que "las partes interesadas" identifiquen los usos futuros compatibles y se tenga en cuenta la incidencia que podrá tener el cambio climático.

Los factores más críticos son la ocupación agrícola de los llanos de marea; la entrada de sedimentos, que afecta a las industrias pesqueras y salineras y tapona el río; la presa de Alcalá (Sevilla), que impide la renovación del agua y, sobre todo, la insuficiente carga fluvial o aportes de agua dulce, que es el elemento más determinante para llevar al río a la preocupante situación actual. Una actuación como el dragado del río para el paso del tráfico marítimo tiene impactos de menor consideración o que no pueden ser considerados de forma individual.

En cualquier caso, el informe deja claro que todas las actividades humanas, desde la agrícola a la industrial, "repercuten negativamente en la dinámica, morfología y biodiversidad del estuario y no mejoran los episodios extremos (turbidez y salinidad)".

Entre los elementos más llamativos del informe se encuentra que la turbidez hace que la luz del sol llegue a una profundidad entre 20 y 40 veces menor que en estuarios similares.

Esta falta de luz y el exceso de materia orgánica hacen que los niveles de oxígeno hayan estado en el 90% del tiempo analizado por debajo de los niveles críticos. Además, frente a unos niveles de CO2 atmosféricos de 382 partes por millón, en la boya 47 (entre Isla Mayor y Puebla del Río) se registraron durante el mes de enero de 2009 niveles de 3.112 partes por millón.

Esta concentración de dióxido de carbono y un reducido grado de acidez (pH) tiene "consecuencias particularmente drásticas" en el plancton animal y en la fauna bentónica (la que vive en el fondo de los ecosistemas acuáticos). Los organismos que dependen de la fotosíntesis se "encuentran en un estado extremo, aparentemente próximo a la supervivencia". Además, es poco diverso e incluye especies tóxicas, la principal es la cianobacteria Microcystis aeruginosa, muy persistente y hallada en peces y moluscos. Por si fuera poco, en cinco especies de peces y coquinas se halló la toxina microcistina en "concentraciones suficientemente elevadas como para provocarles la muerte".

El CSIC y las universidades aportan dos alternativas ante la crítica situación del río: "Esperar a que cesen las causas y que el sistema se recupere a su buen saber o entender o la gestión integral de los recursos del estuario". Obviamente, urgen la segunda. Precisamente, la transferencia de las competencias sobre el Guadalquivir está en estos momentos pendientes de una decisión del Tribunal Constitucional.

La investigación ha llevado a un grupo científico a considerar incompatible una única actuación, el dragado del río. Sin embargo, el texto es claro en identificar numerosos proyectos sobre la zona, que van desde balsas de riego para los arrozales hasta la presión urbanística, y la principal causa de la agonía del Guadalquivir: la escasez de agua dulce, que tiene un promedio de 50 metros cúbicos por segundo cuando la salinidad y la turbidez "se reducen significativamente a partir de 250 metros cúbicos por segundo", un caudal cinco veces superior al actual.

"Esta escalada de usos y la descoordinación práctica de la gestión que, en general, se desarrolla sin cuantificar previamente sus consecuencias (...) se manifiestan a través del agotamiento de los recursos básicos de suelo y agua e imposibilitan la satisfacción de todas las demandas". Las consecuencias de gestión son "crispación social, turbidez, toxicidad, erosión, intrusión de arena, reducción del canal navegable, sobreexplotación de acuíferos y reducción crónica de la diversidad biológica y del potencial pesquero y marisquero", entre otras.

Vía: El País, 05/01/2011

F:http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Guadalquivir/agoniza/elpepusoc/20110102elpepisoc_6/Tes

Catálogo de los casi 700 musgos que hay en Aragón

Las casi 700 especies de briofitos -popularmente llamados musgos- que existen en Aragón se recogen en un nuevo catálogo, elaborado por el Instituto Pirenaico de Ecología, que incluye información sobre de la biología de cada una, la historia de su estudio, su hábitat, su abundancia y su morfología, entre otros datos. Los musgos desempeñan importantes funciones ecológicas, como crear suelo al colonizar superficies rocosas desnudas, formar el mantillo humífero de los bosques, retener volúmenes de agua y cobijar a multitud de pequeños seres esenciales para la biología del suelo, explican los investigadores en un comunicado del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Los científicos alertan acerca del empobrecimiento en biodiversidad y del daño ecológico que se puede hacer a los musgos en la recolectas masivas típicas de las fiestas navideñas, dado que se utilizan para adornos navideños. "En la mayoría de estas especies, el crecimiento es bastante lento y pueden pasar más de 15 años antes de que una piedra vuelva a tener el recubrimiento muscinal que se le quitó", advierte el biólogo Patxi Heras. La recolecta abusiva, casi industrial, que a menudo se realiza para satisfacer la demanda en estas fechas es especialmente dañina.

Los investigadores que han preparado el catálogo de de Aragón, recomiendan proteger los briofitos (término que engloba también a los líquenes, hepáticas, algas y pteridófitos) recogiendo directamente el musgo y haciéndolo con cuidado, es decir, tomando pequeñas cantidades de varios sitios, para no levantar tapices enteros y dejar las rocas o el suelo desnudo, lo que dificulta su recuperación. Además, el musgo es reutilizable: "Es muy importante no tirarlo a la basura tras las navidades, sino reutilizarlo. Si lo secamos bien, lo guardamos en una bolsa de plástico y lo protegemos del polvo y la luz, podemos usarlo cada navidad durante décadas", aconseja Heras.

Vía: El País, 05/01/2011

F:http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Catalogo/700/musgos/hay/Aragon/elpepusoc/20110104elpepusoc_10/Tes

martes, enero 04, 2011

Las especies invasoras provocaron una extinción masiva

En la historia de la vida en la Tierra ha habido cinco grandes extinciones, en las que se ha registrado una desaparición masiva de especies. Una de ellas es la de hace 65 millones de años, cuando dejaron de existir los dinosaurios que no volaban y, en total, en torno al 75% de las especies. Antes, hace entre 378 y 375 millones de años se produjo la llamada extinción del Devónico, y en ella se ha centrado ahora una experta estadounidense para averiguar las causas. Su conclusión es que las especies invasoras detuvieron el proceso natural de formación de nuevas especies y dispararon la extinción en masa. "En realidad fue una crisis de biodiversidad", más que una extinción masiva, dice Alycia Stigall. La Subraya, además, que los ecosistemas actuales del planeta, que están sufriendo una gran pérdida de biodiversidad, pueden acabar igual los de la extinción de hace 375 millones de años.

En los mares, en aquella época, había grandes peces depredadores como los duncleosteos y seres pequeños como los trilobites y los crinoideos; surgieron los primeros ecosistemas arbóreos y terrestres, con los anfibios dando sus primeros pasos en tierra firme. El nivel del océano subió y la deriva continental formó nuevas masas de tierra emergida. En estos cambios, algunas especies accedieron a entornos nuevos para ellas, convirtiéndose en dominantes y barriendo a otras especies. Los invasores eran tan prolíficos que resultó difícil para otras especies salir adelante. "El método principal de especiación que se aprecia en los registro geológicos se apaga durante el Devónico, sencillamente se detiene", dice Stigall. Todo el ecosistema marino sufrió un gran colapso, los arrecifes de corales resultaron diezmados y no reaparecieron hasta 100 millones de años después, señala la investigadora en la revista Plos One, en la que ha presentado su trabajo.

La forma típica de formación de una especie, denominada vicarianza, supone que una población resulta dividida por algún fenómeno, como la formación de una montaña, o un nuevo brazo de un río, que deja a unos individuos de la especie a un lado y otros al otro, de modo que a partir de ese momento siguen evoluciones diferenciadas. También puede pasar que una población se disperse, que una parte se desplace a nuevos territorios, se establezca en otro lugar y se formen dos especies divergentes. El primer proceso es el que se apaga durante el Devónico, según Stigall (Universidad de Ohio), efecto que se aprecia en el registro fósil correspondiente a antes de la extinción masiva. En realidad, la cantidad de extinciones en aquella época no fue superior a la tasa natural de pérdida de especies, pero el problema es que surgieron muy pocas nuevas. Por eso afirma la experta que fue una crisis de biodiversidad.

"Esta investigación es una contribución significativa a la comprensión de las invasiones de especies desde una perspectiva temporal remota", comenta lisa Boush, de la National Science Foundation estadounidense, institución que ha financiado el trabajo. "Este conocimiento es crítico para determinar la causa y el alcance las extinciones masivas en el tiempo, especialmente las cinco grandes crisis de biodiversidad en la historia de la Tierra y proporciona un importante enfoque acerca de nuestra actual crisis de biodiversidad".

Stigall ha centrado su análisis de especies en un tipo de bivalvos (Leiopteria), dos braquiópodos (Floweria y Schizophoria) y un crustáceo predador (Archaeostraca), animales marinos muy comunes en los océanos de aquella época, intentando descifrar el árbol evolutivo para ver cómo se produce la especiación.

"La ausencia de vicarianza en el Devónico tardío es diametralmente opuesta al patrón observado en otros intervalos geológicos, lo que sugiere que la pérdida de especiación por este mecanismos es atribuible a las especies invasoras, que es un factor causal de la crisis de biodiversidad", escribe la científica en su artículo en Plos One. "De modo similar, cabe esperar que los ecosistemas modernos, en los que proliferan las especies invasoras, manifieste un apagón similar de especiación como resultado de la crisis de biodiversidad contemporánea". La actividad humana actual ha introducido un gran número de especies invasoras en los ecosistemas, recuerda.

Pero encima, la tasa de extinción actual es superior a la tasa de las extinciones del pasado, también de la que acabó con los dinosaurios. "Incluso si se detuviese la pérdida de hábitat, tardaría la recuperación porque, al haberse desplazado todas estas especies invasoras por el planeta, con un alto nivel de invasión, se ha suprimido la tasa sostenible de especiación", concluye Stigall.

En cuanto a la crisis de hace 370 millones de años, los peces gigantes, los trilobites, las esponjas y los braquiópodos cayeron significativamente, mientras las tasas de supervivencia fue muy superior entre los animales que se habían aventurado hacia tierra firme.

A. R. - Madrid

Vía: El País, 04/01/2011

F:http://www.elpais.com/articulo/sociedad/especies/invasoras/provocaron/extincion/masiva/elpepusoc/20110104elpepusoc_2/Tes

Archipiélago tropical

La situación climática para el Archipiélago canario no se presenta demasiado halagüeña para 2011. Una serie de alteraciones importantes, como el debilitamiento del anticiclón de las Azores, el aumento de las temperaturas y el desplazamiento de la corriente de chorros, están haciendo mella en nuestra meteorología y hay ya quien augura un ambiente cada vez más tropical para el clima de las Islas.

José Luis Martel, técnico de la Agencia Canaria para el Cambio Climático, explica que "la corriente del chorro", un flujo de vientos potentes que sopla en el Atlántico de oeste a este, "se ha desplazado hacia el norte, lo que provoca las fuertes heladas que se están registrando en casi toda Europa y las altas temperaturas que están dominando en Canarias los últimos meses. Si la corriente de chorros se hubiera desplazado hacia el sur, como ha sucedido en otras ocasiones", comenta, "lo habitual sería que llegaran grandes temporales".

Ese aumento en los termómetros al que hace referencia Martel queda constatado en los da-tos aportados por los científicos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que estiman entre uno y dos grados centígrados la subida media de la temperatura durante el otoño de 2010 en Canarias, cuando en el resto del país el aumento se ha estimado en torno a los 0,4 grados centígrados de media.

Hay quien habla ya de tropicalización del clima de Canarias y Martel confiesa que los datos recogidos "van en esa dirección", destacando que "incluso se está expandiendo la banda tropical".

El propio Martel, además, trabaja en un proyecto que trata de aclarar si el cambio climático existe en Canarias y, si es así, cuáles son las variaciones que está provocando en nuestra meteorología. "Hemos hecho una recopilación de los registros de las temperaturas de los últimos 30 años y la percepción inicial es que sí ha subido la temperatura, aunque nos queda por determinar qué efectos está produciendo dicho aumento", añade.

Anticiclón debilitado
El segundo factor decisivo en esta alteración climática de Canarias es el anticiclón de las Azores, que es así como se denomina al centro de acción meteorológico que, localizado entre dichas islas y Madeira, que influye sobre Europa en general y sobre España y Canarias en particular, aportando tiempo seco, soleado y caluroso, factores que en las Islas se ven neutralizados por la acción de los vientos alisios.
Las opiniones están enfrentadas en este tema porque hay quien cree que el anticiclón se ha desplazado hacia el sur, dejando pasar fuertes borrascas hacia Canarias, que son las que han causado graves daños en el litoral del sur de Gran Canaria, y por otro lado están quienes opinan que "únicamente se ha debilitado un poco", como es el caso de Jesús Agüera, jefe del grupo de predicción de la Aemet.

"El anticiclón está débil y ha favorecido que cada vez tengamos más viento del este, más entradas de calima y tiempo africano en las Islas", cuenta el científico antes de explicar que ese centro de acción meteorológica "antes frenaba todos esos episodios violentos y ahora no".
Estos factores, según los especialistas, pueden acabar con la peculiaridad climática de las Islas Canarias, pasando de tener un tiempo subtropical a un clima tropical, con temperaturas muchos más altas y temporales más virulentos y frecuentes.

No obstante, Agüera opina que "los otoños más cálidos son habituales en Canarias desde hace tiempo", y recuerda que "al reducirse la incidencia de los rayos solares por el invierno, es más corriente que se registren borrascas, porque se debilita efectivamente el anticiclón".
Lo cierto es que, con datos o no, las altas temperaturas, las fortísimas lluvias y los episodios de viento son cada vez más habituales, y en islas como La Palma el ahora habitual cierre de su aeropuerto señala que existe un cambio, y que no es poca cosa.

Incluso Víctor Quintero, director del Centro Meteorológico Territorial en Canarias Occidental, definía esas variaciones mencionadas como "una fase de cambio climático de libro".

Pese a todo, la corriente de chorros y el anticiclón de las Azores que tanto preocupan actualmente a los científicos han logrado desviar al menos otras 12 borrascas, que acaba- ron yéndose directamente a la Península o a las Islas Británi- cas en 2010, cuando amenaza- ban con sobrevolar el Archipié-lago y descargar su furia. Así, lo único claro es que no deben guardar muy lejos los bañadores y biquinis, porque este invierno promete.
MIGUEL F. AYALA

Vía: La Provincia, 03/01/2011
F:http://www.laprovincia.es/sociedad/2011/01/04/archipielago-tropical/344171.html

Las islas blindan su territorio

La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente del Gobierno de Canarias ha incorporado a su oferta pública de información territorial el primer vuelo Lidar (de las siglas de Detección y medición mediante luz en inglés) de Canarias.

La tecnología Lidar permite registrar, con precisión centimétrica, la altura de millones de puntos en el territorio en pocas horas. Este enorme volumen de información es capturado y almacenado en la aeronave que transporta el sensor Lidar conforme a un plan de vuelo previamente diseñado.

Se trata, por tanto, de una tecnología de alto rendimiento que reduce drásticamente los tiempos de ejecución y costes con respecto a la obtención de la misma información por técnicas tradicionales. Cada uno de los puntos capturados por el sensor Lidar tiene asociado, entre otros parámetros, su ubicación (planimetría, coordenadas x e y) y altura (altimetría, coordenada z). Estos puntos medidos pueden corresponder a cualquier elemento del paisaje: cubierta de edificaciones, ár- boles, accidentes geográficos, suelo, etc.

Estreno en 2010
Este vuelo Lidar ha sido ejecutado durante este año 2010 y ofrece una cobertura que abarca la totalidad del territorio canario hasta la cota de los 1.800 metros. Esto representa, en superficie, aproximadamente el 94 % del territorio. Sólo han quedado excluidas de este vuelo algunas zonas de La Palma, Tenerife y Gran Canaria por su elevada orografía. La densidad media del vuelo es de 1,20 puntos por metro cuadrado (0,8 puntos por metro cuadrado en el nadir o vertical). Esto supone que, de media, en 10 metros cuadrados se dispone de 12 mediciones.
La tecnología Lidar tiene un amplio espectro de aplicaciones: topografía, geografía, geología, geomorfología, arqueología, sismología, teledetección y física de la atmósfera, entre otras. El primer uso que tendrá en Canarias será el de servir de base para nuevos procedimientos de vigilancia urbanística y control de infracciones medioambientales en la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural de Canarias (Apmun).

Actualmente, los cambios en el territorio se detectan comparando imágenes aéreas de un mismo lugar en fechas diferentes. Este trabajo es desempeñado en gabinete por operadores y presenta dificultades en la práctica, como la no variación del aspecto de una cubierta en una edificación que ha incrementado su altura o la presencia de sombras en las imágenes. Además, al tratarse de una actividad humana está sujeta a factores como la interpretación subjetiva o la fatiga.

Con esta nueva tecnología se podrá disponer, en lugar de dos imágenes, de dos conjuntos de puntos con la densidad y precisión suficientes para detectar cambios automática, o semiautomáticamente, mediante comparación de alturas. De esta manera se pretende mejorar el rendimiento del proceso de detección de cambios y garantizar un tratamiento homogéneo a todos los casos basándose en un proceso científico objetivo. También se estudian ya otras aplicaciones en sectores como el planeamiento, la construcción de infraestructuras o la gestión de riesgos naturales.

Desde el pasado 26 de noviembre se puede consultar el vuelo Lidar en la Infraestructura de Datos Espaciales de Canarias (IDECanarias).

Vía: La Provincia, 03/01/2011
F:http://www.laprovincia.es/sociedad/2011/01/03/islas-blindan-territorio-vigias-aereos-sensores/344172.html